La Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un “llamamiento urgente” para recaudar 120 millones de dólares en ayuda humanitaria, para paliar las catastróficas consecuencias del paso del huracán “Matthew” en Haití, que dejó más de 1,000 personas muertas, 4 desaparecidos, 211 heridos y 61 mil personas en albergues, según estimaciones oficiales.
Además, se estima que 750 mil personas necesitan auxilio inmediato de un total de 2.1 millones de afectados. Las zonas afectadas carecen de electricidad, hay escasez de agua potable y comida, aunado a que bandas armadas atacan los suministros y las inundaciones hacen temer un rebrote de la epidemia de cólera.
Mientras, los funcionarios locales enfrentan problemas graves para conseguir alimentos, medicinas y agua, para las desesperados pobladores de comunidades cada vez más aisladas, casi una semana después del paso del fenómeno meteorológico, que generó en el país la peor crisis desde el sismo de 2010.
Se habla de entre 900 y 1,100 muertos. Las cifras de víctimas que ofrecen el Gobierno nacional y las autoridades locales son dispares, debido a que los equipos de rescate no pudieron llegar todavía a todas las zonas castigadas por la tormenta.
Haití fue afectado por el huracán Matthew, que tocó tierra el martes de la semana pasada, con vientos de 230 kilómetros por hora y categoría 4. Es la peor catástrofe natural desde el terremoto de 2010, de la que ese país aún no se ha recuperado, y que dejó unos 300 mil muertos, una cifra similar de heridos y alrededor de 1.5 millones de damnificados.
Aunado a la devastación y muerte está el cólera. Desde octubre de ese año, Haití ha reportado más de 790 mil casos de cólera con más de 9 mil 300 muertes, y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguró que en su punto máximo, en 2011, los casos de cólera llegaron a un promedio de 6 mil 766 casos semanales.
A raíz de las inundaciones y el agua contaminada, el brote se reavivó y cobró hasta el momento 13 vidas. El cólera, que se propaga a través del agua o alimentos contaminados con la bacteria Vibrio cholerae, que puede causar diarrea y vómitos severos, lo que conduce a la deshidratación extrema y puede llegar a la muerte en cuestión de horas.
En Jeremie, un localidad del suroeste del país, severamente afectada por el ciclón, las autoridades empezaron a enterrar a los muertos en fosas comunes, debido a que los cuerpos estaban empezando a descomponerse, dijo a la agencia británica Reuters un alto funcionario del gobierno nacional.
Además, en ciertas zonas del territorio, hasta el 80 por ciento de los cultivos fueron arrasados, por lo que se espera que la gente abandone las zonas rurales hacia las urbanas, empeorando la situación en los barrios marginales de ciudades como Puerto Príncipe.
La comunidad internacional inició el envío de ayuda humanitaria a los afectados después de que el presidente interino, Jocelerme Privert, que el sábado visitó Jeremie, apeló a la solidaridad extranjera. Ante ello países como España, los Estados Unidos, Venezuela, México, Cuba, Colombia, Francia y la Unión Europea prometieron asistencia a Haití.