El reconocido director mexicano es homenajeado en el Centro Cultural Tijuana. “Hacer un documental meramente de denuncia no era suficiente, había que hacer dentro de la ficción un testimonio de lo que estaba aconteciendo en México en esos años”, refirió a ZETA
El legendario cineasta Felipe Cazals visita la frontera para recibir un merecido homenaje a propósito de los 40 años del estreno de “Canoa” (1976), concedido por el Centro Cultural Tijuana (CECUT), como parte de las actividades por el 34 Aniversario de la institución federal.
La ceremonia de distinción a Cazals (México, 28 de julio de 1937), a celebrarse hoy viernes 21 de octubre en la Sala Carlos Monsiváis, incluye la proyección de la película “Canoa” a eso de las 6:00 pm, y al finalizar el autor dialogará con los espectadores, tal como sucedió en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY).
“El CECUT tiene una dimensión nacional bastante importante. En el aniversario del Centro Cultural Tijuana me parece que es un gran honor al unir ambas festividades y los 40 años de ‘Canoa’”, valoró en entrevista con ZETA Felipe Cazals.
“Trataré de estimular a los espectadores para que después de la proyección pregunten, traten de informarse, resuelvan sus dudas, digan lo que piensan, que sean espectadores activos y no consumidores pasivos”, invitó el célebre cineasta.
Sucedió en San Miguel Canoa
“Canoa” narra los acontecimientos sucedidos el 14 de septiembre de 1968 cuando cinco jóvenes trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla que pretendían escalar “La Malinche” fueron linchados por los lugareños de San Miguel Canoa, Puebla, instados por el cura del pueblo, acusándolos de “comunistas”.
La clásica cinta mexicana se rodó en 1975 bajo el guion de Tomás Pérez Turrent y la dirección de Felipe Cazals, aunque se estrenó durante una muestra en el entonces Cine Roble de la Ciudad de México en diciembre de 1976, y mereció el Oso de Plata a la Mejor Película en el Festival de Berlín (Berlinale) de ese año.
— ¿Cómo llegó a usted la historia de San Miguel Canoa y por qué decidió filmarla?
“La historia apareció donde usualmente he encontrado la gran mayoría de material de mis películas: apareció publicado en el periódico y en base a esa nota periodística remontamos toda la información, en la medida en que yo nunca abordo un tema si no puedo sustentar lo que afirmo en la película; y bueno, fueron en aquel tiempo muchos meses de investigación, muy compleja por cierto, y una vez que llegamos a la certeza de que los acontecimientos eran tal como los queríamos relatar, propusimos la película y se filmó”.
— En la televisión abierta se transmitía “Canoa” con algunas interrupciones. ¿Qué versión se proyectará en Tijuana?
“En los 80 ‘Canoa’ fue transmitida por Telesistema Mexicano y Televisa con su propia censura, además de un letrero en la parte final que afirmaba que ellos tenían los derechos de la película; no aclaraban que tenían los derechos de la película para transmisión por televisión, sino que todo esto era erróneo, por supuesto.
“Existe solamente una versión que en su momento Televisa transmitía suprimiendo partes del diálogo con un ‘bip’, y haciendo supresiones de imagen que no eran de importancia, pero de lo cual no tenían derecho a hacerlo.
“En cuanto a la transmisión en Tijuana es un Blu-ray de la película todavía no totalmente restaurada, está en el proceso de restauración final; pero ya es la primera etapa, y aunque hay todavía defectos, después de 40 años la restauración es muy compleja y muy elaborada, de todas maneras es una proyección completa, tal y como siempre fue la película.
“La versión restaurada está llevada a cabo por la firma más prestigiada mundialmente en películas clásicas, Criterion, que tiene dentro de sus diversas secciones lo que se llama Criterion Collection, ahí está incluida la restaurada ‘Canoa’ y se presentará esa versión restaurada en febrero de 2017 en el marco del Festival de Berlín.
“En la restauración no hay edición, no se toca el contenido de la película, la restauración consiste en única y exclusivamente hacer una corrección de color sobre el negativo y de alguna manera reproteger el negativo que al tener tantas copias impresas pues se reciente, y también se va a digitalizar en el proceso más moderno que hay para que esa nueva versión que se venderá en el formato Blu-ray parezca prácticamente como si hubiera sido filmada ayer”.
— A 40 años de distancia, ¿quedó usted satisfecho por la versión final de “Canoa”?
“Me hace usted una pregunta muy compleja, de hecho varias películas han sido apreciadas, otras no lo han sido; ‘Canoa’ es obviamente una de mis películas preferidas, por supuesto, porque es una película importante y porque tuve la colaboración de los mejores compañeros y colaboradores de ese momento, pero yo creo, personalmente, que podría haberla hecho mejor, yo creo que siempre se puede hacer mejor lo que se considera como mejor.
“El apego a la verdad de la historia no tiene ninguna duda; yo no filmo lo que no pueda sostener y comparar con la verdad no histórica, con la verdad de los documentos, de los testimonios, de las declaraciones o de las ocultaciones, es desde el punto de vista creativo; lo que sucede es que si yo hubiese filmado todas las barbaridades que el pueblo de Canoa les hizo a estos muchachos, el público se levantaría de su asiento, en aquel tiempo y hoy también, porque no resistiría tanta salvajería”.
En los 70
Aunque también es director de más de una veintena de películas, celebérrima es su trilogía cinematográfica integrada por “Canoa” (1975), “El Apando” (1975) y “Las Poquianchis” (1976).
— ¿Qué tal difícil fue hacer cine documental cuando en la década de los 70 lo que vendía era la comedia?
“Lo que vendía era la comedia y la comedia ha regresado, la comedia es un género persistente en el reclamo de los espectadores mexicanos. En cuanto a ‘Canoa’, ‘El Apando’, ‘Las Poquianchis’, en fin, estas películas de las cuales yo me responsabilizo, tuvimos curiosamente un éxito absoluto con el público popular, de eso no hay duda; pero claro, nuestro lenguaje, nuestra forma de filmar, nuestra narrativa cambió radicalmente lo que se hacía en aquellos tiempos”.
— ¿Dudó en algún momento en filmar la trilogía “Canoa”, “El Apando” y “Las Poquianchis”, considerando la disyuntiva de hacer el cine documental o hacer el cine de comedia para vender muchas copias y llenar las salas de cine?
“No. Cuando comenzamos a filmar en mi generación, la de los años 70 del siglo pasado, nuestra decisión era abordar el cine nacional como un testimonio, es decir, no podíamos distanciarnos de la realidad en la cual vivíamos, nos parecía que hacer un documental meramente de denuncia no era suficiente, había que hacer dentro de la ficción un testimonio de lo que estaba aconteciendo en México en esos años”.
— En esta trilogía sintetiza usted las condiciones de los desposeídos en México. Tomando en cuenta su compromiso social, ¿qué es el cine para Felipe Cazals?
“Acuérdese que ya casi voy a cumplir 80 años y prácticamente ya no estoy en activo, pero el cine para mí fue de alguna manera el utensilio que me permitió expresar mi punto de vista crítico al respecto del tiempo que me tocó vivir; yo no creo en los creadores que no tienen una relación directa con el tiempo que les toca vivir y que se hacen a un lado de esos asuntos; yo creo que tenemos la obligación de referirnos a nuestro tiempo y de tener un punto de vista crítico al respecto”.
“El cine mexicano nunca tienen crisis de talento”
Felipe Cazals es un director de cine que siempre reconoce e impulsa el trabajo de las generaciones que le han sucedido. Y a propósito de su apuesta del cine como testimonio, se le cuestiona:
— ¿Desde qué perspectiva o cómo debería contar el cine nacional, las tragedias del México reciente? Ayotzinapa, Tlatlaya…
“Yo creo que con toda claridad habrá cineastas jóvenes, o los hay sin duda alguna, que van a reflejar en su trabajo esos acontecimientos de una manera cierta, muy severa, y estamos a punto de verlo, no debe tardar eso”.
— ¿Qué opina Usted de las generaciones de cineastas como Emmanuel Lubezki, Alejandro González Iñárritu, Guillermo Arriaga, Carlos Carrera, Alfonso Cuarón? Por citar solo algunos de los que están triunfando en el extranjero…
“Los cineastas tienen que encontrar su espacio, las películas no son todas iguales ni todas deben de costar lo mismo, es como todas las expresiones artísticas, como la partitura musical, como la literatura, escultura, hay quienes tienen necesidad de hacer obras gigantescas, y otros con obras modestas resuelven su necesidad de expresión.
“Yo creo que los cineastas que migraron demostraron en el extranjero el talento que tienen, eso está fuera de duda. En cuanto a México, tiene usted nombres excelentes de cineastas en este momento que están entre los 20 y 45 años, y cuyo trabajo está presente y muy apreciado en los festivales extranjeros.
“Hay que recordar una cosa fundamental: el cine mexicano nunca tienen crisis de talento, tiene crisis de dinero o crisis de exhibición, pero de talento nunca lo ha tenido en toda su vida”.
“Volver a ser espectador”
Felipe Cazals es el cineasta indicado para hablar también de la industria de cine en México, y para empezar se le plantea la pregunta de rigor:
— ¿Qué es lo más urgente para que México cuente con una industria de cine?
“Mire usted, la desgracia es que la industria la hubo, y lamentablemente gracias a los esfuerzos de diversos políticos en el poder se encargaron de exterminarla; y una vez que uno pierde una industria, recuperarla es muy difícil, ése es el gran problema de los cineastas nuevos hoy en día: que no hay las ramificaciones y la infraestructura que se necesitaría. ¿Qué sucede entonces? Que no hay manera de presionar y de tener derecho en igualdad de circunstancias a la exhibición, ése es el cuello de botella, la exhibición está en manos de un duopolio que se encarga de darle las fechas al cine mexicano que son las menos importantes y las casi siempre perdedoras, salvo si son comedias, porque saben que las comedias pues son más rentables; hay mucho cine mexicano que merece ser estrenado, pero que no ha logrado obtener del Congreso que se aplique una ley para la exhibición del cine nacional, eso es lo que urge”.
— ¿Ve posibilidades de que se aplique “una ley para la exhibición del cine nacional” en lo que resta del sexenio de Enrique Peña Nieto o a mediano plazo?
“No sabría decirle, porque esto es un asunto de una unión fuerte y sólida de pensamiento y organización de los grupos del común de los cineastas que acaben por presentar tanto ante el Congreso como ante la Secretaría de Cultura, un proyecto sólido, bien fincado, razonado, explicativo, ¡no puede ser que teniendo mil 300 salas de cine hoy en todo el país haya películas que se exhiban en mil 100 al mismo tiempo! No queda espacio para nadie, no sé si me explico”.
— Pues entonces es muy grave…
“Es gravísimo, es gravísimo, ése es el gran problema del cine mexicano y sobre todo de la expresión del cine mexicano; acuérdese usted que en este país pocas personas abren un libro, pero muchas gentes sí van al cine, y el cine no solamente divierte y entretiene, sino hace que el espectador se asome, a veces, en el país en el que vive”.
— ¿Ve usted esperanzas de que resurja una eventual industria de cine mexicano?
“No bajo la fórmula de que existió anteriormente; eso no es posible porque inclusive el cine ya es lo que se llama el audiovisual, eso es mucho más complejo, su formato ya es digital, su exhibición puede ser simultánea a través de plataformas internacionales y canales de televisión privados, o sea, todo ha cambiado, y frente a ese cambio general y muy complejo, la comunidad de cineastas tiene que hacer un planteamiento muy razonado, muy bien redactado, para que la situación cambie”.
— ¿Qué planes tiene Usted?
“Ninguno, vivir lo mejor posible, tratar de colaborar y de ayudar a los que comienzan, y hacer lo que hicieron mis predecesores: ayudar a los que siguen”.
— ¿Ya sabe de algún homenaje nacional en 2017, a propósito de sus 80 años que cumplirá el 28 de julio?
“No, sé del que va a hacer mi familia en mi casa, de ése sí sé, pero de lo demás no sé nada”.
— Finalmente, ¿cómo se siente usted a los 79 años con esta serie de homenajes durante este año?
“Pues mire, llevo 25 minutos hablando, no he tosido, no me he parado, no me he puesto nervioso, ¡pues bien! Simple y sencillamente que ya me tocó la otra parte: la de volver a ser espectador”.
