Eso de que “nos vamos a morir de sed” si se instala Constellation Brands es una consigna con la cual tratan de que las masas populares se involucren y apoyen el movimiento contra CB. Nada más alejado de la verdad. Ni en Zaragoza, Coahuila, donde CB tiene otra planta se ha muerto de sed la clase trabajadora. Quienes sí han sido asesinadas son las empresas pequeñas y medianas a las cuales la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) les niega el líquido para entregárselo a la imperialista CB y a otras de igual pelaje. Pero esto no es nuevo, esto ha venido sucediendo desde hace décadas, incluso desde antes de que se privatizara el ejido, a saber, anteriormente a 1992, año en que Salinas de Gortari contrarreformó el artículo 27 constitucional obedeciendo a las órdenes del imperialismo, y con el aval de la CNC y de toda la reacción. En Mexicali inexorablemente sucederá lo mismo, porque en el mundo capitalista el pez más grande se come al más chico. Y tal como indicábamos arriba, la dictadura solo vela por los intereses de los omnipotentes monopolios internacionales. De nadie más.
En cuanto al campesino que tiene una diminuta parcela, es decir, el labriego misérrimo que ya está a punto de desaparecer totalmente, ya el gran Marx lo dejó muy claro: “Los estamentos medios (el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino), todos ellos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su inexistencia como tales estamentos medios. No son, pues, revolucionarios, sino conservadores. Más todavía, son reaccionarios, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia”.
Sin embargo, el gran Marx agregaba: “Son revolucionarios únicamente por cuanto tienen ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado, defendiendo así no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, por cuanto abandonan sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado”. Carlos Marx, “Manifiesto del Partido Comunista”.
La clase obrera es una clase social que no tiene propiedad alguna. No posee nada. Ni tierra, ni agua, ni maquinaria; solo su fuerza de trabajo, la cual tiene que vender, día a día, al burgués, para poder sobrevivir. Por lo tanto, la apropiación del agua, que hiciere Constellation Brands-Grupo Modelo no le perjudica en lo más mínimo, pues el obrero asalariado no tiene parcela alguna que sembrar, ni nada que cosechar. Lo que sí le afecta, de sobremanera, a la clase trabajadora, son los salarios miserables y la bárbara explotación a que es sometida. Son el proletariado urbano y rural los esclavos contemporáneos.
Tan solo veamos cómo viven centenares de jornaleros agrícolas en el Valle de Mexicali. Traídos del sur del país viven como bestias, hacinados en cuchitriles y percibiendo salarios de hambre. De igual manera se hallan los obreros que CB trajo también del sur para construir su planta. ¿Hay alguna diferencia entre estas dos aglomeraciones de proletariados con los esclavos de San Quintín?
Para nosotros está claro como luz meridiana: los matarifes de la CNC y cofradía son meros testaferros de Heineken, de Lala y sobre todo de los monopolios agroindustriales que explotan a los obreros agrícolas. Se colocan la careta de defensores del pueblo, del campesinado paupérrimo, pero a quien realmente defienden es a los todopoderosos agroindustriales extranjeros.
Fijémonos en lo siguiente: en San Quintín, B.C. el agua está restringida al máximo, desde hace años, para los hogares de los trabajadores agrícolas. En Ensenada las colonias proletarias/populares sufren mucho por la falta de agua. En ambas poblaciones el agua se “tambea”, es decir se surte, escasamente, en tambos. CONAGUA reduce el agua para los hogares de los pobres, para favorecer al capital extranjero, para beneficiar a la poderosa industria de la fruta y la verdura. La industria agrícola en el Valle de San Quintín no sufre por falta a agua de buena calidad. Es reconocido que los vegetales cultivados en San Quintín no admiten agua de baja calidad.
Igualmente, en la ciudad de Tecate el agua “potable” de la peor calidad es distribuida en las colonias habitadas por la clase obrera, mientras las casas de los ricos son surtidas con el agua de mayor calidad. Sobre todo la destinada al monopolio lechero Lala.
Los trabajadores no tienen que ponerse del lado de ningún explotador. Ni favorecer a ningún sátrapa. Tan criminal es Constellation Brands-Grupo Modelo, como lo es la cervecera Heineken-Tecate, y como lo es la lechera Lala; así como los monopolios internacionales de la verdura y de la fruta: Veg-All, Green Giant, Campbell Soup, Herdez, Kraft, etc., etc., quienes son los verdaderos dueños de las cosechas del Valle de San Quintín y del Valle de Mexicali.
Si la riña de perros entre las cerveceras Constellation Brands y Heineken la gana uno u otro eso es asunto que a los esclavos asalariados no les concierne. Tanto uno como el otro son desalmados y sanguinarios verdugos de la clase trabajadora.
Javier Antuna
La Hoja ProletarioJavier Antuna
La Hoja Proletario