En los días previos a las elecciones, diversas voces convocamos a la ciudadanía a votar, pero el porcentaje que respondió fue escaso.
Lo más grave es que el panorama frente a las futuras elecciones es muy sombrío, ya que el triste espectáculo que se está dando en el cómputo distrital está cansando más a la población, aumentando el desprecio a todo lo que tenga que ver con la política y con las votaciones.
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Por todo ello es muy importante que el gobierno, medios de comunicación, partidos políticos, Instituto Electoral, escuelas, Organismos de la Sociedad Civil, Iniciativa Privada y los propios ciudadanos en lo individual, hagamos un análisis y propuestas para, primero entender qué es lo que pasó, y para implementar acciones que logren aumentar el porcentaje de quienes acudan a votar.
En cuanto al gobierno, si bien hartó a la población con su excesiva intromisión en los procesos electorales, como todos los extremos son malos, por supuesto que si bien no se desea su participación activa en el proselitismo ni en la jornada electoral, claro que tiene un alto grado de responsabilidad en la apatía ciudadana, ya sea porque con sus acciones motiva la ausencia de electores y/o porque no fomenta de manera adecuada el voto.
Por su parte, los medios de comunicación se han enfocado en transmitir los actos proselitistas y los reclamos de políticos y sus partidos, pero hubiera sido sumamente útil haber promovido intensamente el voto.
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De los partidos hay mucho que decir. Independientemente de que promuevan a determinados candidatos, es menester que promuevan que la gente vote, por quien quiera, pero que vote. Claro que también es necesario que analicen a profundidad si fueron atinadas sus decisiones internas en cuanto a los candidatos que eligieron, pero allí están los resultados en las urnas que les ayudarán a sus análisis y por supuesto que deben de considerar si la forma en que desarrollan sus campañas son las adecuadas o si a la postre reciben más castigo que reconocimiento en las casillas y en los medios y redes sociales.
En lo que toca al Instituto Electoral, el proceso les ha resultado todo un examen, del que si bien aún no hay calificación final, por lo pronto ya llevan muchas notas malas, en primera instancia, porque la obligación que tienen de promover el voto está más que reprobada y esperemos además que los tragos amargos que están pasando en el cómputo distrital les esté ayudando a escribir un manual de todo lo que deben y no deben hacer en el futuro.
En lo que corresponde a las instituciones educativas, es imprescindible que retomen con más fuerza su objetivo de inculcar valores, especialmente civismo, asignatura en la cual va inmersa la participación ciudadana, en este caso, en la modalidad de impulsar que la gente acuda a votar.
Por parte de los OSCs, hay mucho que hacer. Es incongruente que seamos una de las entidades con mayor participación de asociaciones civiles y que la votación sea tan pobre.
Respecto a la iniciativa privada, aunque la CANACO hizo lo que pudo para promover el voto, faltó acompañamiento de comerciantes y empresariado en general para estimular la votación.
Finalmente, en lo individual, como ciudadanos, faltó mayor conciencia de la obligación de votar, esperando que en las secuelas del proceso electoral tengamos la madurez de no permitir que oscuros intereses egoístas enturbien el resultado y que por el contrario, hagamos un exhorto a los políticos para que concluyan con dignidad y respeto su participación y que permitan que nos dediquemos todos a lo que sigue, como lo es la transición, en la que esperemos no se repita lo negativo y que por el contrario, se le dé continuidad a lo bueno que como sociedad hayamos logrado.
Todo es cuestión de saber qué pasó.
Alberto Sandoval es Coordinador de Alianza Civil, A.C. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: AlianzaCivil Twitter: @AlSandoval
