Es una historia de película, sin duda, pero es también un suceso verídico y el director Garth Davis supo exactamente cómo contarla con el tremendo apoyo de Dev Patel y del pequeño Sunny Pawar.
Tomada de las memorias de Saroo Brierly, con el guion de Luke Davies, esta historia está contada en dos partes: primero vemos la trágica separación de un niño de 5 años de edad que acompaña a su hermano, se queda dormido en el vagón de un tren y termina en Calcuta, a miles de kilómetros lejos de casa.
Después vemos a ese mismo chico, ya de adulto, con una vida cómoda que su familia adoptiva le brindó, pero con recuerdos imborrables que le reclaman buscar esa identidad perdida en la India.
Entonces nos encontramos con el Saroo de Patel, obsesionado por encontrar ese pedacito en Google Earth que por fin lo lleve de vuelta a casa, aunque ni siquiera sabe el nombre del punto del que accidentalmente partió.
Nicole Kidman hace un papel extraordinario como Sue, la madre adoptiva del muchacho que con serenidad, pero siempre en control de la situación, trata de manejar los afectos de su hijo extraviado en sí mismo.
Y así terminamos con una travesía que hay que ver para creer, una narración personal que mezcla un trabajo brillante de Pawar, tan conmovedor como carente de diálogo y generoso con sus expresiones; con el más complejo Patel, quien logra con gran esmero transmitir la obsesión y la relevancia de la identidad.
A ratos parece que todo lo que le sucedió a Saroo es demasiado increíble para ser verdad, pero solo porque se sabe del caso y está ahí el testimonio, entendemos el peso de esta anécdota y su sincero desarrollo gracias a Garth y compañía.
Con razón las nominaciones. Esperemos nada más que este título no tarde tanto como el viaje de Saroo para llegar a la cartelera nacional. ****
Punto final.- Mal cuento con Amy Adams… Ella es “Arrival”.
