Con el inicio de la temporada alta, en la que el turismo local y estatal acostumbra visitar las costas del puerto, para evitar un problema de salud las autoridades mantendrían la restricción de entrar al mar; los operativos no han iniciado
El periodo vacacional de Semana Santa inicia el próximo lunes 10 de abril y las principales playas públicas de Ensenada están contaminadas con residuos fecales, según la alerta emitida por la Comisión Federal Contra la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
En un recorrido hecho por ZETA por la playa municipal ubicada al final del Bulevar Costero se pudo observar dentro del agua a bañistas que apenas distinguen los banderines de color rojo, pobremente distribuidos a lo largo de la bahía.
En temporada vacacional, Playa Hermosa, El Ciprés y Conalep son los sitios más accesibles para el grueso de la población con recursos económicos limitados, en promedio las tres concentran de 11 mil a 15 mil personas diarias.
Antecedentes del Departamento de Oceanología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) indican que la presencia de estas bacterias son comunes en las playas de la ciudad debido al insuficiente o nulo tratamiento que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) da a sus aguas residuales vertidas directamente en el mar, Que además impacta en la fauna marina.
La COFEPRIS prefirió responsabilizar a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) por no limpiar los arroyos, que aunado a las fuertes lluvias, terminaron por contaminar las playas una vez que los escurrimientos llegaron al nivel más bajo, arrastrando sedimentos tóxicos.
Serio problema de salud
La última declaración del vocero de oficina de COFEPRIS fue que los niveles de enterococos estaban 75 veces arriba de lo permitido, debido supuestamente al agua de lluvia arrastrada en arroyos, con gran cantidad de materia fecal.
“Son microorganismos muy resistentes a la sal, sodio y cloro, están en los escurrimientos, vienen de los arrastres que puede ser de lugares de donde hay ganado, animales o letrinas que pudieron haberse rebasado aguas arriba”, explicó Leopoldo Jiménez.
Según resultados de los exámenes aplicados, se encontraron hasta 15 mil partes de enterococos por cada 100 mililitros cuando lo normal son 200 partes, es decir, el 7500 por ciento más alto de lo consentido.
Aunque históricamente el Departamento de Bomberos se ha responsabilizado del operativo de vigilancia de Semana Santa con unidades terrestres, acuáticas y de salvavidas, este año no hay nada claro, debido a las condiciones del mar.
Pocas opciones para turistas
Para una familia de seis integrantes con ingresos menores a 10 mil pesos mensuales, es casi imposible hospedarse en un hotel cuyos costos superan los mil 500 pesos por noche, los balnearios tienen precios que van de 150 a 250 pesos por noche por persona, mientras que para una visita a la playa solo se requiere el gasto de traslado y una casita de campaña.
“Aquí la gente viene con hieleras con sodas, cerveza, sándwiches, papas, preparan el ceviche y pasan dos días tirados en la arena. Es para lo que les alcanza”, platicó un empleado de baños en Playa Hermosa.
Cuestionado sobre las actividades alternas que pueden desarrollar las personas que suelen acudir a estos lugares de esparcimiento, el subsecretario de Turismo del Estado, Ives Lelevier Ramos, bromeó junto con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), diciendo que “se vayan a comer”.
Al mismo tiempo recomendó a la población visitar las playas del Estado, “hay más de mil 500 kilómetros de litoral”, indicó a pesar que solo Playa Hermosa, Conalep y La Misión son las que están vigiladas.
Para el funcionario hay cientos de actividades para realizar en la temporada vacacional, sin embargo, la mayoría tiene un costo por encima de las posibilidades de la población.
Por último, aseguró que si no llueve en estos días las costas estarán en buenas condiciones para las familias, sin temor de un contagio y, para mejorar la experiencia, recomendó que los usuarios visiten la página habilitada con una herramienta donde se informa sobre la situación de playas, garitas y carreteras.
Monitoreos tardados
Desde el martes 14 de marzo se recibieron los primeros resultados de algunas playas con valores por arriba de la norma. Existe un comité de playas limpias donde la autoridad sanitaria toma muestras, las lleva al Laboratorio Estatal de Salud Pública y, tras un análisis, generan una acción sanitaria a través de las autoridades para hacer un cierre precautorio y evitar afectaciones a la salud de los ciudadanos.
Como autoridad sanitaria, “nuestra responsabilidad es proteger la salud para no tener una playa con algún riesgo”, se informó.
Las enfermedades que puede contraer una persona en contacto con la bacteria es gastroenteritis, intoxicación, conjuntivitis, infección en los oídos, infecciones en la piel y, si tiene una herida, ésta se infecta más rápido.
“Queremos asegurarnos que las playas de este municipio no pongan en riesgo una familia, porque no estamos pensando en una afectación económica, sino solo en un evento sanitario para evitar”.
Playas históricamente contaminadas
Investigadores de la Facultad de Oceanología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) tienen antecedentes de la presencia de bacterias diversas en la zona costera, desde La Bufadora hasta La Salina.
El químico Sergio Canino expuso que conforme a los estudios realizados, siempre han encontrado una influencia de las aguas residuales sobre Bahía de Todos Santos. “debido a la mala ubicación de las descargas y de una forma inapropiada de descargarlas”.
Por eso es recomendable descargarlas por medio de emisarios submarinos, en lugar de hacerlo en las orillas.
Hace cinco años fue la última ocasión que la CONAGUA solicitó a la UABC un diagnóstico de la calidad de agua de la zona costera, con el propósito de establecer la variabilidad temporal y espacial, y determinar los factores que afectan la distribución.
Tres principales descargas (Arroyo Cuatro Milpas, Arroyo El Gallo y El Naranjo) y cerca de 21 descargas pequeñas, todas reciben tratamiento, ocasionalmente descargan agua cruda.
Los valores de DBO, nutrientes y parásitos permitieron identificar zonas de afectación por las descargas de aguas residuales tratadas. Los valores encontrados en las áreas de afectación superan hasta 10-200 veces los valores promedio de nutrientes encontrados en Todos Santos.
La distribución de corrientes superficiales mostraron un giro ciclónico central que provoca estas variables distribuidas dentro de la zona de las playas, encontrando un tiempo de residencia hasta de cuatro días. En mayor abundancia se encontraron parásitos, huevos y adultos (Enterobius, tenias, ascaris, Shystozoma, trichuris). Representan riesgos de infecciones de todo tipo y son indicadores de aguas residuales con un tratamiento pobre o sin ningún tratamiento.
Una de las recomendaciones de los investigadores, es que la autoridad federal adquiera un sistema de detección bacteriana inmediato para evitar dar diagnósticos tardíos.
La ruta de la inocuidad
Un ejemplo del que ZETA tuvo conocimiento en 2016 fue del cárcamo en el fraccionamiento de interés social Mar de Ensenada, que estuvo dos años averiado, filtrando aguas crudas en el cauce del ex Ejido Ruiz Cortinez. Todo ese tiempo el agua se almacenó en la presa “Emilio López Zamora”, que finalmente con las lluvias se desbordó, llegando hasta el Arroyo Ensenada que desemboca en Ventana al Mar, justo en la Terminal de Cruceros de la zona turística.
El problema fue solucionado hace dos meses por la CESPE y la empresa constructora Vehcsa, pero como éste, hay otros casos similares donde se atenta contra el medio ambiente sin que haya sancionados ni castigados.