Vaya manera de comenzar a contar la historia de “Simba”, el encantador “Rey León” que Disney primero nos presentó en su ya clásica cinta de dibujos animados en 1994, para después llevarla a Broadway.
Con esta colosal puesta en escena, el Teatro Civic se convierte en una auténtica selva llena de color, luz, ritmo y acción, gracias a la oferta de Broadway San Diego y a la temporada que el musical estrenó el miércoles 7 de septiembre y que culminará el 2 de octubre.
Gigantescos títeres y un elenco sumamente profesional desfilan por los pasillos, junto a las butacas, mientras la orquesta y los percusionistas interpretan los temas de Elton John y Tim Rice, empezando con un poderosísimo “Circle of Life”.
El entusiasmo es contagioso con esa manera de abrir la escena y la riqueza visual que el montaje ofrece bajo la dirección de Julie Taymor, justo esto era lo que se requería, considerando la popularidad de la película y de los retos que enfrenta “Simba” para dejar de ser el cachorro juguetón, superar el triste destino de su padre “Mufasa”, reencontrarse con su amada “Nala” y poner al malvado “Skar” en su sitio para convertirse, finalmente, en el rey de la selva.
Gerald Ramsey como “Mufasa” destaca con su vigorosa voz y un misticismo con el que reviste a su personaje, mientras tenemos un estupendo trabajo de Nick Cordileone como el pájaro “Zazu” y la comicidad de Buyi Zama en el rol de “Rafiki”.
Con una escenografía al igual ingeniosa, la capacidad de la obra para comprometer al público es asombrosa, sobre todo durante el primer acto, en el que tantos elementos parecen novedad.
El ímpetu es demasiado intenso en el primer acto como para sostenerse hasta un final no tan espectacular como el inicio y, sobre todo, un poco tibio en la parte vocal tanto de Nia Holloway en el rol de “Nala” y de “Simba”, encarnado por Aaron Nelson.
Sin embargo, en su conjunto se está ante un espectáculo muy imaginativo, donde la creatividad aflora con un elenco multiétnico de indudables y variados talentos. Eso es lo importante en una puesta en escena que tiene suficiente magia para envolver a los niños e involucrar a los adultos por igual en esta aventura de un musical llamado “El Rey León”. Bravo por Disney y por Broadway San Diego.