Dicen que Ricardo Magaña fue el último en enterarse. Cuando la semana pasada se anunció en voz baja pero de gran cobertura que el Gobernador del Estado finalmente nombraría colaboradores en todas las dependencias que le quedaron descabezadas cuando los panistas renunciaron los menos y pidieron licencia los más, para ir en busca de una candidatura a diputación local o alcaldía, por ahí alguien le fue con el comentario que los dos espacios que estaban vacíos en la estructura de la Secretaría de Desarrollo Social que él maneja, serían ocupados con personas que la Oficial Mayor, Loreto Quintero había seleccionado de acuerdo a los intereses del equipo del Gobernador. Pues Magaña no creyó que, sin avisarle, le vendrían a imponer a un Subsecretario de Desarrollo Social en Tijuana y a otro en Ensenada. Desechó el comentario y siguió en lo suyo, hasta que el jueves10 de diciembre, recibió una llamada del Gobierno central, donde le informaron, diez minutos antes de la toma de posesión de los nuevos funcionarios, que les llamara para integrarlos al equipo. Se trató de Luis Bustamante Mora en Tijuana y Enrique Chapela en Ensenada. Ambos panistas que se integraron al equipo de Francisco Vega recientemente, y sobre quienes Magaña no tiene ni confianza ni afinidad de grupo dentro del PAN. Con los dos goles que le metieron a Ricardo Magaña, hay quienes apuestan que su salida, ahora sí, es inminente. Cuestión de esperar.
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