“No se puede acabar con la historia política de México sin acabar con la forma de hacer política que el Partido Revolucionario Institucional metió no solo en la práctica, sino en las mentes y los corazones de la gente durante 80 años”, refiere el historiador a ZETA
Escuchar a Enrique Semo discurrir sobre el arraigado estilo de hacer política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que “sobrevive intacto” rumbo a 2018, “el capitalismo depredador” en el que se inscriben las reformas del gobierno de Enrique Peña Nieto, los desaparecidos como “la más grande desgracia que puede tener un país” y hasta del “neofascista” Donald Trump que “puede ganar las elecciones”, es siempre una cátedra vigente a considerar en estos tiempos donde parece que México no tiene una salida.
ZETA sostuvo una entrevista con el reconocido economista, historiador y ensayista político de origen búlgaro en los días en que fue distinguido con un merecido Homenaje a la Excelencia Académica durante la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY).
Hijo de familia búlgara perseguida por el fascismo, Enrique Semo (Sofía, 30 de julio de 1930) llegó a México en 1942, cuando tenía 12 años de edad, y se nacionalizó mexicano en 1950; al doctorarse en Historia Económica en la Universidad Humboldt de Berlín con la mención de Magna Cum Laude en 1970, se convirtió en uno de los pensadores mexicanos más importantes en cuanto a histórica económica.
“EL ESTILO DE HACER POLÍTICA DEL PRI NO SOLO SOBREVIVE INTACTO”
Para empezar la entrevista con ZETA, el autor de “Viaje alrededor de la izquierda” (Nueva Imagen, 1988) se refirió al corporativismo y al clientelismo como las formas primitivas de hacer política en México impuestas por el PRI:
“No se puede acabar con la historia política de México sin acabar con la forma de hacer política que el PRI metió no solo en la práctica, sino en las mentes y los corazones de la gente durante 80 años”.
Con una voz cansada pero firme, el intelectual de 85 años lamentó la capacidad del PRI de corporativizar no solo a sindicatos, también a partidos políticos:
“El PRI es un partido que usa el corporativismo, es decir, se hace un acuerdo con los sindicatos. Pero el PRI ha corporativizado también a los partidos principales, a la mayoría de los partidos; hoy día hay gente que desde el PRD habla al PRI: ‘¿Se puede hacer esto?’. Es la política corporativa: Así es en los partidos, así es en los sindicatos, así es en las organizaciones populares”.
El PRI también ha sobrevivido durante más de 80 años gracias al clientelismo:
“Otro ejemplo es el clientelismo: México es un país de pobres extremos, y que les prometen una bolsa de comida de 800 pesos, y así compran el voto; eso es muy antiguo, el PRI lo agarró y lo desarrolla, es decir, el PRI necesita un país de pobres para poder comprar el voto, tanto que ya la gente lo siente como normal”.
Advirtió a propósito de la elección presidencial de 2018:
“El estilo de hacer política del PRI no solo sobrevive intacto, sino que ha ganado al PRD y al PAN, que son ahora partidos hasta cierto punto que colaboran con ese sistema”.
“LAS REFORMAS DE EPN SON TÍPICAS DEL CAPITALISMO DEPREDADOR”
A tres años y medio de gobierno peñista, el también autor de “Historia del capitalismo en México I. Los orígenes 1521-1763” (Era, 1973), analizó las tres principales reformas inscritas en el sistema económico actual que denominó “capitalismo depredador”:
“Uno: la Reforma a la Ley Federal del Trabajo flexibiliza el trabajo, quitando a los trabajadores muchas garantías que habían ganado a lo largo de la historia en muchas batallas. Por ejemplo, el derecho a ser indemnizado una vez que son despedidos; ahora ya se pueden hacer contratos de seis meses y no vales un centavo aunque hayas trabajado diez años en una empresa”.
En segundo lugar, cuestionó la llamada Reforma Educativa:
“¿Quién ha imaginado una Reforma Educativa en la cual no participan los maestros? ¿Quién va a educar? El maestro es el factor esencial de una reforma educativa, pero no solamente el maestro, también el gobierno, los padres de familia y los expertos en educación, todos son factores básicos; pero el factor número uno es el maestro, porque el que va a meter la reforma es él; nadie sabe qué en concreto estamos reformando, pero ya un montón de maestros van a ser despedidos”.
Y, finalmente, sobre la Reforma Energética:
“La Reforma del Petróleo, es obvio que la intención era abrir las puertas a la inversión privada. El petróleo es un recurso no sustituible; hay otras fuentes de energía, claro está, pero el petróleo se acaba; y debe, como en todos los países, ser propiedad nacional. Vender el petróleo es como vender toda la tierra de un país”.
Semo argumentó sobre la forma en que se gestó la Reforma Energética:
“PEMEX es la única compañía del mundo que está quebrada. Era negocio, ahora no, a esos precios ya no, los precios han caído. El negocio del petróleo es fantástico, siempre, la ganancia es 70 u 80 por ciento, es un negocio que si se administra bien, siempre deja ganancia; pues quebraron a PEMEX sacando todo para el presupuesto público, ¿por qué? Porque no le quedaba al gran negocio, el gran negocio en México no paga impuestos; tú y yo sí, pero el gran negocio no.
“Entonces, se usaba toda la ganancia de PEMEX para el presupuesto nacional, así lo fueron quebrando. PEMEX tenía un Instituto de Investigación de primer mundo, competitivo mundialmente, con ingenieros mexicanos, una larga tradición de investigación, ¡lo cerraron! Pero a la vez, con PEMEX se nos va una fuente que es acabable, que se va a terminar, lo mismo está sucediendo con las minas, todas están alquiladas a compañías privadas por el cambio del valor del oro y la plata, las minas de plata no eran negocio, pero subió la plata y ahora sí. Tenemos cientos de minas de plata y de oro en manos de las mineras extranjeras”.
Sintetizó:
“Las reformas de Enrique Peña Nieto son típicas del capitalismo depredador”.
“EL PROBLEMA ES EL CAPITALISMO DEPREDADOR”
Autor de “La crisis actual del capitalismo” (Ediciones de Cultura Popular, 1975), Enrique Semo manifestó que “el problema es el capitalismo depredador, un sistema inevitable. Mientras haya un sistema de propiedad privada en los medios de producción, mientras haya un sistema de monopolios internacionales que tienen ingresos más grandes que un país como México, General Motors o General Electric son compañías que tienen ingresos mayores que este país, mientras haya eso, entonces siempre el sistema trabajará a su favor, y a veces no trabaja muy bien, como en la crisis de 2008. Entonces, el último objetivo es cambiar del capitalismo a un socialismo democrático”.
— Pero el socialismo también ha fracasado. ¿O hay algún modelo ejemplar de socialismo en el mundo?
“Por ahora no hay ninguno. Hay países que se acercaron, que fracasaron, pero el fracaso se debió en buena parte a que la ofensiva del capitalismo fue tan dura que no la pudieron resistir, o porque internamente esos países eran muy atrasados, no pudieron crear un sistema socialista en que los medios de producción se socialicen, no como fue la URSS, en que pasaron a manos del Estado; había un capitalismo de Estado, eso no es socialismo. “Entonces, no ha habido todavía un socialismo democrático, pero también al capitalismo le tomó 300 años triunfar; empezaba y lo paraban; solo después de 10, 12 ensayos triunfó en Inglaterra con la Revolución Industrial”.
“LOS DESAPARECIDOS SON LA MÁS GRANDE DESGRACIA QUE PUEDE TENER UN PAÍS”
En medio del “capitalismo depredador”, los miles de asesinatos y desaparecidos tanto en el sexenio de Felipe Calderón como el de Enrique Peña Nieto que siguen acumulándose diariamente, también fueron abordados por el intelectual en entrevista con ZETA:
“Los desaparecidos son la más grande desgracia que puede tener un país”, sentenció Semo de entrada.
“En este país, en varios años, han desaparecido 40 mil personas y cada día desaparecen nuevos. Yo comprendo que haya mil desaparecidos en 30 años, sucede en todos lados; pero ¡40 mil en seis años!, dentro de los 40 mil la mayoría son jóvenes”.
Quizá la decadencia del país se concentre principalmente en la política gubernamental que criminaliza a los desaparecidos, así ocurrió durante el mandato de Calderón y actualmente con la gestión de Peña Nieto:
“La explicación del gobierno es que están ligados al narco, pero no hay ninguna prueba, no se encuentran los causantes ni la causa de la desaparición que pruebe que estaban ligados al narco. Para convencernos de que el narco es todo, todos los días nos dan noticias: ‘En Tamaulipas el narco cerró la ciudad con camiones y hubo una lucha a balazos que duró seis horas’, esas noticias se repiten. Bueno, ¿quién las hizo?, ¿cuántos murieron?, ¿quiénes los mataron? ¡Nunca nos dicen! Yo digo que muchos de esos desaparecidos eran activistas, jóvenes que estaban en lucha por mejorar al país. Entonces, para no meterse en líos, dicen ‘desaparecidos’”.
Imposible esquivar la tragedia de Ayotzinapa del 26 de septiembre de 2014 como la parte que emerge del iceberg:
“Las 43 familias de Guerrero, con todas las presiones del gobierno y las amenazas, todo lo que se ha hecho contra ellos, han resistido y dicen hasta hoy: ¿dónde están los desaparecidos? ¿Desaparecieron? ¿Quién los desapareció? Tenemos 40 mil hombres del Ejército en la calle, dígannos dónde están los desaparecidos. Las 43 familias insisten en que se haga justicia sobre sus 43 hijos, no va a cambiar México por eso, pero ellos solamente son la cabeza de miles de familias que están en la misma situación”.
“SIN LAVAR DINERO NO HAY TRÁFICO DE NADA, ESO NO SE HA ATACADO”
En cuanto al narcotráfico, el investigador nacional del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), resaltó que aunque el problema tiene tres aristas, la producción, el consumo y el lavado de dinero, esta última, el principal problema que “no se ha atacado”.
Primero, en cuanto a la producción, señaló:
“México participa en el tráfico de drogas en dos condiciones: como el que lleva el narco a Estados Unidos y también como productor; el problema del Estado de Guerrero es que es el Estado que produce más heroína en el mundo”.
Sobre el principal consumidor de narcóticos, cuestionó: “El mercado de Estados Unidos tiene también que actuar, ¿por qué no se lucha contra el mercado con todo el Ejército norteamericano? El narco funciona solo porque hay una ganancia estrafalaria, es decir, 10 gramos de narcóticos cuesta 20 pesos y luego lo venden a 150, ése es el problema, ¿por qué la gente está dispuesta a morir? La ganancia es estrambótica.
“¿Cuál es el problema del narcotraficante que le entran millones de pesos o de dólares en cantidades chicas?, pero que es dinero que hay que explicar de dónde viene; ahora con los impuestos, con los controles de las cuentas contables, es muy difícil manejar grandes cantidades si no se pueden explicar sus orígenes, ése es el gran problema de los narcotraficantes”.
Remató Semo:
“Entonces, el problema es cómo lavar dinero, sin lavar dinero no hay tráfico de nada, eso no se ha atacado”.
“DONALD TRUMP ES UN NEOFASCISTA”
No solo como contexto de la entrevista, sino en el marco histórico de la carrera por la presidencia de Estados Unidos que se dirime en 2016, el doctor en Historia Económica por la Universidad Humboldt de Berlín, también compartió con ZETA su argumento del por qué Donald Trump logra conmover a millones estadounidenses:
“Un sector muy grande del pueblo norteamericano está muy enojado por su sistema político, porque desde la crisis de 2008 a un gran sector norteamericano le ha ido muy mal; también ahí se está concentrando mucho el ingreso, y la gente no tiene como antes trabajos fijos, sueldos suficientes; por ejemplo, hay quienes ganan bien, pero son trabajos momentáneos, por contratos; las fábricas ahora pueden moverse en un momento, si sus cálculos de ganancias no les salen se van de Detroit, ciudad que era el centro de producción automovilístico y ahora es el desierto, es una ciudad en proceso de desaparición.
“Entonces, dejan a la gente sin trabajo, la gente no confía en el sistema político norteamericano; llega Donald Trump y expresa toda la frustración, toda la desgracia de millones de ellos. Las cosas simples que ellos sienten, que no han tenido el valor de decir ‘la culpa de todo la tienen los mexicanos’; ¡sí hombre!, ‘A todos los países que hostigan a nuestro comercio hay que vencerlos’. ¡Sí! Ese pueblo enojado, frustrado y sin cultura, viene Trump y les dice exactamente lo que piensa, sin cuidarse del sistema político”.
Enrique Semo ofreció paralelismos insoslayables:
“Donald Trump es un neofascista; se parece a la situación de Alemania de 1933; Donald Trump, que no tiene bigotes, se parece algo (a Hitler)”.
A diferencia de Hillary Clinton, Semo prefiere destacar la política que propone Bernie Sanders como contraparte de Donald Trump:
“Pero también hay otro opuesto al sistema político, totalmente diferente, en el extremo opuesto está Bernie Sanders, que por primera vez se escuchan en los discursos palabras que no se podían decir en los Estados Unidos, eran palabras malas, si un niño las decía, los papás lo callaban, como por ejemplo socialismo democrático, como revolución política, que no la va a hacer el presidente.
“Entonces, mucha gente de Norteamérica está muy descontenta con el sistema político, unos se van hacia la derecha con Donald Trump, y otros se van a la izquierda con Bernie Sanders; Trump puede ganar las elecciones, Sanders no. Pero Sanders ha hecho su trabajo: decir lo que estaba prohibido decir, con eso ya todo el terreno se mueve”.
Para concluir, Enrique Semo no dudó en advertir ante el peligro que representaría Donald Trump en caso de llegar a la presidencia de Estados Unidos:
“Si Trump gana las elecciones, sería un Estados Unidos con un poder inmenso, mucho más agresivo hacia afuera, el mundo está muy nervioso, el cerillo se puede encender en cualquier parte”.