Me parece sorprendente que a estas alturas existan personas que aún duden del cambio climático que estamos viviendo a nivel mundial y sus implicaciones. Es común ahora enterarnos que en nuestro planeta se presentan sequías más prolongadas, lluvias más intensas fuera de temporada o inviernos más crudos en ciertas regiones.
Nuestro planeta en los últimos años ha aumentado su temperatura en 1.5 grados, lo anterior significa cambios más extremos tanto de calor como frío. Hemos llegado a situaciones que en ciertas regiones se presenten sequías en plena temporada de lluvias. Por otro lado, un dato importante es que ahora tenemos fenómenos meteorológicos más devastadores, es decir, con mayor potencial de desastre.
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Los especialistas estiman que en los siguientes 50 o 60 años el cambio climático modificará sustancialmente nuestra vida cotidiana ya que la desaparición de ecosistemas así como inundaciones muy severas serán constantes.
Pero el cambio climático tuvo una raíz de origen y eso está en nosotros, quienes somos y seguiremos siendo los responsables de este terrible mal que nos aqueja. La poca convivencia del desarrollo económico con el desarrollo sustentable es lo que nos coloca en situaciones que no vamos a poder controlar en el tiempo.
Hay investigadores que calculan el daño que nos estamos haciendo, es decir la huella permanente de difícil reversión, un ejemplo: la Universidad de Chicago en Estados Unidos creó un método para calcular cuánto le queda de vida a la humanidad. El título es Analogía del Apocalipsis consistente en medir el grado de daño de nosotros a la tierra y por consiguiente su posible extinción; para eso estableció un reloj virtual que al marcar las 12 de la noche sería el fin del mundo. Dicho reloj se puso en funcionamiento a las 11 de la noche. En estos momentos nos encontramos a solo 2 minutos con 30 segundos del final. Estos especialistas determinan los fenómenos naturales (cambio climático) o políticos que inciden que el reloj del apocalipsis mueva sus manecillas. Tan solo con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos dio un “brinco” de 30 segundos. Es importante precisar que si hubiese una decisión positiva las mismas manecillas retroceden a favor de la humanidad.
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Si bien lo anterior es algo curioso y se puede tomar como broma la verdad es que nos explica el peligro que nos hemos generado nosotros mismos.
La gran pregunta clave es lo que vamos a hacer en nuestra vida diaria para mejorar, ahora que veo las torrenciales lluvias que se acaban de dejar sentir en Tijuana y Rosarito y sus respectivas inundaciones pienso en una cosa: ¿están preparadas las ciudades para recibir los estragos del tiempo? Definitivamente no.
¿Cuántos fraccionamientos no se han autorizado en sitio que no deben instalarse como los cauces de los ríos? o ¿Cuántos cerros no se han cercenado generando desgajamientos donde desafortunadamente hay pérdidas humanas?
Como ciudadanos también debemos aportar; recuerdo hace algunos años cuando laboraba en la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal que todo un poblado se inundó ya que el río que atravesaba el lugar se desbordó por la basura y las ramas de árboles que “taponearon” su cauce.
Ante este tipo de sucesos tenemos una triste combinación: la autoridad que ha sido omisa con la aplicación de la ley y funcionarios corruptos, y por otro lado una población que poco participa contribuyendo todos los días a empeorar las cosas.
Esperamos que se tomen cartas en el asunto y que el reloj de la analogía del apocalipsis no solo se detenga sino que se atrase así sea un minuto.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas y comunicación; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de Medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro
