Tras otra agresión contra choferes que utilizan el sistema UBER, la madrugada del 19 de marzo, en las inmediaciones del cruce peatonal de la Garita de San Ysidro, presuntamente por agremiados del Sindicato de Taxis Amarillos, el Presidente Municipal de Tijuana aseguró que no se permitirán esta clase de actos contra ésta, ni ninguna otra empresa.
Durante el fin de semana circularon a través de redes sociales fotografías y videos en que se mostraba los daños provocados a tres unidades de UBER en distintos puntos de la ciudad, cercanos al cruce internacional que monopolizan los taxis amarillos. Las unidades de UBER fueron apedreadas, sus vidrios rotos, y por lo menos un cliente resultó lesionado.
Jorge Astiazarán consideró que no existe la evidencia de que las agresiones contra esta empresa puedan atribuirse a un solo gremio, y que corresponderá al ministerio público determinar al respecto. Asimismo, aseguró que se ha reforzado la seguridad en torno a la Garita de San Ysidro y a la de Otay para evitar otros incidentes de esta misma clase.
Al igual que lo manifestara el Director de Vialidad y Transporte, José Luis Hernández Silerio.
Respecto al funcionamiento de UBER, Astiazarán ha dicho que no cuenta con el permiso para operar en Tijuana y por lo tanto se trata de transporte irregular. Y ha advertido que las unidades podrían ser detenidas, remolcadas y sus operadores infraccionados. De acuerdo a la versión de la empresa, el Ayuntamiento tampoco ha manifestado disposición para emitir los permisos necesarios.
Precisamente ante la postura oficial, permisionarios y operarios de taxis amarillos se han dado a la tarea de bloquear el paso a las unidades de UBER, donde sea que las encuentren y llamar a las autoridades competentes para que las saquen de circulación, explicó a ZETA uno de los líderes del gremio, Manuel Zavala quien dijo no haberse enterado de las agresiones por encontrarse fuera de la ciudad.
Sin embargo, el representante de los taxistas, consideró que su gente hubiera estado involucrada porque “no vamos a agredir”. Esto a pesar de que no se trata del primer señalamiento de agresión de parte del personal de los taxis amarillos, a los trabajadores de UBER y otros grupos del transporte organizado.
“Si ellos creen que nosotros fuimos, que nos señalen…Nosotros no escondemos la mano”, declaró, agregando que nunca se les ha comprobado ninguna de las agresiones contra otras empresas.
La pretensión del sindicato sería que UBER se regularice en la misma medida que el resto del transporte público operando en la ciudad, manifestó Zavala, por lo que únicamente se limitará a colaborar con las autoridades, señalando las unidades irregulares.
La empresa UBER manifestó públicamente que “Lo último que Tijuana necesita es violencia en contra de quienes trabajan para ofrecer un servicio de transporte seguro y confiable para que los ciudadanos se muevan libremente por la ciudad”.
“Reiteramos nuestro rechazo a estos ataques y somos conscientes que las acciones violentas de un grupo pequeño no representan a todos los taxistas en Tijuana. Estamos convencidos que México puede beneficiarse de la tecnología para una movilidad segura y confiable que brinda la oportunidad a miles de tijuanenses de generar ingresos con la autonomía, flexibilidad y dignidad que viene con ser sus propios jefes. No vamos a tolerar ningún acto de violencia o intimidación y estaremos colaborando con las autoridades para identificar a los responsables”, agrega la breve respuesta ofrecida por la empresa.
