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miércoles, octubre 2, 2024
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Falta Lam… (O, el Pueblo Mágico ya no es seguro)

Sortilegioz

Para Camila María, quien cumple poquitos años, y merece un país seguro

 

Juan Bartolomé Lam Canto lleva cinco años en calidad de director de Seguridad Pública de Tecate. Lo nombró en esa posición el anterior alcalde, Javier Urbalejo Cinco, y lo mantuvo el actual, César Moreno y Castilla.

Entonces, en 2010, se supo que Lam no era ningún improvisado, aun cuando su paso por el equipo de seguridad de Jorge Hank Rhon en 1985 despertaba las alertas; su experiencia en la Policía Municipal de Tijuana como motociclista hasta llegar a subjefe delegacional, y sus once años en la Policial Ministerial, donde fue comandante en Tecate, hicieron que las autoridades del Estado le tuvieran la confianza para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

Pero de eso hacen seis años. La situación ha cambiado. Tanto, que hace unos días el recién nombrado Comandante de la II Zona Militar en Baja California, General José Ricardo Bárcena Rosiles, solicitó -en privado- al Gobierno del Estado, le apoyaran con el alcalde de Tecate para que removiera a Lam Canto. De hecho, a pregunta expresa en el acto de conmemoración del Día del Ejército Mexicano, César Moreno dijo que efectivamente haría movimientos en la Dirección de Seguridad Pública, empezando por el titular.

De aquel 19 de febrero en que el presidente municipal se comprometió a realizar el cambio de mando, han pasado catorce días, y Lam Canto sigue al frente de la corporación que, hoy como nunca, tiene señalamientos de corrupción e infiltración, al interior del Consejo Estatal de Seguridad Pública.

De los mandos medios de Lam Canto, policías y titulares de corporaciones de otras instituciones de seguridad, tienen algunos la sospecha y otros la certeza, que se dedican a colaborar con los narcotraficantes del área. Que apoyan incluso en operativos para cometer asesinatos, secuestros y protección de otras actividades ilícitas.

Ex policías municipales de Tecate han sido aprehendidos por asesinato. En los primeros dos meses de este 2016, hasta donde ZETA hizo su último recuento de ejecutados, en Tecate habían sucedido 12. Demasiados para una demarcación que solía estar ajena a las pugnas entre cárteles rivales, vendettas de criminales y ajusticiamientos entre narcomenudistas.

Para dimensionar el incremento de la criminalidad en Tecate, baste señalar que las 12 ejecuciones que han sido cometidas, significan el 50 por ciento de las acumuladas en el año 2015.

La alerta del General sobre la necesidad de un cambio en la Dirección de la Policía de aquel municipio no es, pues, gratuita. Tampoco está solo el militar. Ciudadanos organizados en redes sociales han expuesto los problemas de inseguridad y convocado a marchas ciudadanas para manifestarse por el cambio de Lam Canto, con el grito de “Ya basta de tanta violencia en Tecate, es hora de actuar”. Los ciudadanos refieren un alza en la comisión de delitos menores. Robos, asaltos, robos a casas habitación y a comercios.

El Pueblo Mágico ya no es seguro, y el alcalde Moreno está consciente de ello. Tanto que dijo a quien esto escribe que, en efecto, cambiaría a Lam Canto.

Cinco años como titular de una corporación pueden traer experiencia o acumular vicios, tanto militares como titulares de otras corporaciones de seguridad en Baja California, concluyen que en Tecate ocurre lo segundo.

En 2010, la primera vez que fue nombrado titular de seguridad en Tecate, a pesar del hervidero de inseguridad, corrupción y guerra criminal que se vivía en Baja California, Lam declaró que en su caso, no perseguiría a los criminales organizados. Que lo suyo era la prevención y a eso se dedicaría. Tres años después, la comisión de delitos en aquella ciudad se había disparado. La falta de acción al respecto se ha traducido en un incremento de la inseguridad -incluidos homicidios-, mientras la ausencia de una limpia -y una refrescada- en la corporación que encabeza Lam, redunda en corrupción y colusión de oficiales con criminales. Se respira tanta impunidad en el pueblo que sicarios han tomado ese municipio como un tiradero de cadáveres, para despistar a los investigadores.

Tanto el secretario de Seguridad del Estado, Daniel de la Rosa Anaya, como la procuradora Perla Ibarra, y a mención del General Bárcenas, están al tanto y han documentado la situación de inseguridad y corrupción en Tecate. Lamentablemente para los habitantes del Pueblo Mágico, se atraviesa una época electoral que podría llevar a César Moreno a tomar una decisión más en términos de partido que en estrategia de combate a la inseguridad, aun cuando en lo corto haya dado su palabra de hacer un cambio.

El caso del titular de Seguridad Pública de Tecate es peor que el de Alejandro Lares Valladares. Mientras en Tijuana este último llevaba más de dos años dando resultados por debajo de la media requerida para las condiciones mínimas de seguridad, Juan Bartolomé Lam tiene poco más de cinco años llevando a Tecate al incremento en las estadísticas de seguridad, especialmente de las ejecuciones y la actividad ilícita del narcotráfico.

Si Jorge Astiazarán, también alcalde por el Partido Revolucionario Institucional, realizó el cambio en la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana a nueve meses de abandonar el cargo, ante la protesta de empresarios y ciudadanos comunes, Moreno puede hacer lo propio. Por el bien del Pueblo Mágico, y del combate a la inseguridad.

Lo deseable sería que en este caso, se iniciaran averiguaciones previas a los mandos que el resto de las corporaciones sabe, están inmiscuidos con el narcotráfico. Ante la complicidad institucional, con el cambio del titular y mandos medios, los tecatenses respirarían mejor. ¿No?

 

 

 

Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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