El problema principal de esta tercera entrega de “Star Trek” con el sello de Bad Robot es que tenemos otra vez a los personajes luchando con las mismas dudas de siempre. Pero el director Justin Lin supo remediar el posible atoramiento con acción extrema que sacude esta aventura espacial, donde dolorosamente vemos al USS Enterprise devastado cuando Krall (Idris Elba) ataca a la tripulación liderada por James T. Kirk (Chris Pine).
Con un estupendo trabajo de maquillaje, Krall es todo lo que un villano debe ser, y además está acompañado por un verdadero batallón capaz de expulsar a Kirk y compañía a un planeta igual de peligroso del que tratarán de escapar junto con sus incondicionales, donde lógicamente encontramos a Spock (Zachary Quinto), Uhura (Zoë Saldana), McCoy (Karl Urban), Sulu (John Cho) y, por supuesto a Scotty (Simon Pegg, quien además colaboró con el guion).
Un buen agregado en esta odisea se da con el personaje de Jaylah (Sofia Boutella), una auténtica guerrillera que parece ser la horma del zapato de Kirk y, sobre todo, mucho más impredecible que el intrépido capitán.
Entre el deseo de eterna sobrevivencia de Krall, el rompimiento de Spock y Uhura, la pareja de Sulu, el plan de Spock de dejar Starfleet y la posibilidad de que Kirk acepte un ascenso y se olvide del espacio, hay aquí suficientes subtramas como para mantener el interés, aunque justo cuando todo se vuelve “emocionalmente comprometedor”, Lin hace de las suyas al estilo “Rápido y Furioso” para convertir la escena en un festín de adrenalina y efectos especiales.
El resultado es sumamente entretenido, como debe ser toda película de “Star Trek”, aunque ahora persiste un tono menos evocativo al de la serie original de Gene Roddenberry. En fin, se trata de una travesía más a bordo -al menos parcialmente- del USS Enterprise con Kirk y Spock otra vez aprendiendo la lección de por qué el lazo fraternal entre ambos, es lo que les permitirá cumplir su misión: explorar el espacio y más allá, teniendo a sus fieles espectadores al filo de la butaca. Lin supo cómo hacer justo esto, pero la verdad sí se extraña a J.J. Abrams. *** y media
Punto final.- Y el 4 de agosto: “Suicide Squad”, o bien, el “Escuadrón Suicida”.
