Qué deleite visual es este largometraje de Walt Disney Animation Studios, a lo que se agrega la banda sonora del magistral Lin Manuel Miranda.
Con razón hay una sobrepoblación de artistas gráficos entre los créditos, pues no fácilmente se alcanza esa riqueza de imágenes, ese nivel de dibujos animados y una historia muy ad hoc con las apuestas que Disney ha hecho en los últimos años.
En otras palabras, de nuevo estamos ante una protagonista fuerte, ruda, atrevida, con un gran corazón, que no funciona alrededor de un príncipe azul; más bien su objetivo en la vida es solitario y heroico.
Moana es una princesa de 16 años de edad que vive en Motunui, una isla del Pacífico Sur, y que está limitada por su padre que no la deja ir más allá de un arrecife. El problema es que todo a su alrededor está en peligro de extinción.
La culpa es de Maui, un semi-dios que se robó y luego extravió el corazón de piedra de Te Fiti, la diosa de la fertilidad, que ahora el mar se lo ha entregado a Moana para que lo devuelva a su dueña.
Para eso la chica tiene que emprender una gran travesía con la compañía de Maui, el villano que en voz de Dwayne Johnson en la versión original de habla inglesa, es brillante.
Maui es bastante divertido, polimorfo y obsesivo por la pérdida de su anzuelo mágico, con el cual no se siente seguro de transformarse como solía hacerlo antes. Claro está que le importa un bledo el compromiso de Moana.
En esta travesía hay un poco de todo, desde piratas hasta una jaiba que busca tesoros y pues, no es nada pacífica. Pero además del qué nos cuenta este filme, la maravilla está en el cómo, y eso se lo debemos a los directores Ron Clements, John Musker, Don Hall y Chris Williams, en un impecable trabajo de colaboración.
Bravo también por la labor de la actriz hawaiana Auili’l Cravalho para interpretar el rol de esta heroína que técnicamente no es una princesa, pero sí la hija del jefe de la comunidad.
En pocas palabras, aquí tenemos una “princesa” para nuestros tiempos, con una cintura de muñeca, con la garra de una adolescente que no se sienta a esperar el futuro porque el peligro que acecha no se lo permite. Con qué más se puede identificar el público de hoy en día, pues. ****
Punto final.- Que Natalie Portman otra vez se lució como Jackie Kennedy. A ver qué tal. El filme se estrena en Estados Unidos este fin de semana.
