La visita del Papa Francisco a México, ocurrida del 12 al 17 febrero, “no sirvió de nada”, ya “fue a Michoacán, Juárez, Chiapas y a la Ciudad de México, pero no habló con víctimas de la violencia, afirmó Melitón Ortega Martínez, padre de uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.
En entrevista con medios locales, y en representación de los otros familiares de Ayotzinapa, Ortega Martínez criticó que la visita del pontífice de la Iglesia Católica a la República Mexicana no haya traído ningún beneficio.
El familiar de uno de los 43 jóvenes desparecidos, estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, enumeró los lugares a los que acudió el religioso argentino, pero en donde desperdició la oportunidad de reunirse con víctimas de la violencia.
No sólo eso, dijo, sino que ni siquiera mencionó a ninguna de las víctimas. Sin embargo, señaló que los padres de los 43 desaparecidos continuarán con su lucha y centrarán su atención en dar su respaldo total al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independiente (GIEI), ante los señalamientos que desde diferentes trincheras se han lanzado para descalificar a sus integrantes.
“Eso quiere decir: ¿para qué sirve que vengan autoridades que se presentan a nombre de Dios y que vengan a manipular la información y que vengan como responsables también de decir que vienen con ese afán de escuchar a las víctimas. Intentamos acercarnos al Papa para entregarle un oficio, una carta, que hablara el dolor de los padres, no se pudo”, señaló Melitón Ortega.
El padre de uno de los 43 normalistas desaparecidos dijo además, que después de intentar acercarse en Chiapas a Jorge Mario Bergoglio, sin obtener resultados, los invitaron a la misa que el pontífice católico ofició, pero decidieron no asistir porque no tenía caso porque el religioso no los atendería.
Ortega Martínez participó en la marcha que hicieron en Acapulco un grupo de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), para conmemorar el primer aniversario de la muerte del profesor Claudio Castillo Peña.
Allí denunció que el gobierno federal ha intentado dividirlos, pero que “se topó con pared, porque hoy estamos fortalecidos los padres de familia”. Además recordó que el informe del GIEI y el dictamen de los forenses argentinos desmienten la llamada verdad histórica de la Procuraduría General de la República (PGR)
Ayer, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza afirmó que durante su visita a México, el Papa Francisco “no podía hablar exclusivamente a las familias de los 43” y argumentó que las vidas de los normalistas de Ayotzinapa “son tan validas como los 400 desaparecidos en Iguala”.
Además, el obispo afirmó que al movimiento por los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala “lo han utilizado y politizado”.
“Ante la visión del Papa y la iglesia, son tan válidas las vidas de los 43 como los 400 desaparecidos que tenemos en Iguala; y en muchas partes de Guerrero tenemos gente desaparecida y, desde el punto de vista de la iglesia, es que todas esas vidas valen ante Dios y valen ante la sociedad”, había dicho antes el obispo de Chilpancingo.
Rangel Mendoza estuvo presente en una conferencia de prensa encabezada por el arzobispo Carlos Garfias Merlos, y a la que también asistieron los obispos Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa de Comonfort, y Maximino Martínez Miranda de Ciudad Altamirano.
“El Papa no podía exclusivamente hablar sólo a las familias de los 43 – continuó Rangel Mendoza, durante su participación – yo, que soy el obispo de Iguala, tengo mayor relación con estas personas”, afirmó el religioso que trabaja en Guerrero.
El obispo también acusó que en las movilizaciones por los 43 no participan los familiares de todos los desaparecidos; “no todos están ahí incluidos y de aquí de Acapulco hay familiares de los 43 que no quieren aparecer”.
Afirmó que esto se debe a que a los padres y a sus desaparecidos “los han utilizado, y han politizado este movimiento y, como yo lo he dicho muchas veces, que muchos libres quieren sacar raja del árbol caído”.
Por su parte, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, mencionó que han seguido buscando el dialogo con los padres de los 43 desaparecidos, y que sin embargo, hasta la fecha no ha existido nuevamente una comunicación con ellos.
