El investigador presentó en la XXXIV Feria del Libro de Tijuana sus dos más recientes títulos, “Campo de guerra” (Premio Anagrama de Ensayo, 2014) y “Los 43 de Iguala”. “El gobierno de EPN no tiene ningún futuro”, expresó en entrevista con ZETA y advirtió: “Yo estimo entre 25 y 50 años para reestablecer un orden en el país”
El imperio del crimen del México actual ha sido investigado, documentado y denunciado por Sergio González Rodríguez en obras fundamentales para explicar el presente.
Luego de participar en diversas conferencias en Italia en días recientes, el autor se presentó en la XXXIV Feria del Libro de Tijuana, donde el martes 17 de mayo compartió dos de sus obras de investigación: “Campo de guerra” (Premio Anagrama de Ensayo 2014) y “Los 43 de Iguala. México: Verdad y reto de los estudiantes desaparecidos” (Anagrama, 2015).
Cuando en 2014 entregó “Campo de guerra” a Anagrama, el sexenio de Enrique Peña Nieto había cumplido un año y medio. Luego de tres años y medio de gobierno, durante el evento literario tijuanense, el autor expone:
“El an-Estado está más vigente que nunca; el an-Estado se refiere al Estado que está fuera y contra de la Ley, fuera y contra de las normas constitucionales, mientras simula estar dentro de la Ley y respetar normas constitucionales, esta ambigüedad es un funcionamiento que se da en términos muy eficaces para, por un lado, tener una democracia formal pero no sustancial; y por otro lado, simular que México es un Estado de Derecho, cuando México vive bajo el imperio del crimen. Esto se ha continuado con el gobierno de Enrique Peña Nieto, por desgracia”.
“LA SOBERANÍA HA SIDO ABSOLUTAMENTE AVASALLADA”
En “Campo de guerra”, el periodista homenajeado por la FIL advierte que “bajo la ideología de la integración y la cooperación binacionales entre Estados Unidos y México ha prosperado el desmantelamiento del concepto de soberanía”.
González puntualiza: “Es muy importante volver a recuperar el concepto de soberanía en su sentido amplio, porque recordemos que México es un Estado-nación que se rige por normas constitucionales, está claramente especificado que México debe mantener su integridad del territorio nacional, hacer valer y respetar su soberanía sobre otros Estados-nación de la tierra; sin embargo, el nuevo modelo de economía y política globalizado implica una transgresión muy frecuente del concepto de soberanía nacional.
“Tenemos que acostumbrarnos a intromisiones corporativas, intromisiones militares, intromisiones gubernamentales de grandes potencias o del crimen organizado en la misma relación con la seguridad de las naciones; pero es muy importante que México se dé cuenta, los ciudadanos sobre todo, que la soberanía ha sido absolutamente avasallada justo desde las decisiones de poder.
“Estamos viendo que desde el poder político y económico se está vulnerando cotidianamente nuestra soberanía, sin ningún respeto a la sociedad, sin ningún límite sobre las medidas que se toman, recientemente pudimos ver cómo ya está funcionando una aduana binacional en Tijuana y en realidad es una aduana norteamericana en el territorio mexicano, así como también hay al menos 53 bases militares en la República Mexicana para uso exclusivo del gobierno de Estados Unidos; igual hay más de 25 mil agentes armados de agencias de inteligencia estadounidenses operando en México, esto es muy importante que lo ubiquemos como datos que revelan una vulneración absoluta de la soberanía de México”.
“EN MÉXICO CADA SEMANA SURGEN GRUPOS CRIMINALES”
Otro de los argumentos que documenta Sergio González Rodríguez en “Campo de guerra” es que la acción conjunta de agencias como la DEA y la CIA en México contra los cárteles mexicanos ha seguido tres fases, entre ellas “concretar la transición de antiguos operadores de cárteles en el establecimiento de nuevas congregaciones criminales de corte paramilitar asentadas en polos urbanos o suburbanos (Los Caballeros Templarios, Los Legionarios), cuyo control de plazas, trayectos y territorios se fundan en la corrupción de policías y funcionarios (por ejemplo en Acapulco, en el Pacífico mexicano o en el centro del país)”.
Ahora el investigador manifiesta a este Semanario sobre el paramilitarismo en México:
“Lo que tenemos es una absoluta negativa por parte de las autoridades mexicanas y desconocimiento general de la sociedad mexicana sobre el papel que están jugando los grupos paramilitares en las zonas de estabilidad en nuestro país; me refiero específicamente a Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, donde hemos visto una efervescencia de grupos criminales, algunos disfrazados de autodefensas comunitarias, otros disfrazados de grupos vinculados al crimen narcotráfico, sobre todo al narcotráfico, pero también estamos viendo cómo nuevamente cada semana surgen nuevos grupos criminales en nuestro país, lo mismo en Michoacán, Guerrero, que en otras partes del país.
“Yo quiero señalar que estos grupos cumplen una función paramilitar porque están vinculados a poderes sobre los que no tiene control el Estado mexicano y están funcionando en actividades específicas con estrategias y tácticas para llevar estabilidad donde ellos operan; este funcionamiento no es reconocido debidamente por las autoridades, cuando sabemos que no solamente se dedican al trasiego de la droga, por ejemplo, o al tráfico de las armas, sino que también establecen control político sobre los territorios y trayectos donde ellos están operando, esto configura ya un estatuto paramilitar, y están cuestionando el monopolio de violencia que el Estado debería de tener.
“En la Ciudad de México se menciona que no hay crimen organizado porque la autoridad ha decidido que no se va a reconocer que hay crimen organizado; sin embargo se habla de pandillas, se habla de criminalidades cometidas en asociación delictuosa, cuando estamos viendo una cuestión tipificable perfectamente con las características del crimen organizado.
“Este tipo de deficiencias nos habla de la problemática que los ciudadanos tenemos frente a la propia autoridad que es ineficaz, ineficiente, improductiva, corrupta, que es poco transparente para enfrentar asuntos de enorme importancia en el país, sobre todo en lo que involucra el Estado de Derecho; insisto, no tenemos un Estado de Derecho, tenemos el imperio del crimen en todo el país”.
“EL AUGE DEL ‘CHAPO’ TIENE UN CICLO Y YA ESTÁ SIENDO REEMPLAZADO POR EL CJNG”
El también autor de obras como “Huesos en el desierto” (Anagrama, 2002) y “El hombre sin cabeza” (Anagrama, 2009), analiza el ciclo que está cumpliendo Joaquín “El Chapo” Guzmán y la nueva etapa que está protagonizando el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG):
“Yo creo que tenemos que tener claro que la provisión de drogas al mercado de Estados Unidos es un interés importantísimo del propio gobierno de Estados Unidos, por un lado persigue, pero por otro debe propiciar que las drogas lleguen a su mercado, el mercado más gran en el mundo, porque las drogas son un método de control que se hace de la sociedad norteamericana y no puede haber un día sin drogas en Estados Unidos, porque habría muchos problemas sociales, por lo tanto, la autoridad vigila esa producción de las drogas en su territorio de consumo.
“Y ‘El Chapo’ Guzmán juega un papel importante como un operador, pero como se ha dado el caso de otros operadores, cumplen un ciclo y son reemplazados, pasó con Pablo Escobar en Colombia y sabemos que hay operadores que también cumplen un ciclo de credibilidad y son destruidos, como el caso Manuel Antonio Noriega en Panamá, hace más de 20 años.
“Entonces, ubicando el problema como un problema de tipo geopolítico, y al ubicarlo así los mismos operadores del crimen se incorporan dentro de un entendimiento más vasto, múltiple, de lo que son estos problemas.
“El auge del ‘Chapo’ Guzmán tiene un ciclo y ya está siendo reemplazado por la actividad y beligerancia del CJNG, que derivó del Cártel de Sinaloa que fundó ‘El Chapo’, y así sucesivamente van a seguir operando. Esto no se va a acabar, la guerra contra las drogas es el gran problema de México, porque es una política del gobierno de Estados Unidos contra las drogas”, advirtió Sergio González Rodríguez.
“LOS DESAPARECIDOS SON EL GRAN PROBLEMA DE MÉXICO”
En “Los 43 de Iguala”, el merecedor del Premio Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica 2013 sugiere que “hay un promedio de 13 desaparecidos cada día en el país”, citando un reportaje de Proceso del 8 de febrero de 2015:
“Ahorita nos siguen diciendo que son 27 mil, pero tampoco han querido hacer un recuento, el gran drama de México, como sucedió con los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez de los años 90, en el gobierno de Peña Nieto ni siquiera sabemos cuántos desaparecidos son, las autoridades inventan una cifra, asimismo, en México estamos hablando de una cifra originaria de 25 mil, después nos dijeron que eran 8 mil, después que eran 16 mil, y de nuevo, después, que eran más de 25 mil; es decir, no sabemos, estas cifras que estoy diciendo acontecieron en los últimos cuatro años, no es posible que tengamos esa divergencia institucional tan marcada.
“Por otro lado, no hay una solución frente al caso de los desaparecidos, éste es uno de los graves problemas de la impunidad, la impunidad en México sigue siendo del 98 al 99 por ciento de cada uno de todos los delitos que se cometen en México, es decir, es una impunidad absoluta de los delitos, por lo tanto, la desaparición de las personas, la cifra de 13 desaparecidos diarios es verdaderamente alarmante, y eso nos lleva a la idea que tampoco hay una política adecuada por enfrentar el tema de las desapariciones.
“De hecho no existe una política adecuada para enfrentar por un lado las desapariciones que son fruto del crimen organizado, y por otro lado, las desapariciones que son producto de fuerzas armadas y policías; tampoco existe la política clara para deslindar desapariciones que son realizadas en connivencia con el crimen organizado, por lo tanto, ya no sabemos si son criminales o policías, la dificultad de desaparición forzada que se refiera a fuerzas armadas de policías, se vuelve más compleja.
“De pronto encuentran fosas comunes y lo que hacen, por ejemplo, es cerrar la fosa y declarar un solo caso de homicidio, con lo que la estadística baja; no hay una actitud realmente clara, honesta, profesional, para enfrentar el tema, los desaparecidos son el gran problema de México”.
Lamentó que el gobierno de Peña Nieto no sólo no está documentando la cantidad de desapariciones, tampoco los homicidios dolosos:
“Yo creo que es el más grave problema que enfrentamos: no reconocer nuestros propios muertos, no reconocer la gravedad de las ejecuciones, que son actos criminales; no reconocer la responsabilidad del gobierno y de la sociedad entera frente a estos actos criminales. Es gravísimo que en los periódicos se haya impuesto una política de censura frente a los números concretos y claros de las ejecuciones, de los homicidios dolosos en general.
“Tenemos que ser muy claros: cada persona que es ejecutada o desaparecida debe contar de algún modo, así sea con una cifra, por eso yo valoro y agradezco que, empeños como el de Semanario ZETA, se siga manteniendo hacer un recuento de los homicidios dolosos que la propia autoridad ya no está realizando”.
En el marco del “imperio del crimen”, González Rodríguez también lamentó los más de 105 periodistas asesinados entre 2000 y 2016: “De los 105 periodistas asesinados a partir de la cifra de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde 2000 a la fecha, 16 años, ninguno de estos crímenes está resuelto, es muy grave; están impunes, eso es lo más grave”.
AYOTZINAPA Y “LA HIPÓTESIS DE LA LIMPIEZA SOCIAL”
Y sobre la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, Sergio González Rodríguez comparte su hipótesis:
“La masacre de Iguala guarda semejanza con operaciones de limpieza social consumadas por militares o paramilitares formados o apoyados por Estados Unidos en el Mozote (El Salvador, 1981), Segovia (Colombia, 1988) y El Salado (Colombia, 2000).
“Mi hipótesis sigue vigente en cuanto a que la autoridad se ha negado a investigar verdaderamente estos hechos. Y la hipótesis de la limpieza social está ahí, absolutamente, los grupos han sido desarticulados, han sido desmantelados, ha habido un trabajo concretamente para controlar y destruir el movimiento de los normalistas, se ha atacado la guerrilla, se ha atacado la insurgencia magisterial, todos los agentes que yo menciono en mi libro han sido sujetos a una actividad de contrainsurgencia absolutamente clara.
“En el Estado de Guerrero, desde hace 40 o más años se da una política de contrainsurgencia cotidianamente por la existencia de la guerrilla, pero desde que se firmó el Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, lo que tiene que ver con el combate y la pugna a las guerrillas y las manifestaciones de contrainsurgentes se da bajo los lineamientos y protocolos del gobierno de Estados Unidos, por lo tanto, las hipótesis siguen absolutamente vigentes”.
“EL GOBIERNO DE EPN NO TIENE NINGÚN FUTURO”
En “Los 43 de Iguala”, Sergio González evoca cuando en 2014 Enrique Peña Nieto recibía la distinción de “Estadista Mundial”, aunque al mismo tiempo “reprobaba en tres materias sustanciales: derechos humanos, gobernabilidad y transparencia”.
En la recta final del sexenio peñista, no duda en decir:
“Definitivamente tenemos un gobernante en Enrique Peña Nieto absolutamente reprobado, ya es sumamente cuestionado por el gobierno de Estados Unidos, no habíamos visto quizás un Presidente tan cuestionado como Enrique Peña Nieto por el propio gobierno de Estados Unidos, es un caso insólito, cuando vemos la sucesión de extrañamientos que el gobierno de Estados Unidos ha realizado sobre Peña Nieto como Presidente y en general sobre su gobierno, es algo insólito.
“Yo creo que Peña Nieto pasará, por desgracia, a la historia como el Presidente más cuestionado no solamente por los ciudadanos mexicanos, sino también por el gobierno de Estados Unidos, con el que se tiene formado este tratado de tipo económico (TLC) y el tratado de tipo militar, por lo tanto, el país aliado, el país amigo de este bloque de América del Norte resulta el país, México, más cuestionado de toda esta alianza, el más vilipendiado por los propios forjadores de esta alianza. Es decir, el gobierno de Peña Nieto no tiene ningún futuro”, lapidó González Rodríguez.
Finalmente el periodista anticipa: “Yo sigo pensando que el optimismo solamente puede venir una vez que seamos capaces de ver la propia realidad. La propia realidad ahora es muy adversa, no podemos mentirnos, en la medida en que aceptemos esta realidad adversa estaremos en un emplazamiento más claro frente al futuro; yo creo que las nuevas generaciones van a forjar el futuro que necesita este país, pero va a llevar tiempo, yo estimo entre 25 y 50 años para reestablecer un orden en el país”.
