Un niño de 10 años permaneció desaparecido durante más de tres horas, después de ser víctima de extorsión telefónica, en la que se le amenazaba con hacer daño a su familia si no salía de su hogar.
Al mismo tiempo, el padre del menor recibió una llamada telefónica en la cual se le solicitó 200 mil pesos por el rescate de su hijo, caso contrario, le advirtieron, su hijo sería asesinado.
El caso ocurrió la mañana de este martes 9 de febrero en Tijuana. El pequeño se encontraba en su casa en el fraccionamiento Villas del Roble –en la Zona Este de la ciudad- mientras su mamá trabajaba en un puesto de un mercado sobreruedas. La mujer olvidó su teléfono celular en casa, por lo que el niño contestó una llamada que el aparato recibió.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), cuyos agentes ministeriales localizaron al menor después de que la familia interpusiera una denuncia por secuestro, el número telefónico desde el que se hizo la llamada correspondía a una lada del estado de Coahuila, sin embargo no descartan que el delito se haya cometido desde cualquier otra entidad.
El subprocurador de Justicia en Tijuana, Jorge Álvarez explicó que el niño “con engaños, aduciéndole que le iban a ocasionar daños a su familia, es sacado del domicilio y encaminado a un paraje solitario cerca del lugar donde vivía”. El pequeño caminó casi un kilómetro hasta llegar a un parque.
Ya que Cecilia, la madre del menor acudió a la delegación La Mesa de la PGJE para denunciar que su hijo había sido secuestrado, los agentes ministeriales decidieron llamar al número de teléfono celular de ella para entablar comunicación con el menor, quien les informó del sitio donde se hallaba.
De acuerdo con el procurador, si bien el niño corrió riesgo al permanecer horas fuera de su hogar, no resultó lesionado.
La mujer, a quien le fue entregado su hijo en las instalaciones de la Procuraduría, explicó “nos decían que querían 200 mil pesos… si no les depositábamos el dinero, que lo iban a matar. Yo estaba en shock, no sabía ni qué hacer”.
Mientras abrazaba a su hijo, Cecilia manifestó que no conocía sobre casos de extorsión telefónica, por lo que pensó que su hijo sí había sido secuestrado.
La madre fue reunida con su hijo después de que policías ministeriales lo encontraran en un parque. Foto: Inés García
“Que estén al tanto de sus hijos, es muy feo vivir un momento de que quisieras morirte porque no sabes cómo está tu hijo. Me habían dicho que lo iban a matar”, recomendó la madre a otros padres de familia.
Por su parte, el subprocurador hizo un llamado a los padres de familia a que informen a sus hijos sobre el cuidado que deben tener al contestar una llamada telefónica como no responder a números desconocidos y colgar si del otro lado de la línea está una persona a quien no conozcan.
Además explicó que en los últimos tres días, la PGJE ha recibido diversos reportes sobre llamadas de extorsión recibidas en Tijuana. “Es un patrón que se da por estos delincuentes que generalmente en una ciudad, en un solo día o en un espacio de dos o tres, hacen muchas llamadas de extorsión y luego las paran para hacerlas en varias ciudades o estados”.
Aunque la investigación por este caso sigue abierta, no se han consignado ni encontrado responsables.
