Dichoz y Hechoz
En la representación estatal del Partido Verde Ecologista de México, viven una calma tensa. Mientras esperan que en el Partido Revolucionario Institucional definan si van en alianza con ellos, obvio en un pacto nacional entre Manlio Fabio Beltrones Rivera y el defenestrado Arturo Escobar, el futuro político del PVEM en Baja California no está tan fácil. Si van en alianza, o en alianza parcial como han hecho en el pasado, podrían no conseguir el 3 por ciento de votos requeridos para conservar el registro (75 mil 683 de un listado nominal de 2 millones 522 mil 778 electores), y si van solos, podrían no tener todos los candidatos y el recurso económico que requieren para hacer frente a la elección y superar la paupérrima votación de 26 mil 700 sufragios que lograron en todo Baja California en la elección federal de 2015. El escenario no es halagüeño y la vida política del Verde está harto ligada a la priista, pues. En estos días definirán si la coalición PRI-Verde se concreta, y en dado caso, al partido de los González Torres le corresponderán cero candidaturas a alcaldía, dos candidaturas a diputado local, la posición tres en la planilla de regidores en los cinco ayuntamientos, y un lugar en la lista para diputados al Congreso del Estado. Es todo. Muy poco pues, para el riesgo que implica al disminuido Verde, ceder ante el tricolor otra vez, a riesgo de perder el registro en el intento por conservarlo.
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