Un vuelo privado en el que viajaron a Guatemala ocho familiares de Javier Duarte de Ochoa, entre ellos sus hijos, permitió a las autoridades guatemaltecas y mexicanas dar con el paradero del exgobernador, quien cuenta con una orden de aprehensión en su contra por dos delitos: operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Diversos medios nacionales, entre ellos los diarios Reforma y El Universal, tuvieron acceso a la bitácora del vuelo que llevaría de Toluca a Guatemala a los hijos del ex gobernador de Veracruz, de 43 años de edad.
En el aeropuerto las autoridades mexicanas detuvieron a José Armando Rodríguez Ayache, quien pretendía viajar a Guatemala en posesión de dinero en efectivo. El concuño de Duarte de Ochoa llevaba en su equipaje sobres con 11 mil euros, 15 mil pesos y mil 400 dólares, por lo que fue detenido en Toluca y puesto a disposición de la autoridad correspondiente.
Los pasajeros del vuelo eran: Paulina Rodríguez Macías, José Armando Rodríguez Ayache, Mónica Ghihan Macías Tubilla, Santiago Rodríguez Macías, Emilio Duarte Macías, Javier Duarte Macías, Carolina Duarte Macías y María Virginia Yazmín Tubilla de Macías.
Según los medios citados, esa fue la clave para que la Procuraduría General de la República (PGR) siguiera la ruta de los familiares de Duarte, y para que, en coordinación con las autoridades guatemaltecas, el político fuera capturado en el lujoso hotel La Riviera de Atitlán, de Panajachel, en el municipio de Sololá.
El vocero de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, Jorge Aguilar, explicó al diario Reforma, que la estadía de la esposa de Duarte, Karime Macías, y de sus tres hijos, Javier, Carolina y Emilio, facilitaron el rastro para lograr la detención en el Municipio de Panajachel, Departamento de Sololá.
Acusado por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, el veracruzano ingresó a Guatemala de manera irregular, confirmó Aguilar, y recibió ayuda de sus familiares para trasladarse desde uno de los puntos ciegos de la frontera hasta Sololá.
Una fuente del Hotel La Riviera de Atitlán, donde ocurrió la captura, y que según el rotativo “prefirió no ser identificada”, declaró que tanto Duarte como su familia habrían llegado hacía dos días al lugar y se alojaban en una habitación privada que no pertenece al hotel.
“[En el personal] no tenemos acceso a esa habitación. Pertenece a una persona que no está ligada a la administración de este hotel. Tampoco sabemos cuánto pagaba”, señaló la persona no identifica al Reforma. La habitación, sin embargo, sí está dentro de la propiedad del hotel, según la misma fuente.
Panajachel es uno de los epicentros del turismo en Guatemala, y la captura de Duarte se dio en una de las semanas de mayor afluencia de visitantes del país. El inmueble cuenta con 100 habitaciones, algunas de ellas son apartamentos equipados con sala, comedor, cocina y recámaras “para grupos de familias grandes”, como se detalla en su página web.
Según el departamento de investigación criminal de la PNC, desde que se recibió la información de Interpol sobre el ex funcionario mexicano se comenzó el seguimiento de dónde se encontraba la familia desde que ingresó a Guatemala.
“Los investigadores se aseguraron de que la persona estaba en el sector (de Sololá) y corroboraron con dos agentes de la PGR que se trataba de la misma persona” añadió Aguilar. Explicó que luego se coordinó la llegada de 10 uniformados de la PNC que lo rodearon en el lobby del hotel, se le identificó y se le notificó su orden de captura.
“Es claro que ingresó por un espacio no autorizado y que recibió el apoyo de su familia para trasladarse hasta el lugar de los hechos”, consideró el vocero. Aguilar señaló que el ex Mandatario no opuso resistencia en su captura y se encontraba con su familia al ser notificado.
Las fuentes consultadas por el diario Reforma en el hotel, también confirmaron que no hubo signos de violencia, ni armas de fuego accionadas durante la detención.
