Por supuesto en clase turista, Andrés Manuel López Obrador, su esposa y su hijo menor, llegaron a Tijuana, Baja California, el lunes 11 de julio. Utilizó el Puente de las Américas y, ya en Otay Mesa, Chula Vista, lo esperaba su amigo y dirigente de MORENA en el Estado, Jaime Bonilla. Quien será el candidato presidencial de Movimiento de Regeneración Nacional en 2018, decidió olvidarse tres días de la política y dedicarlos a su otra pasión: el beisbol. Del 10 al 12 de julio se celebró en Parque Petco, casa de los Padres de San Diego, la edición 2016 del Juego de Estrellas del “Rey de los Deportes”. Iniciaron con el juego de las futuras estrellas, jóvenes de Ligas Menores de Estados Unidos y el mundo, enfrentándose en esa clasificación. El lunes se celebró el Home Run Derby, donde los ocho mejores jonroneros, Giancarlo Stanton, Corey Seager, Will Myers, Todd Frazier, Adam Duvall, Carlos González, Mark Trumbo y Robinson Canó, realizaron sus mejores tiros. El martes, el día que Andrés Manuel López Obrador y su familia acudieron al Juego de Estrellas, utilizaron las localidades de Bonilla (otro apasionado del beisbol) para atestiguar, enfundados en sendas gorras de los Medias Rojas de Boston, cómo la Liga Americana ganaba por cuarta ocasión consecutiva la justa deportiva. El líder de MORENA fue “descubierto” por aficionados que se tomaron fotografías con él y le mostraron su apoyo, mientras él bebía café. Como buen aficionado, el “Peje” no resistió la tentación de fotografiarse con David Ortiz, bateador designado de su equipo, los Medias Rojas de Boston, fotografía que circuló en redes sociales. Antes de regresar a Ciudad de México, López Obrador y su esposa pasearon por un centro comercial, pero no se alarme, no fue el consentido de los políticos defeños, Fashion Valley, sino el de descuentos de fábrica, Las Americas Premium Outlets en San Ysidro. Por cierto, independientemente de satisfacer su pasión por el deporte, el viaje de AMLO para asistir al Juego de Estrellas tuvo un motivo oculto: contagiar a su hijo de la pasión beisbolera, pues cuentan, al chamaco le anda dando por el futbol soccer. Lo que le faltaba.
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