El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), liberó los documentos e información contenida en los llamados Panama Papers, de más de 200 mil firmas offshore que figuran en la investigación en un intento por obtener más pistas de quién se aprovechó de paraísos fiscales alrededor del mundo.
La base de datos, disponible EN ESTE ENLACE, cubre un período de casi 40 años, y es interactiva, por lo que los usuarios pueden buscar por empresas, fideicomisos, fundaciones y fondos en 21 paraísos fiscales.
Hasta el momento, ICIJ y los medios de comunicación aliados han logrado identificar a 214 mil 488 entidades (entre compañías, fundaciones y fideicomisos) y 14 mil 153 clientes del despacho panameño Mossack Fonseca, en su mayoría intermediarios que representan ante el bufete a otros miles de personas.
La información que ICIJ publica este lunes, contiene empresas domiciliadas en 202 países y territorios, la mayoría en Bahamas. También ofrece nombres de unos 12 mil beneficiaros finales de estas sociedades y 137 mil accionistas.
Hong Kong, Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y Panamá son los países y territorios desde donde opera la mayor cantidad de intermediarios que trabajan con Mossack Fonseca.
“Hay un gran interés público por los Papeles de Panamá (…) queremos que cualquiera pueda entrar y hacer sus búsquedas”, dijo Gerard Ryle, presidente del ICIJ, en la conferencial anual OffshoreAlert celebrada en Miami, Florida, la semana pasada.
“Imaginamos que miles de millones de personas querrán ir [a la página web] este lunes y probablemente alertarnos de algo. Eso es lo que esperamos”, agregó Ryle.
Durante un año, 370 periodistas de todo el mundo investigaron los llamados Papeles de Panamá, en un proyecto liderado por el ICIJ, una organización sin fines de lucro basada en Washington. Los trabajos fueron publicados el mes pasado por los 109 medios que participaron, en 25 países e idiomas.
Esto luego de que dos periodistas del diario Süddeutsche Zeitung con sede en Múnich, Alemania, recibieron una filtración con millones de documentos confidenciales del bufete panameño Mossack Fonseca, una firma legal poderosa y poco conocida hasta ese momento, fundada en Panamá en los años 70, que tiene sucursales en Hong Kong, Miami, Zúrich y otros 35 sitios del mundo.
Esta divulgación ya ocasionó la renuncia de funcionarios públicos y llevó a allanamientos en decenas de países, entre ellos uno en la oficina de Mossack Fonseca en la Ciudad de Panamá.
La investigación mostró, por ejemplo, cómo aliados cercanos del presidente ruso, Vladimir Putin, movieron millones de dólares desde bancos estatales rusos a paraísos fiscales. También expusieron vínculos con líderes en China y Brasil.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el viernes pasado que obligará a las empresas a revelar más información sobre sus propietarios, como parte de un esfuerzo por luchar quienes evaden impuestos y lavan dinero.
Ryle aseguró que las autoridades podrán comenzar a buscar información en los Papeles de Panamá debido a que las autoridades panameñas obtuvieron una copia de estos documentos al allanar la oficina de Mossack Fonseca el mes pasado. “Está disponible si es que los gobiernos piden acceder a ella a Panamá”, aseguró.
Los documentos originales incluyen prácticamente cada correo electrónico y cliente de Mossack Fonseca de los pasados 40 años. En total, la filtración tiene 5 millones de correos electrónicos y 2 millones de archivos en formato .PDF.
La base de datos probablemente es la más grande que haya sido revelada sobre empresas offshore y las personas detrás de ellas, dijo el ICIJ.
Asimismo, no es una base de datos en la que han sido colocados los documentos originales, sino que se trata de una recopilación básica de la información corporativa.
Por lo que no incluye los documentos que puedan revelar los datos confidenciales de cuentas bancarias, pasaportes, emails o números de teléfono. Aparecen únicamente los nombres de las compañías y sus beneficiarios.
El informante detrás de este filtración explicó la semana pasada en un comunicado que su motivo fue exponer las actividades criminales detrás del uso de empresas de fachada y cómo éstas profundizan la inequidad en el mundo, así como la utilización de este tipo de firmas para evadir impuestos