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martes, octubre 1, 2024
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La asesinó y la quemó para robarle a su hija

Con un bate de béisbol Melissa golpeó a Jazmín Gopar hasta matarla. Cubrió el cadáver con gasolina, le prendió fuego y lo tiró a un cañón. El móvil: quedarse con Valeria Alba Gopar, su hija de once meses de edad.

El crimen lo perpetró el 17 de mayo de 2016, día en que citó a su víctima en una casa de la calle Castello Blanco en la colonia Colinas del Real, para supuestamente mostrarle ropa que quería venderle; Jazmín llegó al domicilio con su hija, entonces de 11 meses, en brazos. Fue en el patio de la vivienda de su madre donde Melissa asesinó a la joven. Al día siguiente, José de Jesús Alba, padre de la niña, reportó la desaparición de ambas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

20 días después de ser asesinada, el cuerpo calcinado de Jazmín fue hallado en el Cañón de las Carretas de la colonia Fausto González. De la niña no se tuvo rastro, por lo que se activó una Alerta AMBER para encontrarla.
La asesina de 26 años de edad vivía con Mauricio, su pareja, quien la creía embarazada. Después del crimen viajó a Sinaloa argumentando que quería que su bebé naciera en su Estado natal.

Uno de los vecinos contó que antes de irse de Tijuana, el vientre de la mujer estaba abultado como si estuviera embarazada, por lo que no les extrañó el anuncio. En agosto volvió con Valeria en brazos, haciéndola llamar Valentina y afirmando que era hija de Mauricio y recién nacida, aunque los vecinos notaron que el tamaño de la menor no correspondía con esa condición.

Mauricio creyó –o eso declaró al Ministerio Público– que la niña era hija suya.

En enero Melissa y su familia cerraron parte de la calle para organizar una fiesta por el primer año de vida de “Valentina”, aunque entonces ya contaba con 19 meses de edad y las fechas no cuadraban.

La PGJE continuó investigando, incluso la hoy imputada fungía como testigo de la investigación tanto por el asesinato como por el robo de la menor. En su testimonio expuso que la víctima había abandonado su domicilio a bordo de un taxi libre, llevando consigo a la pequeña Valeria, pero cayó en contradicciones, lo que la volvió sospechosa.
El 24 de febrero la menor fue localizada en las inmediaciones del domicilio en la colonia Villa del Real de la mano del hermano de Mauricio. Un día después fue entregada a su verdadero padre y a su abuela materna.
Melissa fue detenida e internada en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Tijuana, el 25 de febrero. Contra ella se sigue la Averiguación Previa 277/16/201/AP; podría enfrentar de 25 a 50 años de prisión por el delito de homicidio calificado, informó el subprocurador de Investigaciones Especiales, José María González Martínez.

Sobre la relación de Melissa y Jazmín, el funcionario señaló que “eran muy amigas, ya eran amigas de tiempo, ya traían algunos años de conocerse”, y agregó que el argumento de la homicida para el crimen es que Jazmín no cuidaba bien a la niña.

Jazmín vivía en la colonia Mariano Matamoros, donde en octubre de 2015 ocurrió un caso similar: una mujer que sufrió un aborto involuntario hizo amistad con otra que tenía siete meses de embarazo, la citó en su casa, la asesinó mediante “desnucamiento”, le abrió el estómago con un cuchillo y sacó el bebé con sus propias manos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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