México, mi querido México, rico en su gente trabajadora, rico en recursos naturales, rico en valores familiares, rico en sueños para el futuro. Sin embargo, tenemos un gobierno que vive en una burbuja, que vive en la irrealidad. En realidad me sorprende la actividad de nuestros políticos, sus discursos vacíos y pienso, ¿estarán en realidad hablando en serio? ¿Qué, no piensan? ¿Será verdad lo que proponen? En realidad es que están viviendo en la burbuja.
Estoy cierta que al gobierno de México, le lanzan billetes de alto calibre, por parte de organismos internacionales que no son nada representativos como quieren hacer creer, que dizque son apoyos para que México salga adelante. Todo tan falso como nuestro gobierno que vive desde hace muchos años en una burbuja. Yara empeorar las cosas, por otra parte el maridaje que sostiene con el crimen organizado que les patrocina campañas y otros favores. He aquí algunos puntos a considerar:
La ONU, casi desde su fundación, se sabe que es un organismo controlado por los Estados Unidos. A la ONU, le marcan directrices y las sigue sin protestar: qué se promueva y qué no, a cuál país se le puede afiliar y a cuál no. También las campañas de la ONU vienen a perjudicar a las personas, en su integridad, en su dignidad, en su economía. Los países latinoamericanos son como piezas de ajedrez; México no es la excepción, los ponen de rodillas. Aquí vienen a parar campañas de productos basura que no les permiten vender en los países de primer mundo. Siempre detrás hay negocio.
A nivel país, existen más de 60 millones de pobres, pobres; las personas se ven obligadas a salir de sus lugares de origen para buscar una vida mejor para sus familias, creando cinturones de miseria en las ciudades y corriendo riesgos de perder la libertad, la familia y hasta la vida.
La desintegración familiar, en ocasiones causada por la migración, en otras por la ignorancia, y también en ocasiones por tantos ataques “legales” y disfrazados que recibe la familia mexicana, porque todos sabemos que nuestros legisladores meten goles en esas leyes, claro, para sus propósitos macabros. Pero el objetivo es desintegrarla a como dé lugar, esto para llevar a un debilitamiento en la formación y sentido afectivo en las personas, sean fáciles de manipular y no representen riesgos de pensamiento o manifestación de rebeldías. Al contrario, hay un atentado hacia el respeto a la vida, si la vida no se respeta, qué otro valor puede respetarse más que ése.
¿La identidad de las personas está perdiéndose cada vez más, diluyéndose? ¿Quiénes somos? ¿De qué formamos parte? La cuestión es que de un tiempo para acá, de repente, salen grupos minoritarios reclamando sus derechos, claro, apadrinados por políticos y gente de poder. Hacen suficiente ruido y aprovechan a nuestro gobierno de la burbuja, que no piensa, que no analiza, para crear leyes y aprobar reformas que en realidad no benefician a las mayorías. Caminamos hacia el futuro y comprobaremos los errores y daños por las decisiones de este gobierno de la burbuja.
La violencia está en todos los rincones de nuestro país; violencia por el afán de tener riqueza y poder, obtener lo superfluo en algunas ocasiones y otras con el fin de obtener uno de los peores vicios: el dinero fácil, contando en la mayoría de las ocasiones con la complicidad de los órganos de gobierno que deberían proteger y prever, pero se hacen los occisos por razones obviamente económicas y seguir en sus puestos.
Si de legislar con acierto se tratara:
a) Se analizaría el considerar la situación del país dentro de un problema de salud pública y se crearían los mecanismos necesarios para combatirla.
Continuará…
Atentamente,
Rita Cedeño Pérez
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