Leyes para ignorar.
Hasta los más decentes, críticos y exigentes a la mera hora son capaces de pisotear todo tipo de leyes y reglamentos, por más sencillos que sean. Y ni qué decir de los que hablan de pagar impuestos, actuar rectamente, no formar parte de la delincuencia sea organizada o no. Todas estas reglamentaciones no han de ser tan malas, porque tienen como objetivo regular la convivencia entre las personas.
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Ahora que se escucha a los que aspiran llegar al congreso local, lo primero que se les debería exigir es que no sean mentirosos. Quién con una mínima inteligencia puede creer que un diputado va a lograr que suban los sueldos, trabajen menos horas, que pavimenten las calles, que no haya delincuencia, que tengan médicos y medicinas en forma gratuita. Que en las escuelas cada niño tenga su “Tablet”. Que los ancianitos cuenten con cuidados y lo suficiente para vivir con tranquilidad.
¿Van a legislar para todo eso? ¿Quién lo va a hacer? ¿Fulanito que fue regidor y solo se dedicó a cobrar y salir en las fotos? ¿Chuchita que baila y canta muy sabroso, pero de elaborar leyes, no tiene ni idea? Bueno, dirán, para eso están los presupuestos, para contratar a expertos. Que ellos trabajen y el legislador firme. En cada uno de los que recorren las calles, colonias, jardines públicos, mercados sobre ruedas, salvo excepciones hay un mentiroso de cuerpo entero.
Dirá usted, amable leyente, que todos esos aspirantes a una curul, no rompen ni la Constitución ni el Código de Instituciones Electorales. Si se revisa con cuidado no encontrará absolutamente un solo requisito que incumplan los candidatos. No se les pide que tengan determinados conocimientos, especialmente en el tema de legislar, tampoco que hayan cumplido con anteriores promesas, juramentos y compromisos (la mayoría dejó un hueso, para aspirar a otro más grande y con mucha carnita).
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No es, dirá usted con razón, un delito ni pecado prometer cosas que saben bien, resultan imposible de cumplir. Incluso ya investidos y pasando su tiempo para el que fue nombrado, pude dejar de cumplir, para ir por otro lugarcito en la escala del poder público y nadie podrá reclamarle, menos pedir castigo para el incumplido. Este sistema seguirá porque “no hay borracho que coma lumbre”, ni diputado que legisle en contra de sus propios intereses.
Nota 1.- A pesar de esta realidad, no hay de otra, hay que votar. Tiene todavía tiempo para analizar cuáles son los mentirosos que no debe apoyar con su sufragio.
Nota 2.- Claro que tiene el derecho de castigar o premiar. Habrá excepciones entre los aspirantes, ni dudarlo, pero requiere de paciencia y estudio. ¡Mucha suerte!
Nota 3.- Digan lo que digan los “transportistas”. La enorme mayoría de los usuarios estamos de acuerdo con el programa municipal de Tijuana para mejorar el servicio. Con insultos a las autoridades no van a detener los trabajos.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
