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lunes, febrero 19, 2024
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Narco maneja periodistas

Dobleplana

No le conocí cara a cara. Nada más en fotografía. Fue hace más de 10 años. Jamás andaba chamagoso. Pero se me figuraba un maldito. Como aquellos tan bien caracterizados en las películas de Pedro Infante: “Nosotros los Pobres” (1948) y “Ustedes los Ricos”. Tenía denominación de personaje: Comandante Zafiro. Así le decían cuando era policía federal. Y se le quedó cuando entró al bando mafioso. Su nombre verdadero era Tomás González Zamacona. Andando en el narcotráfico ordenó matar a dos personas en Falfurrias, Texas. A los mandaderos les detuvieron al otro lado y están por cadena perpetua en prisión. De todas formas capturaron en Tijuana al Comandante Zafiro. Fue a petición de Estados Unidos. Juzgado según el Artículo Cuarto del Código Penal Federal, por delitos cometidos en el extranjero. Entonces se aplicaba el famoso “Principio de no-Extradición de Nacionales Mexicanos”. De todos modos Zafiro no se salvó de la prisión. Es más: ce convirtió en uno de los poderes del penal. Temible. Se sabía en aquel entonces pero era difícil de probar: el Comandante utilizaba a cierto periodista. Cuando le visitaba Zafiro le entregaba billetes para repartirlos entre ciertos reporteros. Le interesaba no salir en los diarios. Pero con el Comandante no resultó cierto aquello de “hierba mala nunca muere”. Otro más poderoso lo mandó matar y allí terminó la leyenda.


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No me consta de otros periodistas sirviendo al narcotráfico. Puros decires. Pero sí la casualidad: cada captura por el Ejército Mexicano de gran mafioso, al otro día algunos periódicos titulaban: “Los militares deben estar en el cuartel”. “Invaden las funciones de la Procuraduría”. Tal sucedió en el sexenio del Dr. Ernesto Zedillo y parte de la era foxiana. El Ejército detuvo a los más importantes mafiosos. Les enojaba porque no estaban apalabrados con ellos. Sí con la Procuraduría. Hubo generales cautivados por los cárteles. Pero les salió caro. Están en prisión. Ahora con tanto desbarajuste resulta contrario: por lo menos en Baja California todos los llamados sectores y la Iglesia piden: “El Ejército debe combatir al narcotráfico”. Hasta los candidatos presidenciales proclaman “lo vamos a reforzar para enfrentar a la mafia”.

Acabo de recibir un reporte del Comité de Protección a los Periodistas de Nueva York (CPJ). Me dio escalofrío. Los narcotraficantes están utilizando a periodistas para servirles como intermediarios. Así conociendo a sus compañeros llaman a uno de ellos y les ofrecen una buena cantidad de dinero. Naturalmente a cambio de no publicar nada sobre el narcotráfico. Y con la oferta viene la amenaza y por eso hay reporteros prácticamente al servicio del narcotráfico. Con otra: deben informar a los mafiosos o a la policía si saben algo contra los cárteles. De no hacerlo les irá muy mal. Aparte existen otros reporteros en calidad de “relaciones públicas”. Cuando un delincuente es asesinado llaman a los periódicos. “Gentilmente” piden no publicar la nota. Seguramente ofrecen dinero o amenazan y por eso la información en Nuevo Laredo hoy está ahogada. “Una palabra discreta más que una amenaza explícita en general, es todo lo que se necesita en una ciudad donde las fuerzas de seguridad están paralizadas y la población en un clima de terror, según informaciones brindadas por periodistas y editores al Comité para Protección a los Periodistas”. Tal es parte del reporte. Aparte: “Por eso el director editorial de El Mañana, Heriberto Cantú, señaló de inmediato que, para proteger a sus periodistas el diario reducirá aún más su ya acotada cobertura periodística del narcotráfico y el crimen organizado. El diario se ha estado auto censurando desde 2004”.

El reporte de CPJ fue elaborado por Carlos Lauria, Coordinador del Programa de las Américas, y Sauro González Rodríguez, consultor de la organización internacional. Ambos confirmaron cómo el narcotráfico utiliza el secuestro relámpago para amenazar a los periodistas. Los retienen por algunas horas. Y en ese tiempo “les convencen” de no escribir más sobre la mafia o determinado delincuente. Seguramente les ofrecen dinero a fuerza. “Los periodistas raramente informan sobre sus secuestros bien por temor a represalias, por la falta de confianza en la policía o por considerar que las propias autoridades son cómplices en el secuestro”, apunta el reporte. “Se vive una situación de terror e impotencia. Tenemos vetada la investigación y profundización. Ir más allá de lo permisible puede ser peligroso”, expresó un periodista. “Nombrar a los integrantes de los cárteles de la droga que luchan por el control de Nuevo Laredo o a sus víctimas es algo prohibido para la mayoría de los periodistas. Los editores examinan los artículos con cuidado para que no se les vaya a escapar un nombre sin darse cuenta. Una sola mención puede resultar fatal”. En el mismo reporte se indica: “Los periodistas son renuentes a cruzar la línea porque no tienen garantías. Han perdido la fe en las fuerzas de seguridad y justicia de su país: ‘Las autoridades son las que deben investigar y esclarecer los hechos pero no lo hacen. –¿Por qué hacerlo uno? –se preguntó un periodista. “Uno debe informar hasta donde te permite tu seguridad y tu bienestar”, aseguró.


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Sigo transcribiendo el reporte de CPJ: “El clima de terror tiene un efecto devastador en los medios de prensa. La mayoría de los periodistas entrevistados para este informe pidieron que sus nombres se mantuvieran en el anonimato por temor a represalias. Los periodistas reconocieron que se autocensuran y varios afirmaron que ya no salían a trabajar por la noche ni en la madrugada. Se vive una situación de terror e impotencia. A veces optamos por la autocensura porque no tenemos garantía para nuestro trabajo”, declaró una periodista quien añadió que había recibido amenazas disfrazadas de “sugerencias” o “consejos”.

Después de leer el reporte de Carlos Lauria y Sauro González quedé sorprendido. Sentí tristeza. Coraje. Y me pregunté: ¿Dónde está la famosa solidaridad de los periodistas mexicanos? Pura faramalla de Fox y su fiscalito dizque para proteger a los compañeros.

 

Tomado de la colección Dobleplana de Jesús Blancornelas, publicado el 28 de marzo de 2006.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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