Un inicio de año terrible para nuestro país, desde el “gasolinazo” hasta le llegada Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Las conversaciones con los conocidos y amigos solo reflejan la incertidumbre que prevalece en el ambiente, desafortunadamente en este panorama obscuro no se ven señales que hagan cambiar nuestro estado de ánimo.
Aun así, hay que buscar momentos de relajamiento y diversión, por eso dejemos por un instante las malas noticias y como hace un año hablaré de la final de futbol americano, la edición 51 del Super Bowl.
El contexto con el que se llega a esta final es muy diferente que la anterior, cargado de factores políticos. Para empezar, uno de los equipos, los Patriotas de Nueva Inglaterra, cuentan con el respaldo del Presidente norteamericano Donald Trump, ya que su mariscal de campo Tom Brady y él son grandes amigos. Si bien se trata solo de un deporte no se puede dejar de lado consideraciones que le dan “color” al juego.
Los Patriotas son un equipo dominante en la Conferencia Americana, han llegado a este apreciado partido 8 veces de los cuales han ganado 4. De conseguir el triunfo empataría a los Vaqueros de Dallas y los 49ers de San Francisco como las franquicias con más victorias en partidos de Super Bowl con 5, solo por debajo del máximo ganador: los Acereros de Pittsburgh con 6.
Para los “Pats”, como se les conoce, no ha sido fácil su acenso ya que han sido cuestionados y sancionados por prácticas antideportivas como espiar a rivales o presentarse con balones que no reúnen características de peso para favorecer a su mariscal de campo. A pesar de esto no se le puede restar sus méritos.
Su entrenador Bill Belichick es un triunfador nato, bajo su conducción los Patriotas han ganado 12 títulos de la División Americana y no tiene una temporada con marca negativa desde el 2000. Entre 2001 y 2004 los “Pats” se convirtieron en el segundo equipo en la historia de la Liga en obtener tres Super Bowls en cuatro años. Entre el 2001 y el 2010 este equipo estableció un récord de 121 triunfos en 10 años, el único en la historia. También poseen la racha ganadora más larga al ganar 21 juegos ganados de manera consecutiva.
Del otro lado tenemos a los Halcones de Atlanta, un equipo de contrastes a lo largo de su historia. A pesar de permanecer varios años en la Liga (desde 1965) solo habían podido llegar a un juego de Super Bowl en 1998 y lo perdieron ante los Broncos de Denver.
Al inicio de la temporada nadie apostaba por ellos, era tan baja la expectativa que inclusive el peor equipo de la presente temporada, los Cafés de Cleveland, tenían más posibilidad que ellos para llegar a la final. Su récord en la temporada fue de 11 ganados y 5 perdidos. En los juegos previos lucieron poderosos y explosivos, derrotaron fácilmente a sus rivales y su mariscal de campo Matt Ryan llega en su mejor momento, al grado de considerarse como candidato al jugador más valioso de la temporada, independientemente si gana o pierde este último encuentro.
Los equipos llegan muy parejos a este partido, las casas de apuesta solo dan ganador por 3 puntos a Nueva Inglaterra.
La clave serán sus líderes. Si Matt Ryan de los Halcones juega como lo viene haciendo serán los claros ganadores, pero si le “tiemblan las piernas” y Tom Brady de los Patriotas saca toda su experiencia entonces estaremos viendo triunfar al mariscal de campo más exitoso en la historia del futbol americano.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas y comunicación; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de Medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California.@CasoAlejandro