De manera invicta y con un final de película, los Venados de Mazatlán se llevaron el campeonato de la Serie del Caribe que se realizó en República Dominicana. Para los mexicanos, es el cuarto título en los últimos seis años; la sede 2017 será Culiacán
En un partido tenso, con los dos mejores equipos del certamen por la disputa del título, la novena de México, representada por los Venados de Mazatlán, ganó 5 carreras a 4 a los Tigres de Aragua y se quedó con el gallardete de campeones de la Serie del Caribe que se llevó a cabo en el Estadio Quisqueya de Santo Domingo, República Dominicana.
La primera ronda resultó en cierta forma fácil para los pupilos de Juan José Pacho, derrotando a los locales, luego a Cuba, Venezuela y Puerto Rico, para en semifinal enfrentarse a los peligrosos cubanos, pero le volvieron a ganar y obtuvieron su pase a la final de manera invicta.
Fieles a su estilo, en la gran final, los Venados tomaron la delantera temprano en el partido. En la tercera entrada, Chris Roberson conectó un indiscutible que produjo la primera carrera. Más tarde anotó con un lanzamiento descontrolado cuando Justin Greene estaba en la caja de bateo, para poner el juego 2-0.
En el quinto episodio, el intermedista venezolano Hernán Pérez encontró a un compañero en base y desapareció la pelota del parque para que los Tigres de Aragua empataran las acciones. Dos entradas después, Teodoro Martínez pegó un sencillo al jardín central y José “Cafecito” Martínez anotó la carrera que dio la delantera a los venezolanos. Alex Romero elevó de sacrificio y los Tigres se colocaron arriba por 4-2. Pero en la parte baja, el receptor Sebastián Valle respondió con un imparable que impulsó dos más para igualar las acciones.
Todo estaba listo para el cierre de la novena entrada cuando Jorge “Chato” Vázquez conectó un cuadrangular para romper el empate el domingo, así los Venados de Mazatlán remontaron y vencieron 5-4 a Venezuela para coronarse en el certamen regional que se realizó en esta ocasión en la capital dominicana.
Los mexicanos se coronaron campeones por tercera ocasión en los últimos cuatro años y se llevaron la novena corona en la historia del país. Disputaron la final por cuarto año consecutivo; cayeron ante Cuba el año pasado.
“Nunca nos dimos por vencidos, siempre batallamos al máximo y manteniendo la cabeza en alto, por eso hoy celebramos esta corona”, reconoció el manejador Juan José Pacho.
La victoria fue para Steven Hensley al trabajar un tercio de entrada sin permitir libertades, luego de que el abridor Eddy Gamboa lanzó seis innings y un tercio, tolerando nueve hits y cuatro carreras, dos de ellas limpias.
La derrota fue para Renée Cortez con dos tercios de entrada y una carrera permitida.
“Ese es el Beisbol, jugamos duro y lo dimos todo en el terreno de juego. Quiero felicitar a México porque hicieron un gran trabajo y son campeones merecedores”, dijo el piloto de Venezuela, Eduardo Pérez.
Cuatro títulos en seis años
Por muchos años, los equipos mexicanos fueron los “patitos feos” en Series del Caribe y pocas veces mostraban resistencia ante los contrarios. Desde su primera participación en 1971 y hasta fin del Siglo XX, habían ganado en tres ocasiones y cada 10 años. En 1976, ganaron los Naranjeros de Hermosillo, en 1986 los Águilas de Mexicali y en 1996, los Tomateros de Culiacán.
Pero entrando el nuevo siglo y ya con gran presencia de jugadores mexicanos en las distintas sucursales de Grandes Ligas y otro más en los equipos grandes, además de contar con refuerzos extranjeros de buen calidad, se conformaron selectivos más completos y el resultado se dio pronto: en 2002, los Tomateros ganaron en Caracas, Venezuela; luego, en 2005, los Venados ganaron jugando en su estadio, el “Teodoro Mariscal” del puerto sinaloense; en 2011, los Yaquis de Obregón se llevaron la corona jugando en Mayagüez, Puerto Rico; en 2013, otra vez Yaquis triunfaron en Hermosillo, Sonora; en 2014, los Naranjeros ganaron en Mayagüez y en 2016, los Venados en Santo Domingo, República Dominicana.
“He sido mánager en tres Series del Caribe y hemos ganado dos, lo que habla de un desarrollo, un compromiso y un respeto con el Beisbol de México”, dijo Pacho, quien también alcanzó la gloria caribeña en 2005 con Mazatlán.
México, que se integró a la Serie del Caribe para la “segunda etapa” del torneo a partir de 1970, ganó apenas tres títulos en sus primeras 21 participaciones en el evento.
Existe el argumento de que ha bajado el nivel del talento que República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela envían a Clásicos Caribeños, y que por tal motivo, México ha subido en el evento. Pero los aztecas están orgullosos de lo logrado en la historia reciente, y lo atribuyen a una evolución del Beisbol en su país.
El presidente de la Liga del Pacífico, Omar Canizales, quien ha estado al frente del circuito durante los éxitos, resaltó la mejoría en la competitividad de sus representantes: “Nada suple un trabajo en equipo, na buena planeación. Fue el compromiso de los muchachos y el crédito es de ellos, los jugadores, de Pacho y su equipo técnico, que manejaron como ajedrecistas cada uno de los juegos. Esa fue la clave del éxito, dejamos de ser la ‘Cenicienta del Caribe’ y ya somos los protagonistas”.
Culiacán, sede en 2017
Los directivos del equipo Tomateros de Culiacán, Álvaro y Sergio Ley, fueron los encargados de presentar algunos detalles logísticos y promocionales del evento durante la Tercera Asamblea General Anual de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe, la cual se realizó el último día de actividades del certamen.
Entre los adelantos destaca que el evento se jugará en el moderno estadio de Tomateros, el BBVA Bancomer o “Ángel Flores”, inaugurado en octubre de 2015, con aforo para 20 mil espectadores.
Asimismo, la CBPC aprovechó la oportunidad para rendir un merecido homenaje a Juan Manuel Ley, antiguo presidente de los Tomateros, quien falleciera hace unas semanas a los 82 años de edad. El licenciado Juan Francisco Puello Herrera, comisionado de la institución, entregó a Álvaro Ley una placa en la que deja por sentado el agradecimiento al conocido “Chino Ley” por sus aportaciones en pro de la pelota caribeña.