“Los demagogos son los peores enemigos de la clase obrera”. (V. I. Lenin, “¿Qué hacer?”)
Durante el sexenio dictatorial del priista Ernesto Zedillo (1994-2000) se perpetró una de las más horrorosas masacres que la historia contemporánea haya registrado: la masacre de Aguas Blancas.
Escuchemos a una escritora liberal la cual está muy, pero muy alejada del comunismo científico: “El miércoles (28 de junio de 1995) se dirigían a realizar una manifestación, frente al palacio municipal de Atoyac, miembros de la OCSS (Organización Campesina de la Sierra del Sur). Venían de la sierra de Tepetixtla y de otros lugares. (La policía) les había secuestrado a uno de sus dirigentes y hacían responsable del hecho a la alcaldesa de Atoyac, María de la Luz Ramos del PRD”. (Manú Dornbierer, del libro “La Neta”/ 1995, p. 267).
La burguesía, tratando de sofocar el ciclón de indignación popular, destituyó al dictadorzuelo priista de Guerrero Rubén Figueroa y al Secretario de Gobernación del gabinete zedillista Esteban Moctezuma Barragán.
Tal como sucedió recientemente tras la desaparición (desaparición en los hornos crematorios del Ejército) de los normalistas de Ayotzinapa, en que la clase burguesa en el poder removió de su trono al sátrapa priista Ángel Heladio Aguirre Rivero, con la finalidad de amainar la tempestad de las masas populares encrespadas.
El pasado 24 de enero, Andrés Manuel López Obrador “AMLO” dio a conocer una lista de los hombres que fungirían como funcionarios del gabinete que él encabezaría como Presidente del país. Claro, después de ser elegido y reconocido, por la burguesía, como Presidente de México en 2018.
Entre los enumerados cito a Estaban Moctezuma Barragán, ex Secretario de Gobernación de Zedillo y depuesto tras la masacre de Aguas Blancas, como indicamos arriba.
Moctezuma Barragán es hoy un gato angora, presidente de Fundación Azteca, empresa cuyo propietario es el magnate Ricardo Salinas, un anticomunista y reaccionario a ultranza, quien también es dueño de poderosa red televisiva Televisión Azteca.
Moctezuma Barragán ha sido toda su renga vida un sátrapa priista, un lacayo VIP de los todopoderosos capitalistas. Fue Senador en 1997, en 1998 fue coordinador nacional del candidato priista, Francisco Labastida Ochoa.
Además Moctezuma Barragán, hace poco, abiertamente elogiaba sobremanera el Pacto por México y las contrarreformas estructurales de Peña Nieto. Al igual que su actual patrono Ricardo Salinas.
Hoy este reaccionario escorpión de la “mafia del poder” es nombrado como coordinador del área social del próximo gobierno que AMLO encabezaría en 2018.
Bien decía el vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), Subcomandante Marcos, que López Obrador estaba reclutando y poniendo a su servicio a todo el gabinete de Salinas de Gortari. Algo que los hechos, los irrefutables hechos, como decía el gran Lenin, lo han venido confirmando.
El partido morena de AMLO está infectado de priistas, panistas, perredistas, echeverristas, es decir, de reaccionarios de todos los colores y matices.
López Obrador, una vez apoltronado en el poder no hará nada diferente, en lo medular, a lo que han hecho los anteriores sátrapas del PRI, del PAN y secuaces.
Saliva le va a sobrar a AMLO para justificar la falta de cumplimiento a sus demagógicas y grandilocuentes promesas de campaña. También abogados le van a sobrar para defenderlo.
Nosotros los revolucionarios comunistas de la clase obrera, de fábricas y maquiladoras, jamás olvidaremos la masacre de Aguas Blancas, ni la de Acteal, ni nunca perdonaremos a sus diabólicos responsables. Ambas espantosas carnicerías, perpetradas por el régimen gorila del priista Ernesto Zedillo, déspota tan admirado y defendido por López Obrador. Prueba de ello, la incorporación a su banda de financieros del reaccionario alacrán, Esteban Moctezuma Barragán.
Javier Antuna
Tijuana, B.C.