México es un país que vive en constante incertidumbre en lo político y económico. Siempre estamos preocupados (me incluyo) sobre los factores externos que puedan influir en nuestra vida cotidiana. Donald Trump es un claro ejemplo. Una pregunta recurrente entre todos nosotros es lo que podemos hacer para fortalecernos como país y afrontar los retos que tenemos por delante.
Si bien la tarea no es fácil, tenemos “tela de donde cortar”. Para los padres de familia no hay preocupación mayor que la educación de los hijos. Es una angustia pensar que nuestros hijos no están siendo lo mejor educados ya sea en una escuela pública o privada. Ese temor constante es real, nuestros estudiantes en general están recibiendo una educación mediocre y no necesariamente por culpa de los maestros.
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La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) cada tres años realiza la denominada prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes). Dicha prueba se aplica a estudiantes de 15 años de edad en 72 países desarrollados y en vías de desarrollo, entre éstos México. PISA no califica materias en específico sino la capacidad de los estudiantes para entender y resolver problemas reales, es decir aplicar el conocimiento adquirido. Las áreas o conceptos a evaluar son: matemáticas, lectura y ciencias naturales.
En estos días se acaba de dar a conocer los resultados referentes a la evaluación 2015 y los resultados siguen siendo desastrosos para nosotros. Tenemos 15 años estancados. La educación en nuestro país según la OCDE es mala. México es superado por países como Israel, Trinidad y Tobago, Costa Rica, Albania, Tailandia, solo superamos a Montenegro y Georgia. Así o más claro.
Según se desprende del análisis realizado por el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) sobre los resultados de la prueba PISA en estos 15 años en lectura solo se avanzó 1 punto y en matemáticas 21 puntos, es decir solo un 5% del total, ya sea en escuelas públicas o privadas. Estos resultados nos sitúan muy por debajo de la media nacional.
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Para ponerlo en perspectiva los nulos avances –según el IMCO– significan que tenemos un atraso de tres años, es decir educativamente nuestros adolescentes de 15 años tienen una preparación de un alumno de 12 años si los comparamos con el resto de los demás países evaluados.
Si bien estos resultados a cualquiera dejan “frío”, nos preguntamos qué debiéramos hacer o dicho de otra manera qué están realizando los demás países o cuáles son las sugerencias a aplicar.
Según el IMCO la recomendación hacia los países es invertir en capacitación docente, aquí es donde viene la parte complicada. Según el presupuesto de egresos 2017 enviado por el Gobierno del Presidente Peña Nieto y aprobado por nuestros diputados federales el rubro justamente de Capacitación Docente tuvo un recorte del 39% y en el mismo renglón pero en educación básica del 51%.
¿Cómo va ser posible mejorar la educación de nuestros hijos si donde debemos invertir el dinero no solo no se aumenta sino por el contrario se disminuye drásticamente? Vamos a seguir estancados y atrasados porque en nuestro país el apoyo gubernamental hacia la educación solo es de dientes para afuera, puro discurso, palabras sin sustento.
Yo aplaudo a todos los maestros que día a día se esfuerzan por prepararse y salir adelante junto con sus alumnos, es a ellos a los que se debe de apoyar y premiar, pero también exijo que se castigue a los que les vale sombrilla; solo pensar que en algunos de estos últimos está el futuro de nuestros hijos se me paran los pelos de punta.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California.
