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miércoles, febrero 21, 2024
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Por su madre, voten

Política Breve y de Emergencia

 


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Este próximo martes 8 de noviembre finalmente será la elección a presidente de los Estados Unidos de América. Los ciudadanos con derecho a voto del país vecino decidirán de entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, quién conducirá el gobierno y quién será el comandante en jefe de las fuerzas armadas de la nación más poderosa del mundo por los próximos cuatro años.


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Y digo finalmente porque en esta suerte de “reality show” de abrumador rating global, solo aquel que por decisión propia se abstiene, no le llegan las noticias de la contienda electoral más complicada, mediática, estrafalaria, agresiva y preocupante de nuestra era, y, claro, dicho esto desde la óptica de quien es ajeno al proceso, pero receptor directo de los efectos de la confrontación, es decir, un ciudadano mexicano.

Los últimos tres meses de campaña política de los norteamericanos, a los mexicanos literalmente, nos han tenido con el alma en vilo, entre las declaraciones del candidato Trump refiriéndose a México como un país “no amigo”, al que obligará a pagar la construcción de un muro divisorio entre los territorios, al que le repatriará no solo a quienes estén en condición de ilegalidad sino a los residentes y aún ciudadanos que tengan un origen de migración ilegal; Trump ha culpado a México de tomar todos los empleos que se le han quitado al norteamericano promedio en las últimas décadas y juzga responsable a las condiciones del Tratado de Libre Comercio entre los dos países, acuerdo que dice cancelará.

Estas y muchas otras amenazas contra México y los mexicanos, se convirtieron en el sustento del discurso brabucón e incendiario que le sirven al candidato para conservar una cerrada competencia y un seria y peligrosa posibilidad de triunfo. Ah, y sin olvidar, que el presidente mexicano lo recibió como jefe de estado precisamente en la residencia oficial de Los Pinos.

Solo para sensibilizar a algún escéptico: justo después de los tres debates públicos que los candidatos sostuvieron delante de la nación y, debo decir, ante la expectativa mundial, en nuestro país se modificó favorablemente el tipo de cambio peso dólar, porque en el ánimo general se apreció que las tres ocasiones la candidata Clinton había ganado el debate. Pero, bastaron las declaraciones del director del FBI sobre la reapertura de la investigación de los correos electrónicos de la entonces Secretaria de Estado, para que en las encuestas de nuevo se registre un empate técnico entre los candidatos y para que el peso mexicano se devaluara delante del dólar hasta casi 20 pesos por uno. Quien no lo sepa, pregunte a cualquier residente fronterizo qué es lo que esto implica.

Con todo respeto, pero es de no creerse que la discusión de ideas alrededor de la contienda electoral de la democracia más influyente en todo el mundo, se basa en el descrédito personal y el escándalo mediático que producen las conductas sexuales inadecuadas, el odio racial, las amenazas, los chivos expiatorios, el miedo y la provocación de las más bajas pasiones de una sociedad que agraviada busca venganza supremacista.

Hillary Clinton no ha podido tomar la ventaja que le haga llegar con tranquilidad al día de las elecciones, su formación, experiencia y capacidad no son elementos suficientes para convencer con contundencia al electorado volátil que está por definir a quién votar; en parte por el grave descrédito de la clase política gobernante, en parte por la conservadora imagen de campaña que está obligada a hacer desde la múltiple conjunción de corrientes políticas y partidistas en que su candidatura se convirtió, pero que no es aún suficiente para rebasar a un Trump engallado y alborotado y por eso, más peligroso.

Peligroso, es precisamente el elemento que el electorado norteamericano debe tomar en conciencia para resolver por quién debe votar, porque no solamente aquellos que ya hemos sido amenazados podríamos sufrir las consecuencias; la perturbante realidad es que entregar el poder para hacer la guerra en proporciones globales ya sea económica o bélica en manos irresponsables, es escalofriante.

Desde este pedazo de la tierra mexicana, con seria preocupación, quisiera pedirles a todos mis paisanos que les llamen a los suyos y les pidan que no dejen de ir el martes a votar; querían ser parte del sueño americano, la responsabilidad es grande; por su madre patria, ¡vayan a votar!

Que la historia lo registre.- El proceso electoral de Tijuana 1992 fue el primero que en BC se midió con encuestas para anticipar un resultado; alguien entonces dijo hay mentiras, grandes mentiras y las encuestas. Pero si en USA 2016 las encuestas fallan, ¡ya no sabremos qué creer!

Botón rojo.- Por qué el PAN no ha activado su representación en el extranjero con motivo de las elecciones de EUA? Será que está ocupado en asuntos más importantes.

 

Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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