Resaltando las cualidades de cordialidad y civilizatorias de Alfonso Reyes, Jesús Silva-Herzog Márquez acudió al Centro Cultural Tijuana (CECUT) para abordar la vida y obra del autor de “Visión de Anáhuac” el miércoles 14 de septiembre de 2016, en el marco del ciclo de conferencias “México a través de la Cultura” del organismo federal.
Precisamente considerando la capacidad civilizatoria de Alfonso Reyes, el autor de “La idiotez de lo perfecto. Miradas a la política” (FCE, 2006), lamentó ante unas doscientas personas reunidas en la Sala de Cine Carlos Monsiváis del organismo federal:
“Yo creo que si algo ha pasado en México en los últimos diez años, es que hemos retrocedido en nuestro nivel civilizatorio; México es un país mucho menos civilizado hoy de lo que era hace veinte años”.
Luego, en entrevista con ZETA, Jesús Silva-Herzog Márquez abundó sobre por qué hemos retrocedido en nuestro proceso civilizatorio:
“Yo creo, en primer lugar, que puede hablarse de ese retroceso civilizatorio en México en la medida en que la muerte vuelve a tener un sitio en la vida social y política del país, que no tenía desde hace muchas décadas; el miedo sigue apoderándose de la convivencia de una manera que no la conocieron las generaciones anteriores y hoy se habitúan a la presencia del temor en su vida cotidiana, yo creo que eso nos habla de un país menos civilizado”.
Rumbo al proceso electoral de 2018, cuando se renueve la Presidencia de la República, actualmente en poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Silva-Herzog Márquez fue claro:
“Yo no veo muchas señales de esperanza en la competencia política que viene (2018)”.
Por supuesto, en el PRI de Enrique Peña Nieto no están las ansiadas “señales de esperanza”:
“Me parece muy difícil que del lado del partido del gobierno haya posibilidad de rejuvenecimiento; me parece que es un partido que desde luego tiene una presencia nacional que todavía es muy relevante y es un partido que cuenta, pero creo que el daño que el gobierno de Enrique Peña Nieto le ha hecho a ese partido y el desprestigio que carga, pues lo hace yo creo que muy poco susceptible de generar una candidatura de cambio, de renovación”.
Finalmente, sobre las demás fuerzas políticas esparcidas por el electorado, Jesús Silva-Herzog Márquez sentenció:
“No me parece que en las ofertas políticas que se configuran en estos momentos haya un perfil de renovación que uno pueda ver con expectativas positivas”.
