Tras casi un año de su participación en el Festival de Cannes, a través del apartado “Una Cierta Mirada”, la película del tijuanense David Pablos, sobre la trata de blancas, se estrenará en México el 22 de abril
A sus 14 años, Sofía es novia de Ulises, un joven que la enamoró para convertirla en la primera aportación que hará al negocio de su familia: la prostitución. Pero al arrepentirse de ello, tendrá que buscarle un reemplazo a cambio de que la liberen. Esa es la premisa de “Las Elegidas”, película escrita y dirigida por David Pablos, que con apenas poco más de treinta copias, llegará a las salas nacionales el próximo 22 de abril.
En entrevista con ZETA, el ganador del Ariel por “La Canción de los Niños Muertos” (2010), relató cómo creó una historia completamente diferente, a partir de un primer guión hecho por Jorge Volpi, que debía ser la base de la película, pero que terminó convirtiéndose en una novela que Alfaguara editó en 2015.
“El guión que yo leí de Jorge Volpi era un primer borrador y además era el primer guión que había escrito en la vida. Me acuerdo que me lo dieron impreso y estaba muy bien escrito, Jorge es un muy buen narrador, entonces digamos que en términos estrictos el guión te atrapaba y creaba toda una atmósfera, pero también era muy claro que no era para nada el guión que yo quería filmar. Curiosamente una de las cosas que más se ha hablado de ‘Las Elegidas’, es la manera en que se aborda el tema, evitando mucho caer en lo morboso o lo explícito, y ese guión era lo opuesto: era muy gráfico y muy violento. Eran las primeras cosas que yo muy claramente quería cambiar, además de sintetizar un guión que era de más de 120 páginas, con muchas historias paralelas y un período de más de 20 años de historia. Nada que ver con la película”.
Atraído por la esencia de la historia, mas no por cómo estaba armada, el cineasta de 32 años habló con Pablo Cruz, productor del proyecto a través de Canana, para plantearle la idea de reescribir el guión junto a Volpi, porque de otra forma no lo filmaría. El acuerdo entre ambas partes se dio en un desayuno en Coyoacán, donde Pablos descubrió que el escritor de “En Busca de Klingsor” era accesible, sensato y estaba muy dispuesto a colaborar en los cambios.
Después de otro par de encuentros, llegaron a un nuevo tratamiento del guión. Sin embargo, era 2011 y Volpi quedó en medio del escándalo que fue su nombramiento como agregado cultural de la Embajada de México en Italia, lo que los incomunicó por un tiempo y motivó a Pablos para escribir por su cuenta, teniendo el visto bueno de su productor. Paralelamente continuó el trabajo de investigación que lo llevó a conocer víctimas reales de la explotación sexual y replantearse el rumbo de la trama: “Me clavé varios meses en esto hasta que llegué al punto de querer hablar con alguien directamente, así que contacté a la Fundación Rosi Orozco y la Fundación Reintegra, y les expliqué por qué quería hablar con las chicas. En ambos casos accedieron y se sentaron conmigo a contarme sus historias. Ahí me quedó claro que iba a reescribir desde cero. Fue muy impactante saber sobre el tema, hasta dónde llega y su gravedad. El momento más duro fue tener a estas mujeres frente a frente, porque siempre lo he dicho, es humanizar estas notas o estas historias que lees y escucharlo de su boca y verlo en sus ojos. La manera en que te lo cuentan tiene un detalle y rasgo que te conecta de una manera vivencial con lo que narran. Para mí ese fue el momento más duro y ahí sí necesité un espacio para procesar todo esto y decidir cómo iba a escribir la historia”.
Reafirmando que no quería violencia gráfica, ni escenas de sexo explícitas, para poder ser respetuoso al tema, David Pablos consiguió tener su versión de “Las Elegidas” tras nueve meses de escritura. Comenzando la preproducción de la película en 2014, que incluía el casting para el elenco que filmaría en Tijuana de octubre a noviembre de ese año.
— Considerando lo delicado del tema y que no tenían experiencia actoral, ¿cómo fue el trabajo con los chicos?
“El proceso básico fue que se conocieran e hicieran un equipo de trabajo con confianza y complicidad entre ellos y conmigo. De todos los retos que sabía iba a enfrentar con esta película, ese era uno de los más grandes, el cómo llevarlos y sobre todo cuidarlos. Para mí eso fue lo más importante, quería que estos niños disfrutaran la experiencia porque era enriquecedora y les podía dar algo a nivel personal, más allá de lo que la película implicaba. Evidentemente el primer paso fue hablar con los padres, explicarles la historia y cómo la íbamos a filmar, teniendo a sus hijos como prioridad porque no íbamos a hacer nada que pudiera afectarlos”.
Protagonizado por Nancy Talamantes (Sofía), Óscar Torres (Ulises), Leidi Gutiérrez (Martha) y José Santillán Cabuto (Héctor), todos talentos de Tijuana y Rosarito, el guión de “Las Elegidas” nunca estuvo en manos de éstos, sino que el director les iba contando poco a poco el desarrollo de las escenas, para las que asistieron por un mes a un taller de cuatro horas de martes a domingo, en el que les practicaron ejercicios para sentirse cómodos ante la cámara, aprender a escuchar y transmitir sus emociones mediante los ojos. Este último elemento como clave para las escenas más duras, a modo de que junto al audio, suplieran lo gráfico del sexo.
— La historia se desarrolla en Tijuana, ¿tenías pendiente filmar aquí?
“Pudo ser en cualquier lugar, pero por supuesto que sí (tenía ese pendiente). Quise hacer ‘La Vida Después’ en Tijuana, pero por inversión se quedó en Sonora. Tijuana para mí es una ciudad tan filmable, iba a decir cinematográfica, pero suena pretencioso, lo que quiero decir es que está hecha para poner una cámara. Tiene una riqueza visual enorme, de muchas formas, y además es una ciudad que ofrece tantos tipos de escenarios tan diversos. Era una combinación de eso y que había locaciones que me encantaban para retratar por ser muy fuertes y poderosas para esta película. Por otro lado estaban los rostros y la mezcla de energías, también odio la palabra orgánica, pero debía ser así como se dieran las cosas y aquí pasó”.
— Desde el buen reconocimiento en festivales, hiciste hincapié en que no era una película de denuncia pero ésta va inherente al tema…
“Absolutamente, es decir, no es el objetivo principal, pero hay una denuncia implícita en la historia misma. Me duele y conmueve, por lo tanto, me parece importante que se comparta, pero que sea desde el punto de vista humano. Detesto un poco cuando se habla de cine de denuncia porque corre el grave peligro de caer en algo panfletario, discursivo o didáctico, que era justo lo que no quería hacer. Esa claridad y certeza la tenía desde el principio, pero creo que sí lo es a partir de la compasión, que no se malinterprete con la lástima porque no es eso, tiene más que ver con empatía, con lo que a mí me duele y conmueve al contar esta historia”.
El próximo 22 de abril, “Las Elegidas” comenzará su recorrido nacional, dándole prioridad de copias a la Ciudad de México y Tijuana. Mientras que en diferentes fechas y procesos de estreno, también llegará a Francia, Israel, Japón, Puerto Rico, Grecia y Turquía.