El 20 de febrero, Javier Orantes, quien durante más de 20 años ha desarrollado ferias en Baja California, ganó la licitación para responsabilizarse de la Feria Tijuana 2017; sin embargo, Gabriel Sánchez Ibáñez, quien también participó de la convocatoria pero no ganó, impugnó el fallo de la adjudicación ante al Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), alegando falta de publicidad en el proceso de licitación, y obtuvo la suspensión provisional de dicho acto el 17 de marzo de 2017.
La Magistrada Titular de la Segunda Sala de dicho Tribunal, Flora Arguilés Robert, señaló como fecha para audiencia de desahogo de pruebas y alegatos el 23 de agosto de 2017, es decir, dos días antes que la Feria sea inaugurada, lo cual está programado para el día 25 del mismo mes.
Pero al haberse dado el fallo el 20 de febrero, cuando se dio a conocer al ganador, la organización de la Feria no se detiene, advirtieron en el gobierno de Juan Manuel Gastélum Buenrostro y en la Dirección del Museo Interactivo Tijuana A.C. o Museo El Trompo, instituciones que recibieron la notificación del Tribunal, al igual que el Comité Organizador Feria de las Californias. El proceso legal continúa, pero no frenará los preparativos para el desarrollo del evento.
En el pasado inmediato, Gabriel Sánchez obtuvo la organización de la Feria Tijuana 2016, tras demandar ante el mismo Tribunal, ya que habiendo ganado la licitación el 27 de noviembre de 2015, le fue revocada sin justificación y lanzada una nueva convocatoria que lo impedía a participar. Dichas acciones fueron suspendidas por el TCA, obligando al Patronato y al Comité Organizador de la Feria respetar el veredicto que favorecía a Sánchez.
Sánchez considera que éste 2017 era el concursante a vencer y que el Comité Organizador de la Feria buscaría obstaculizar su participación, por lo que no dio mucha difusión al lanzamiento de la convocatoria de la feria de 2017, último año en que El Trompo podría estar organizando tal evento, pues vence el plazo de 10 años de la concesión que le fue asignada por el Ayuntamiento de Tijuana.
“El proceso lo hicieron sin pulcritud… no hubo reuniones de apertura técnica, no hubo reuniones de apertura económica, hubo nada más una reunión donde expusimos cada participante… durante el proceso no tuvimos acceso a nada, no supimos nada”, señaló al indicar que desconocía el fallo de la licitación, porque no se dio a conocer a los participantes.
“A veces se le olvida al Museo El Trompo que el tener una concesión municipal les crea obligaciones legales… En el momento que cualquier organismo privado capta un evento público, cultural de la ciudad, con una concesión para tener un recurso, se vuelve un ente público”, declaró.
Comentó que se enteró que el participante Javier Orantes (ganador de la licitación), comenzó a vender espacios dentro de la feria.
Entrevistado por ZETA, Javier Orantes, dijo respecto a la suspensión del TCA a la adjudicación que obtuvo: “Ni sudo ni me abochorno”.
Luego de ser el ganador en el fallo que le fue notificado el 20 de febrero, ya cuenta con un contrato firmado, por lo que considera que no existe riesgo alguno de que no sea él quien este año desarrolle el evento.
La aseveración de Orantes fue ratificada por el Secretario General de Gobierno del Ayuntamiento de Tijuana, Raúl Felipe Luévano Ruiz, quien expuso: “entiendo no procederá –la suspensión del TCA- ya que es un hecho consumado, ya tiene contrato el ganador”.
La Directora del Museo El Trompo, Rosario Ruiz, señaló que según el punto 7 de la convocatoria, el fallo de la misma se notificaría al ganador, sin que se tenga la obligación de informar del resultado al resto de los participantes.
Además, Ruiz mostró los proyectos y documentación presentados por los 3 participantes, señalando que tanto Gabriel Sánchez como Julio Cinco, empresario que también participó en el proceso de licitación, incumplieron con algunos de los requisitos.
En primer término, señaló, Sánchez no pudo acreditar la participación en la “organización y desarrollo de actividades similares en los últimos 3 años”, ya que si bien participó de la Feria Tijuana 2016, no fue el concesionario de la misma, sino su socio Cristóbal Xchel Sánchez. Tampoco cumplió con los requisitos de la propuesta económica, aunque cumplió con la oferta mínima de 4 millones de pesos para el Museo El Trompo, no se comprometió a pagarlos en los plazos establecidos por la convocatoria, la cual señala que los 4 millones de pesos deben cubrirse en 3 pagos, el primero de ellos de 1 millón 500 mil pesos a la firma del contrato, la misma cantidad con anticipación de al menos 120 días naturales antes del inicio de la feria y el último pago de un millón de pesos con anticipación de 60 días naturales antes del inicio de la feria.