Cientos de autobuses con miles de personas fueron transportadas desde distintas partes de la República -principalmente de entidades en las cuales gobierna el Partido Revolucionario Institucional (PRI), como el Estado de México e Hidalgo-, hasta la Ciudad de México, para presenciar el festejo del Grito de Independencia presidido por el Presidente Enrique Peña Nieto en el Zócalo de la capital mexicana.
Las centenas de autobuses llegaron a las calles aledañas al primer cuadro de la Ciudad, para estacionarse y que de las unidades -que portan una cartulina con un número que corresponde a un estado y la leyenda “Aniversario del Inicio de Independencia de México 1810-2016”-, descendieran los llamados “acarreados”.
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Niños, jóvenes, adultos, ancianos, todos vestidos con alguna prenda roja o banca o verde, y una estampa pegada en el pecho, con la misma leyenda que los camiones. Al bajar, todos recibieron una bolsa con un jugo y un sándwich, antes de encaminarse a la Plaza de la Constitución.
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El arribo de los camiones, algunos de los cuales fueron estacionados en doble fila, contaron con el apoyo de policías de tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. Además, su llegada coincidió en algún punto de la capital con la manifestación de miles de personas que exigen la renuncia de Peña Nieto.
En la plancha del Zócalo, frente a Palacio Nacional, se permite la entrada a personas que portan pulseras verdes o blanca, un pin tricolor y otro verde. Quien no porta esos distintivos es enviado a la fila de junto, donde se debe cruzar por arcos detectores de metales y decenas de policías vigilan.
La jornada será larga. Algunos “acarreados” arribaron desde las 5 de la mañana y otros desde las 8. El diario Reforma reportó que unos 40 empleados arribaron en vehículos de uso exclusivo del DIF del Edomex y camionetas con logos del Gobierno del Estado de México, donde llevan paquetes de comida para los asistentes, invitados por ellos.
– Con información de Reforma y SinEmbargo.
