El escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986 y Nobel de Literatura 2010, “fue accionista” durante apenas un mes de una sociedad “offshore” radicada en las Islas Vírgenes Británicas de la que se desvinculó antes de ganar el Nobel, según informa el diario español El Confidencial, que incluye su nombre en la investigación de los llamados papeles de Panamá.
En respuesta, la agencia literaria Carmen Balcells ha asegurado este miércoles que Mario Vargas Llosa y su esposa Patricia Llosa “nunca” han mantenido cuentas bancarias en Panamá y han cumplido “siempre con todas sus obligaciones fiscales para con España”.
“Nos extraña muchísimo esta información”, ha afirmado la agencia, quien considera que “solamente puede atribuirse” a que algún asesor de inversiones, sin el consentimiento de ambos, reservó esta sociedad.
El escritor que acaba de cumplir 80 años, protagonizó en París un homenaje en La Sorbona por la aparición de sus obras en la colección de la Pleiade, y está previsto que participe también en un acto público en el Instituto Cervantes de la capital francesa.
El Confidencial publicó algunos de los 11.5 millones de documentos de la investigación conjunta que hacen el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el diario alemán Süddeutsche Zeitung, y que engloban en los denominados “papeles de Panamá”.
En ellos, se “demuestra” que el escritor peruano de 80 años de edad, “estuvo muy cerca de controlar la compañía Talome Services Corp. junto a su exmujer Patricia Llosa durante un breve periodo de tiempo en 2010”.
Talome Services, explica el diario, está radicado en Islas Vírgenes Británicas, un territorio considerado como paraíso fiscal tanto por España, donde reside y está nacionalizado el escritor, como por la Unión Europea.
La empresa la compró el matrimonio Llosa al bufete especializado de Mossack Fonseca a través de un intermediario, Dave Marriner, directivo de la firma holandesa Pan-Invest Management, con sedes en Chipre y Luxemburgo.
De las mil acciones de la compañía, 500 correspondían a Patricia Llosa y el resto a Vargas Llosa a partir del 1 de septiembre de 2010 y la dirección postal asociada en su condición de accionistas de Talome era la de la vivienda familiar de la calle Flora de Madrid.
“Confirmada la inscripción, la correspondencia entre Marriner y Mossack se interrumpe hasta los días previos al fallo del premio Nobel de Literatura 2010”, el 7 de octubre de 2010, que el peruano recibió el 10 de diciembre.
Marriner “reaparece” el 6 de octubre, “pidiendo cambios radicales en el accionariado de Talome: ‘cuando adquirimos la compañía, lo hicimos con el requisito de que mis clientes fuesen accionistas directos. Sin embargo, los requisitos de mis clientes han cambiado y, al no haber sido aún entregada la sociedad, queremos cambiar a los accionistas’, indica.
“El intermediario envía tres correos más apremiando al bufete; cuando manda el último, reclamando un número de seguimiento para su caso, Vargas Llosa ya es Nobel de Literatura. Finalmente, el 12 de octubre las acciones en poder del matrimonio Llosa pasan a dos ciudadanos rusos sin más vinculaciones societarias”.