Declarada como válida la reforma constitucional del Distrito Federal, la capital del país quedará desprovista de sus clásicas siglas DF. Simplemente se llamará Ciudad de México. Conservará sus nombres México y Cd. de México. En cambio, Distrito Federal o México, DF habrán de descartarse como denominaciones de la capital.
Con ello, los residentes de esa entidad perderán su gentilicio de defeños, nombre que incluso se incorporó al Diccionario a partir de 1991, y que tenía el valor agregado de no ser un mera denominación genérica como el de “capitalinos”, que puede aplicarse a los habitantes de otras entidades federativas, inclusive de otros países.
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De modo que lo que había constituido un logro de la Academia, se desecha. En ese sentido, no quedará otra que retroceder al apelativo con el que previamente se contaba en el espectro académico: “chilangos”, el cual se incorporó al Diccionario en la década de los cincuenta. Toda vez, por supuesto, tampoco se les podrá llamar mexiquenses, gentilicio con el que cuentan los habitantes del Estado de México. En toda caso la alternativa será acostumbrarse a llamarlos “mexiqueños”, término con el que no se les suele nombrar.
La capital del país adquirió su carácter de Distrito Federal en 1824, a partir de un decreto emitido por el Congreso de la Unión, referente a la concentración de los poderes supremos en una sola entidad. Hace una semana, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que encabeza el perredista Jesús Zambrano, declaró válida la reforma del Distrito Federal, en presencia del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, perteneciente al mismo partido político.
La reforma contó con la aprobación de 23 congresos locales, cuya participación se precisaba habida cuenta de que se trató de una reforma constitucional. El presidente de la Comisión Permanente destacó que con la nueva Ley, la Ciudad de México pasa a ser entidad federativa y sus delegaciones, que suman 16, pasarán a ser alcaldías. En este mismo proceso de transformación, habrá de instituirse una Asamblea Constituyente para efectos de que la capital mexicana cuente con su propia Constitución política. El viernes 29 de enero, el Presidente Enrique Peña Nieto emitirá el decreto para finalizar el proceso.
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