Con una inversión de 51 millones de pesos para la instalación de mil 500 botones de pánico -apenas han instalado 200- en las 400 comunidades más inseguras de Baja California, el Gobierno del Estado pretende dar una respuesta a los reclamos de seguridad de los ciudadanos y una atención más rápida a las denuncias de delitos violentos y emergencias de salud en la entidad. Marco Carrillo, ex funcionario de seguridad, calificó la acción como “una opción que tiene más costo que beneficio”
El 11 de junio de 2016 deberán quedar instalados y funcionando un total de mil quinientos dispositivos de alarma -conocidos como botones de pánico- en los cinco municipios del Estado, distribuidos 800 en Tijuana, 300 en Mexicali, 200 en Ensenada, 100 en Rosarito y otros 100 en Tecate.
Es un dispositivo electrónico similar al de una alarma casera, conectado a la línea telefónica -fija, no celular- y al presionarlo se genera la alerta en el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4), se instala en un lugar estratégico, funciona sin baterías ni energía eléctrica. Ante la señal se ubicará automáticamente el lugar de origen, lo que implica la respuesta inmediata de las corporaciones policiales.
Se están instalando en las colonias prioritarias en la entidad, las que tienen mayor incidencia de emergencias y denuncias anónimas, se entregarán en comodato y el usuario recibirá capacitación para el uso, además de que tiene que firmar una carta-compromiso para el uso responsable del dispositivo
Con esta medida se busca no sólo contrarrestar los robos violentos a comercios, sino las intrusiones en residencias, incendios, emergencias por salud y hogares de personas con algún tipo de discapacidad. Se calcula una inversión de 51 millones de pesos, y en una primera fase del proyecto, dependerá de sus resultados la posibilidad de ampliación de la cobertura, según lo explicó el subsecretario de Seguridad Pública en la entidad, Marco Antonio Sotomayor.
DE PÁNICO
“Este tema de los botones es totalmente diferente a lo que se ha manejado anteriormente”, explica de entrada el subsecretario de Seguridad Pública en la entidad, quien detalla cómo en casos de emergencia el primer dato necesario es la ubicación, debido a que la llamada puede cortarse intempestivamente.
Botones, la entrega en Tijuana
Expone que en México -en comparación a Estados Unidos- aún no existe este sistema donde al marcarse en tiempo real inmediatamente se despliega la ubicación física a través de triangulación o el Geo Posicionador Satelital (GPS). En nuestro país existe la posibilidad técnica de hacerlo, pero no está legislado.
La otra parte tiene que ver con la inmediatez de la respuesta, aunque Sotomayor comenta que no todos los reportes que se reciben en el 066 son emergencias: “Una emergencia es una situación que pone en riesgo inminente la vida, la salud o la propiedad de una persona. Puede ser un incendio, un infarto o un robo con violencia. Ahí es donde entran estos botones, no son para denunciar a un vecino por el alto volumen de la música, o estar mal estacionado”.
De las zonas donde se instalarán, “tenemos identificadas 400 comunidades en el Estado, eso deriva de un cruce de variables donde se analiza dónde hay más denuncias formales ante el Ministerio Publico, de qué colonia se generan más llamadas de emergencia al 066, de dónde se generan más llamadas de Denuncia Anónima al 089 y los lugares donde se cometen más infracciones administrativas al Bando de Policía y Buen Gobierno, a los que se suman las colonias donde vivían los actuales internos de los penales”.
Sotomayor agrega que se está trabajando con comités de vecinos, asociaciones civiles, comerciantes, casas hogar y asilos.
Dentro del esquema primero capacitan a los usuarios en el procedimiento e importancia de las llamadas de emergencia y posteriormente se les explica sobre el funcionamiento del dispositivo, esto es, el botón de pánico.
Según el funcionario, en el C4 hay un área destinada a ese procedimiento. Al presionarse el botón aparece en el sistema toda la información del ciudadano. Y es que al usuario se le registra en una base de datos -previa aprobación- con el nombre, domicilio, puntos de referencia, color de la casa, lo cual queda georreferenciado en un mapa –Google Maps-, así que al presentarse un incidente, toda esa información aparece en pantalla.
Ante la alerta se canaliza la información a la corporación, a la par que se realiza una llamada de verificación -algo similar a lo que hacen las centrales de alarma- y el proceso no se cierra hasta que éste debidamente atendido.
BOTONES
Este modelo inició con la entrega de cerca de 200 aparatos en Tijuana -donde se completarán 800-, pero esta semana iniciaron pruebas para tener 20 de estos dispositivos funcionando. Se trata preferentemente de gente que ya esté involucrada en comités de vecinos, líderes comunitarios, asociaciones civiles de personas con discapacidad, casas hogar, asilos, comercios y escuelas.
Se trata de una inversión de 51 millones de pesos y, de acuerdo con imágenes, la empresa Seguritech, S.A. de C.V. es la proveedora de estos mil 500 aparatos en proceso de distribución.
Sotomayor manifiesta que ésta es una especie de primera fase del proyecto y faltará conocer los resultados que arroje para una posible ampliación. Menciona lo sucedido en 2007 con el Ayuntamiento de Tijuana, cuando se instalaron los botones de emergencia en lugares públicos -en postes rojos-, pero estos aparatos requieren mucho mantenimiento y al no proporcionárselo, quedaron en desuso.
Se le plantean al funcionario las críticas en cuanto a que los botones no son suficientes si no hay una respuesta policiaca inmediata, a lo que responde: “La ventaja de esto es que, al usuario que lo entregamos, lo capacitamos, sabemos que es un usuario que sabe lo que es una emergencia, por lo que lo clasificamos como Prioridad Uno. Los tiempos de respuesta son variables, depende de cada municipio, de cada corporación. Pero los tiempos de respuesta de Prioridad Uno, donde está en peligro la vida, la salud o la propiedad, son muy rápidos”.
MÁS COSTO QUE BENEFICIO
“Esta estrategia la discutimos muy bien en 2009-2010, sobre todo en Rosarito, iba a ser un programa piloto y lo traía el municipio”, refiere Marco Carrillo Maza, quien fue director de Seguridad Pública durante la administración de Francisco Pérez Tejada- y anteriormente fungió como subsecretario de Seguridad Pública en el Estado.
“No se consideró pertinente establecerlo por lo que implicaba la inversión”, expone en alusión a que lo más viable es invertirle a un sistema integral de cámaras donde aparte del botón, hay un chip de primeros auxilios. Comenta que si ya están los números 066 y 089 para denunciar, hay que aprovechar esas opciones.
“Creo que es mayor el costo que el beneficio”, opina Carrillo Maza, quien calcula que en Mexicali hay cerca de 230 cámaras, a las que no se les ha dado mantenimiento adecuado y que en su momento dieron buenos resultados.
En el caso de Tijuana, considera que el mal estuvo en que las concesionaron a una empresa privada y es evidente que ese sistema no ha funcionado. “Hay cámaras en comercios de todos los municipios que deberían estar conectadas al sistema estatal, eso daría muy buenos resultados”, argumenta, para concluir que los botones de pánico son una opción muy inventiva, pero muy costosa, sin un beneficio automático e inmediato.
TODO LO QUE SE PUEDA
“Estamos preocupados por todo esto que está sucediendo con estos robos”, refiere el titular de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) Mexicali, Manuel Hurtado, quien menciona sobre todo el aumento de asaltos con violencia: “Tenemos temor de que haya hechos que lamentemos”.
Según datos oficiales, entre enero y marzo de este año se cometieron 9 mil 414 delitos en la capital del Estado, de los cuales 4 mil 666 fueron robos -mil 024 a comercios-, y de éstos, 567 con violencia.
“Es muy importante la participación de todos, de la autoridad, nosotros como instituciones, el comercio organizado y la ciudadanía en general”, sostiene Hurtado, quien piensa que la autoridad hace su parte, pero insiste en la necesidad de reforzar los programas preventivos.
Marco Carrillo Maza, Manuel Hurtado, CANACO Mexicali, Marco Antonio Sotomayor,Subsecretario Seguridad Publica
En su opinión, así como los delincuentes idean nuevas formas de robo -como el caso de los boquetazos-, los comerciantes deben buscar nuevas formas de protegerse.
En el caso de los botones de pánico de la Secretaría de Seguridad Pública, el líder de CANACO Mexicali indica que la propuesta se expuso a los comerciantes desde 2015, pero no todos la han adoptado. “Hay que hacer todo lo que se pueda para evitar la participación de la delincuencia”, sintetiza.
Sin instalarse botones de pánico en Tijuana, “entregados” por el gobernador
Entregados de manera simbólica desde el 11 de abril de 2016, a la fecha ningún botón de enlace ciudadano, de los mil 500 que se tienen programados, ha sido instalado en Tijuana, informó Michael Isaac Alcalá Michel, jefe del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4).
En una ceremonia especial, el mandatario estatal Francisco Vega de Lamadrid hizo entrega de los botones de pánico, como se conoce comúnmente a estos dispositivos, a líderes de colonos; pero la repartición sólo fue teórica, ya que actualmente los beneficiados -un 10 por ciento de lo programado-, son capacitados en el uso de los aparatos, en los que se aplicó una inversión de 51 millones de pesos.
Sin precisar un plazo para concluir con el programa de entrega, el jefe del C4 de Tijuana dijo que “se trabaja a marchas forzadas para repartir los mil 500 botones”, no obstante, en la capacitación para la entrega del botón de enlace, actualmente se instruye a 150 ciudadanos que lo han requerido.
Mientras en otras entidades, como Guanajuato, los botones se han entregado a los líderes empresariales y se han colocado en centros comerciales y de alta concurrencia ciudadana, en Baja California se repartirán a ciudadanos de colonias populares.
De inicio, el programa cuenta con mil 500 botones a ser entregados a la comunidad, para ello, Michael Alcalá indicó que el C4 se aboca en la ubicación de las personas “más recomendables para tener este botón en sus hogares”. En esta tarea se apoya de líderes de colonos y representantes de organismos civiles, con el fin de ubicar a los candidatos, a quienes se les ofrece el dispositivo y, de igual forma, se atiende a quien los requiere por cuenta propia.
El funcionario hizo hincapié en que el solicitante debe ser habitante de una de las colonias de donde el C4 recibe mayor cantidad de llamadas de emergencia, que en el caso de Tijuana son las ubicadas en la Zona Este, aunque no se excluye al resto del municipio. Ubicar los puntos donde los ciudadanos requieren más el auxilio de la línea de Emergencia 066, es una tarea de la que también se ocupa en la actualidad el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo.
Además, se debe contar con una línea telefónica fija, donde es colocado el botón de pánico. Una vez aprobado, al beneficiado se le capacita en su operación y en el proceso de atención de su emergencia, para que hagan un buen uso del equipo y del servicio de emergencia.
Respecto a la operación de los dispositivos, los cuales serán monitoreados, el jefe del C4 detalló que al recibir la alerta, el Centro regresará la llamada al ciudadano, “la atención será directa y vamos a tratar de reducir los tiempos de atención, en comparación con la que se ofrece a través del 066”, aclaró.
Cabe mencionar que en Tijuana sólo funcionan las alarmas vecinales implementadas en 2006 por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal -SSPM- y monitoreadas a través del Centro de Control y Mando C2.
La dependencia desconoce qué cantidad de los 2 mil 178 registrados, siguen activos, aunque sostiene que “la gran mayoría está en funcionamiento”; de lo que sí tiene estadística, es de las llamadas de auxilio provenientes de los botones de pánico que han sido atendidas durante 2016: un total de 722, lo cual derivó en la detención de 55 probables delincuentes remitidos a la autoridad competente.
El tiempo promedio de atención ante el llamado de emergencia activado por esta vía, es de 3 a 5 minutos, informó la SSPM. Isabel Mercado
