Después de un mes y medio, la recién instalada cortina de acero de Palacio Municipal de Tijuana fue levantada, acción que dividió y generó controversia entre el grupo de manifestantes que mantienen un plantón desde el 22 de enero; mientras 3 personas accedieron a retirar el campamento, el resto se dice decidido a continuar la protesta.
A las 9:00 horas de este miércoles 8 de marzo, el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro, acompañado del secretario del XXII Ayuntamiento, Raúl Felipe Luévano Ruiz, así como funcionarios de presidencia y de la Secretaría de Gobierno, salieron por la puerta principal del recinto.
Gastélum repitió lo que ya había advertido en la última sesión de Cabildo celebrada el martes 28 de febrero, que Palacio municipal sería liberado de la toma que un grupo de manifestantes mantiene desde el domingo 22 de enero, día en que policías municipales y participantes de una marcha contra el gobierno –en sus 3 niveles- protagonizaron un conato de violencia que generó la destrucción de las puertas de vidrio del inmueble oficial.
Desde entonces, el acceso principal se mantuvo cerrado y elementos de Seguridad Pública Municipal se ocuparon de resguardar el recinto, permitiendo el acceso al público solo por la puerta que da hacia la Avenida Independencia, previo filtros en los que los ciudadanos eran sometidos a esculques; a falta de puerta se colocó madera en la puerta que da a la alameda.
En la pasada sesión se aprobó la compra de dos puertas de acero a un costo total de 260 mil pesos, “para poder abrir la casa del pueblo”.
Tomadas las oficinas centrales del gobierno municipal, los protestantes entregaron un pliego petitorio al gobierno de Juan Manuel Gastélum, cuya respuesta no convenció a los quejosos.
El viernes 3 de marzo los representantes del grupo de inconformes que se agruparon en un colectivo denominado Asamblea Ciudadana Deliberativa, se reunieron con el Secretario de Gobierno Raúl Felipe Luévano, con quién acordaron llevar a cabo mesas de trabajo periódicas para analizar los diversos problemas que enfrenta el municipio.
Y aunque, sostiene Juan Ramírez, uno de los integrantes del grupo ciudadano, que el funcionario los conminó a fungir como Consejo Consultivo Ciudadano de la Secretaría de Gobierno, no aceptaron, “nosotros trabajamos para el pueblo, no para él”, subrayó.
Luego de subir la cortina, 3 de los integrantes de la Asamblea acompañaron a las autoridades a las oficinas; una hora y media después regresaron al campamento para proceder a levantar las casas de campaña y retirarse, “no renunciamos al movimiento, continuaremos con el diálogo para que se atienda nuestro pliego petitorio, pero sin protesta”, anotó Martha Salazar, mientras trabajadores de Servicios Auxiliares del municipio retiraban las vallas con las que se impedía el acceso.
El grupo que continúa con el plantón sostiene que permitirá el acceso libre a las oficinas municipales, “nuestro temor es que el gobierno intente retirarnos por la fuerza pública”, expuso Héctor González Cuellar.