El histórico del Boxeo, Julio César Chávez, arremetió contra su hijo Julio César, al señalar que “anda en malos pasos” tras abandonar su entrenamiento en Big Bear, California, teniendo próximo el enfrentamiento ante Badou Jack, programado para el 30 de abril en Texas.
Chávez dijo estar preocupado ante la indisciplina del junior y sentirse “sumamente decepcionado, triste y preocupado por la indisciplina” de su hijo, que le podría costar la derrota en su próximo combate por el título súper mediano; incluso comentó que preferiría que su vástago se retirara del Boxeo y cancele la pelea.
Chávez Junior llevaba concentrado varias semanas bajo la supervisión de Robert García, quien también fue el encargado de su esquina en su última contienda ante Marcos Reyes. Pero el legendario pugilista enfatizó que no puede tapar más los problemas por los que atraviesa su heredero dentro y fuera del ring, y que incluso tomaría la decisión de declinar ayudar en su preparación. Aunque, eso sí, continuará pendiente de su hijo como padre, pero le advirtió que sabe dónde puede parar si hace las cosas mal.
Por su parte, Julio César se mostró sorprendido por las declaraciones que hizo su padre y detalló que la razón por la que dejó su campamento en Big Bear fue para acudir al médico por un fuerte dolor en el talón, además de que aprovechó para reunirse con su hija Julia y correr por la playa en Santa Mónica.
En respuesta a su padre, expuso que él ya es bastante grande, tiene 30 años, y recalcó que las declaraciones de su progenitor son con el objetivo de darle cierta presión. Y por el contrario, afirmó sentirse bastante bien, entrenando con Robert García y Ricky Fúnez, en espera salir con la victoria frente a Jack.
ZETA intentó comunicarse en varias ocasiones con el ex campeón mundial y considerado el mejor boxeador de todos los tiempos, no hubo respuesta de él, pero sí de su representante, Jorge Peña, quien indicó que el ex púgil no daría entrevistas a ningún medio, dado que ya había emitido un último mensaje sobre el tema en su red social, donde explica el porqué de su repentino silencio.
“Decidí escribir estas palabras y serán las últimas que escriba con respecto al tema. Como padre me siento realmente triste y ya no tengo nada más que decir lo dicho ya está dicho. Como dije en el programa ‘A los golpes’ de ESPN, no estoy de acuerdo cómo mi hijo Julio hace las cosas, él cuenta con mi apoyo soy su padre, pero es mi obligación decirle las cosas que consideró están mal; esta carrera es muy dura y si no te entregas del todo puedes dejar la vida en el ring y eso es algo que por supuesto yo no quiero que suceda no me gusta que lo lastimen, pero esta carrera es así, es golpe tras golpe y si no se tiene una preparación responsable no se puede; mi hijo me dice que él ya es un hombre de 30 años y tiene razón, pero si él cree que haciendo las cosas a su modo le va a funcionar. Adelante, yo le deseo toda la suerte del mundo y que Dios lo bendiga, él sabe que tiene a su padre yo siempre estaré para mis hijos y cuando él quiera un consejo o cualquier cosa yo estaré ahí siempre para apoyarlo”, externó.
“Lo único que le pido, es disciplina, es muy duro para mí toda esta situación, tengo toda mi vida dedicada al boxeo; primero boxeando y ahora como analista, entonces si ahora me dedico a observar y hacer críticas algunas veces buenas y otras no tan buenas pues entonces ya no puedo tapar lo que es evidente con mi hijo, pero en fin él sabe que estoy con él siempre, pero no seguiré tapando su irresponsabilidad y su falta de disciplina no creo estar mal, realmente pienso y sé que mi hijo tiene todo para ser campeón de nuevo, solo es que él se lo proponga y ojalá sea como él dice y las cosas le salgan bien por lo pronto yo dije lo que sentía”, finalizó Julio César Chávez.7