La camioneta gris con placas de circulación de la Secretaría de Relaciones Exteriores salió del Consulado de Estados Unidos en Tijuana minutos antes de las once de la mañana del viernes 18 de diciembre. Se dirigió por el Bulevar Lázaro Cárdenas, que desciende hacia el sur en dirección a la “5 y 10”. La congestión del tráfico que se genera todos los días evitó que avanzara aprisa. Por ello, el vehículo blindado que transporta a los cuerpos diplomáticos en México esa vez prefirió violar el Reglamento de Tránsito y la educación vial. Rebasó por la derecha e invadió el carril de acotamiento, ingresó a un circuito cerca de las maquiladoras y atravesó un carril en sentido contrario para cortar camino. Fue así como se convirtió en un integrante más de la caravana de la vergüenza junto con los desprestigiados taxistas y calafias que no están dispuestos a esperar.