Dichoz y Hechoz
Primero el ritmo de la música electrónica. Luego la estrofa en una voz masculina, apresurada, pero aguda: “No sé por qué, pero cuándo te veo lo único que pienso mami es en sexo”, la canción retumba desde las bocinas de la camioneta tipo pick-up número 0828354 de la Segunda Zona Militar.
El sonido del reguetón recorre la calle Josefina M. Contreras de la colonia Aeropuerto en Tijuana. Son las 5:27 pm del sábado 30 de enero.
Los militares están, desde esa mañana, custodiando el domicilio marcado con el número 33 con dos paquetes de cristal en el patio, otro de marihuana en el pasillo interior y un túnel a medio construir en una de las habitaciones.
Mientras un grupo realiza tareas de vigilancia de perímetro en las calles aledañas, tres elementos del Ejército platican y fuman recargados sobre las rejas de la casa y sobre el pick-up Ford con camuflaje militar.
Cuando la reportera se para frente a la puerta de la vivienda para tomar fotografías, uno de los soldados mete medio cuerpo al vehículo de donde sale la música para bajar el volumen, pero a los segundos, lo vuelve a subir.
“¿De qué periódico vienes?”, pregunta un joven soldado uniformado, aunque sin casco ni gorra. “De ZETA” es la respuesta.
El ritmo frenético y el volumen tan alto de la música interrumpen la comunicación. El militar quita la espalda del vehículo, por segunda ocasión baja el volumen y repite la pregunta hasta escuchar el nombre.
“No me gusta ese periódico entonces”, la reportera pregunta por qué y el militar devuelve el cuestionamiento: ¿Por qué ZETA?”.
A sus compañeros, el soldado responde que Los Zetas aterrorizan Tamaulipas. Entonces lanza otro cuestionamiento a la reportera: “¿Y quién es el dueño del periódico… Lazcano?”.
El apellido corresponde a Heriberto Lazcano “El Lazca”, ex militar y líder de Los Zetas abatido por la Marina en 2012.
La reportera responde que no. Hasta ahí llega la conversación. Sin embargo, el joven relata a sus compañeros un enfrentamiento con un integrante ese grupo criminal, mueve los brazos, echa el cuerpo hacia el frente, se lleva la mano a la cabeza, simula una pelea. Todo acompañado de la canción de reguetón al fondo.
