El acercamiento íntimo que María José Cuevas logró sobre Wanda Seux, Lyn May, Princesa Yamal, Rossy Mendoza y Olga Breeskin, después de su éxito como vedettes, permanece en cartelera del Cine Tonalá hasta el 31 de diciembre
No hay fórmula para aceptar la realidad y el paso de los años, eso queda claro en “Bellas de Noche”, pero también, que cuando uno decide reinventarse e ir contra los prejuicios, lo que importa es no dar marchar atrás ni brindarle fuerza a las críticas y errores pasados.
Sentirse bella y libre es quererse y no tener ataduras, mucho menos complejos de edad, así lo deja ver en su ópera prima María José Cuevas, a través de la mirada de Wanda Seux, Lyn May, Princesa Yamal, Rossy Mendoza y Olga Breeskin.
“Todo el principio parece que es como un documental testimonial de la época donde ellas salían con sus plumas y me contaban de su personaje, las vedettes y de aquel tiempo, pero conforme pasó el tiempo nos empezamos a hacer amigas y se creó una confianza mutua. Creo que tenía que existir de ambos lados, no solamente uno. Tú les tienes confianza y ellas te la tienen que tener a ti, cuando se dio eso nos empezamos a olvidar de la cámara y nos hicimos más cómplices. Es entonces cuando comienzo a ver la película desde otro lado”, explicó Cuevas.
De tener el testimonio de cinco personajes que en su juventud se popularizaron por la forma en que bailaban, sus actuaciones y despreocupación por cómo las percibían, la directora pasó a quitar cada una de sus capas y develar su interior: “Dejó de ser un documental de entrevistas y la época, porque descubrí un lado muchísimo más poderoso en ellas, que era el lado humano, y eso solo te lo da el acceso y la confianza que no se planea y que logras o no logras. Haces clic con alguien y le caes bien o no le caes. Esa es la magia del documental”.
El primer punto de partida que tuvo la cineasta para realizar “Bellas de Noche”, fue la propia relación que su padre, José Luis Cuevas, tenía con figuras de la rumba como Rosa Carmina, además de haber disfrutado espectáculos de Lyn May en el Teatro Blanquita. Sin embargo, el detonante de todo fue conocer a Princesa Yamal en 2006: “Exactamente hace diez años la conozco cuando Manuel Alcalá, un amigo, estaba haciendo una investigación del robo del Museo de Antropología. Nos pusimos a buscar a los personajes y con Princesa Yamal fue hasta por debajo de las piedras. Un día me dice ‘vente a Acapulco porque te quiero dar un regalo’. Ella vive allá y me fui, fue casualidad que yo llevaba una cámara en la bolsa porque el regalo fue que me hizo un baile en la sala de su casa y me dijo ‘hace 40 años que no hago esto’. Ese es el inicio de ‘Bellas de Noche’, porque justamente creo que lo que filmé con mi camarita es el alma del documental, ver a esta mujer queriendo compartir lo que alguna vez fue y lo que seguía siendo”, relató Cuevas durante su visita a Cine Tonalá Tijuana, en la que además de presentar su película, compartió aquel video.
Acostumbradas a la cámara, a interpretar y hablar de su pasado, cada una de las protagonistas se sumergió en diferente medida en “Bellas de Noche”, lo que al momento de abarcar su presente hizo que algunas compartieran momentos íntimos y dolorosos que finalmente las han hecho ser más aguerridas y disfrutar de la vida.
“Creo que eso es lo bonito de la película, que crees que estás viendo y escuchando simplemente una parte histórica y entretenida, cuando de pronto, sin darte cuenta, estás metido en la cocina de ellas. Eso me pasó a mí en la vida real. Aprendí mucho de ellas y de la vida, justamente a quitarme miles de prejuicios alrededor de las vedettes”.
— ¿Eso te hizo seguir el proceso por diez años?
“Sí, y la terquedad, porque me encontré con unas mujeres fuertes, unas mujeres alegres y unas mujeres que tuvieron que tocar fondo, pero también tuvieron la fuerza de reinventarse. Fue de terca y de pasión, lo tienes que vivir y ya tener en la sangre.
“Una de las cosas que me hizo aguantar estos diez años fue mi propia pasión, lo otro era que no las podía defraudar. Las veces que estuve a punto de tirar la toalla de lo difícil que fue, pensaba en ellas. Te vuelves cómplice de tus personajes y tus personajes se vuelven cómplices, terminamos necesitándonos las unas a las otras. Para mí ‘Bellas de Noche’ no era solo una película, se convirtió en estar filmando a mis amigas y quería compartir este acceso privilegiado que al final tuve con ellas. Lo que me cambió fue eso, en un documental por más que tengas una idea en papel y un tratamiento de lo que piensas que va a ser, termina convirtiéndose en algo que nunca habías contemplado para tu historia; eso es lo increíble del documental y mi gran aprendizaje”.
“Bellas de Noche” cuenta con la edición de Ximena Cuevas, hermana de María José, quien trabajó alrededor de 180 horas de material para hilar el pasado y presente de las protagonistas, en un ritmo idóneo que mantiene atrapado al espectador de principio a fin y explora todas las emociones.
Ganador del Premio Guerrero de la Prensa, Mejor Documental dirigido por una mujer y Premio “Ojo” al Mejor Largometraje Documental del Festival Internacional de Cine de Morelia, actualmente “Bellas de Noche” se presenta en diferentes horarios dentro de la cartelera de Cine Tonalá, donde seguirá en exhibición hasta el sábado 31 de diciembre.