El director de la Zona Centro de la Coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR), Vidal Pérez Islas, aseguró que el periodista Javier Valdez Cárdenas no recibió un tiro de gracia y que tampoco fue obligado a “hincarse” por sus agresores, además de aclarar que su cuerpo presenta 13 impactos de bala y no 12 como se había sostenido con anterioridad.
Al ofrecer una conferencia de prensa para rechazar que se hayan cometido errores en la recreación del asesinato del periodista que se realizó en Culiacán, Sinaloa, hace una semana, el funcionario federal explicó que entre las lesiones encontradas en el cuerpo de Javier Valdez sí hay una que está a la altura de la nuca, pero la misma no presenta ninguna marca que delate un disparo a quemarropa, por lo que se descarta que haya recibido el tiro de gracia.
De igual forma, Pérez Islas sostuvo que el hallazgo del cuerpo completamente de espaldas y con los brazos bajo el mismo, obedeció al movimiento propio de la caída, por lo que tampoco hay evidencias de que haya sido “hincado” por sus agresores para posteriormente darle el llamado “tiro de gracia”.
“Contundentemente nosotros podemos establecer con base a la incidencia de la lesión que presenta en la región frontal, la lesión de entrada, y donde se alojó el proyectil por su trayectoria y posición, que esta fue realizada en el trayecto de caída, en el plano de sustentación hasta quedar inerte en el piso, y también por la ausencia de eso que ustedes conocen como ‘quemarropa’, un término que no se usa desde el punto de vista criminalístico pero que coloquialmente es muy utilizado”, explicó el perito de la PGR.
Por el contrario, sostuvo Vidal Pérez, se confirma que la mayoría de los disparos se realizaron a distancia en contra del reconocido periodista, sin que se haya identificado marcas de cañón o quemaduras por pólvora en el cuerpo o en la vestimenta de Javier Valdez.
En este marco, dijo que la PGR no ha señalado que en el crimen se utilizó una sola arma, lo que coincide con las versiones difundidas por testigos en el sentido de que participaron al menos dos sicarios en el asesinato del autor del libro “Narcoperiodismo”.
“Jamás hemos establecido que haya sido una sola arma, lo que establecimos fue una mecánica de las lesiones. Vienen descritas 13 lesiones dentro de las cuales, ocho son orificios de entrada y cinco en las que permanece el proyectil en el interior del cuerpo”, detalló.
El funcionario de la PGR reiteró que la dinámica de la caída establece, entre otros factores, que el periodista cayó al piso cuando los agresores le dispararon por la espalda, una de las balas penetró la cabeza.
Las aclaraciones de la PGR obedecen a las críticas que recibió el peritaje oficial por peritos consultados por el diario La Jornada, periódico que albergaba el trabajo de Valdez desde hace 15 años.
El funcionario reconoció que en la recreación se usó un arma que no corresponde a la utilizada en el homicidio del periodista y que sólo se usó un mismo rayo láser para establecer la trayectoria de las balas, cuando debieron utilizarse varios para poder hacer una recreación más apegada a la realidad.