El presidente del Tribunal Electoral del Estado, Martín Ríos Garay, reiteró que en la elección de alcalde de Tijuana no hubo ningún agravio que justificara anularla, pese a la larga lista de planteamientos del magistrado Leobardo Loaiza al respecto.
En entrevista con ZETA, Ríos Garay aceptó que tal y como dijeron los partidos recurrentes, se interrumpió – contra la Ley Electoral – el cómputo distrital, pero “no tenía la posibilidad de nulificar la elección”.
También minimizó que el Distrito 11 estuviera plagado de reportes por anomalías, ya que no alcanza a representar un porcentaje mayoritario.
Como dijo en la sesión del 5 de septiembre, el magistrado aseveró que no tiene la función de investigar, solamente de analizar lo que digan los recurrentes.
“Nuestra resolución va ser confirmada (por la Sala Regional del Tribunal Federal”, declaró.
Su argumento para ello es que no está permitido que priistas y pesistas presenten más prueba, y los juzgadores no pueden buscar más allá.
Negó categóricamente que el haber trabajado en dos administraciones panistas – de José Guadalupe Osuna Millán – le dé afinidad con el PAN, partido del que ratificó el triunfo en Tijuana.
En ese sentido, dijo que cuando trabajó en la Secretaría General de Gobierno “no tenía una definición sobre los temas políticos del Estado”, señaló que solo un trabajo técnico legislativo.
Dice que no simpatiza con el blanquiazul.
Entre 2010 y 2015, Ríos Garay fue director de Planeación y Estudios Legislativos, encargado de llevar la agenda legislativa que conviniera al gobierno panista en turno.
Dichas declaraciones las hizo a este Semanario previo a dar una conferencia al Colegio de Abogados Electorales, cuyo presidente, Miguel Ángel Uribe se negó a opinar como especialista de un proceso controversial, calificado de polémico e inclusive, ha sido calificado como carente de legalidad.
“Siempre habrá irregularidades e imprecisiones que bien pueden no ser malintencionadas”, dijo.
