El actual senador por el estado de Florida, Marco Antonio Rubio, se retiró hoy de la contienda interna del Partido Republicano para obtener la candidatura presidencial rumbo a la Casa Blanca.
Tras el triunfo del magnate Donald Trump en Florida, el legislador de origen cubano reconoció ante sus seguidores “la gran victoria” de su contrincante, por lo que anunció su retirada.
Poco después de las ocho de la noche, hora local, CNN y AP declararon a Trump como ganador en la Florida con un 45 por ciento de los votos, mientras que Rubio apuntaba 27 por ciento. En tercer lugar se posicionó Ted Cruz con 17 por ciento de los votos.
Luego de enterarse de estas cifras, Rubio dijo que hay que “respetar” las decisiones de los votantes republicanos.
“Estamos en el lado correcto, pero este año no vamos a estar en el lado ganador”, dijo el senador acompañado por su mujer y sus cuatro hijos.
El senador opinó que Estados Unidos necesita un Partido Republicano “fuerte” porque si no, las “cosas que van mal en el país se van a hacer permanentes”.
“No cedamos al miedo. No cedamos a la frustración”, dijo Rubio ante el auditorio que se congregó en el atrio de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Sin embargo, enfatizó que si bien este año puede que no sea el apropiado para un “mensaje esperanzador” sobre el futuro, él seguía siendo “optimista”.
Rubio destacó que el país vive un “tsunami político”, como reflejan los resultados en las primarias, por lo que pidió una refundación del Partido Republicano.
“Trabajamos lo más duro que pudimos. Pero estamos en medio de un tsunami político que nació con el malestar de la gente en 2007 y 2008. Esta nación necesita un Partido Republicano más fuerte, que haga cambiar el rumbo de este país y haga ir las frustraciones de la gente”, dijo Rubio al finalizar su discurso.