Escrito por Marco González, José Luis Ortega, Octavio Serra y Rodrigo Vidal, el libro “Mostrología del Cine Mexicano” recapitula a cincuenta seres de películas entre 1933 y 2006, como un ejercicio de nostalgia y revaloración a su existencia
Alimañas, aparecidos, brujas, chamucos, chupasangres, electrodomésticos, etes, humanoides, momias y peluches, conviven entre sí en las páginas que conforman la “Mostrología del Cine Mexicano”, ejemplar que el 23 de febrero se presentará en la Cineteca Nacional, como resultado de una idea que comenzó con el surgimiento en 2003 del sitio www.revistacinefagia.com, fundado por tres de los autores del libro.
“Después de la página tuvimos la oportunidad en 2006 de hacer un programa de radio en Toluca, en la estación Neurótica FM, replicando un poco la misma estructura de hablar sobre estrenos, biografías de directores y películas de culto en un panorama general, pero sobre todo rescatando géneros que eran despreciados. Cerrábamos con una sección dedicada a describir algún personaje característico del cine para dar una pequeña estampa de sus características con audios y rasgos. El programa no duró mucho, pero se quedó esta idea de una antología fantástica”, declaró en entrevista con ZETA Marco González (historiador), quien al lado de José Luis Ortega (comunicólogo), Octavio Serra (literato) y Rodrigo Vidal (biólogo), escribió el libro editado por La Caja de Cerillos y el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
“Queríamos hacer un bestiario para no quedarnos con ganas de seguir explotando la idea, solo que no encontrábamos el formato adecuado. Al par de años, Octavio, que era el productor del programa de radio, se acercó con nosotros para retomar la idea pero ahora ya como formato de libro. Nos reunimos, lo platicamos y le dimos un poco más de forma para proponérselo a los editores. Cada uno de nosotros hizo una ficha de cómo sería más o menos el formato con las características y les gustó”.
En 2014, al tener luz verde para seguir con el plan, comenzaron el cronograma de creación de textos y gráficos, logrando una primera lista de 200 “mostros” que luego delimitaron a cincuenta. Sobre esa decisión, González complementó: “Lo hicimos por razones de espacio, lo que implicó una serie de discusiones para saber qué personajes eran más representativos, cuáles no podían faltar y también cuáles podían ser una invitación para que los lectores, que a lo mejor no están tan empapados del tema, se animaran a conocer la película. Además, no solo queríamos texto, nos preocupaba mucho que si iba a ser un libro de cine el arte visual estuviera muy bien ilustrado; debía ser divertido y tener buenas ilustraciones para que fuera más como un libro de arte”.
De formato tamaño oficio, pasta dura y poco más de 150 páginas, “Mostrología del Cine Mexicano” completó su contenido con ilustraciones de Santiago Solís, para recrear a ciertas criaturas a través de carteles y, en otros casos, con el apoyo de imágenes extraídas directamente de las películas que van de “La Llorona” (Ramón Peón, 1933) a “Kilometro 31” (Rigoberto Castañeda, 2006): “Buscábamos abarcar la mayor cantidad de años posible en la historia del cine mexicano. Claro que hay otras películas pero con esas sentimos que abarcábamos los antecedentes, lo que se conoce como la época de oro y el surgimiento del recién cine mexicano. El rango cumplió con ese panorama general, en el que evidentemente nos enfocamos al género de ficción y terror, por ser los más propensos a tener este tipo de personajes debido a sus limitaciones de presupuesto y efectos especiales”.
Sin embargo, entre los “mostros” que dividieron en 10 categorías, para asemejar un juego de clasificación científica, también están algunos sacados de películas infantiles, sexy comedias y comedias campiranas, por ser lo suficientemente curiosos para empatar con la propuesta del libro, cuya primera edición consta de solo mil ejemplares y que en afán de resaltar su mexicanidad, cambia al vampiro por los chupasangre, a los poseídos o chamucos por demonios, y a los fantasmas por aparecidos.
“Manejamos una estética muy vintage, así que creo importante señalar que como producto era algo que queríamos hacer desde hace mucho, pero que hoy encaja con esta especie de revaloración por ciertos géneros de cine mexicano que antes eran muy despreciados y ahora están siendo populares. En nuestro caso podemos hablar de que es una especie de ejercicio de nostalgia, esa también era la intención, rescatar películas que nos gustaban mucho desde niños. No es algo que hayamos hecho por encargo, es más orgánico, por eso al inicio empezamos a vaciar a los personajes basándonos solo en lo que recordábamos”.
Con casi trece años dedicados a Cinefagia, en los que pudo ver cómo creció gradualmente el interés de la gente por el género fantástico, González considera que la edición de “Mostrología del Cine Mexicano” llega en un mejor momento a cuando se surgió la idea, porque cree que años atrás “hubiera sido algo muy incomprendido”, debido a que se hacía mucho hincapié en el nuevo cine mexicano como algo artístico y para festivales, que instaba a ignorar justamente géneros como el que homenajean.
“El libro celebra el cine con ‘monstros’, esos vestidos de peluche con un cierre en la espalda o murciélagos colgados con hilo. Es una cultura que a lo largo de todo el país se conoce bien o al menos todos reconocen a un personaje. Queríamos jugar, divertirnos y homenajear las referencias de esos personajes en una manera en que las personas que vieron esas películas conozcan una nueva reinterpretación, y las que no lo han hecho lo hagan. Es un rescate indudable de todo el cine popular”, concluyó.
“Mostrología del Cine Mexicano” tendrá su presentación oficial el martes 23 de febrero en las instalaciones de la Cineteca Nacional, para hacer recorrido durante marzo en Monterrey y Cuernavaca.
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