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sábado, abril 6, 2024
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2 de noviembre

Un día como ése, pero de 1979, las huestes de la Confederación de Trabajadores de México que manejaban la maquinaria en la prensa del diario vespertino abc en Tijuana, fueron instruidas por el Gobierno del Estado de Baja California, para irrumpir en la administración del periódico y, a la larga en juicios, acabar con él. El diario lo dirigía Jesús Blancornelas y el Gobierno Roberto de la Madrid. A la postre, acompañado de Héctor “El Gato” Félix Miranda y otros periodistas independientes como ellos, fundarían el semanario ZETA meses después, justo en abril de 1980. Pues por alguna razón, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) determinó en el año 2014 y por primera ocasión, que el 2 de noviembre sería el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas. Justo pues, y ya a título personal y de interés de esta Editorial, que un Gobierno arrebató un diario a periodistas independientes encabezados por don Jesús Blancornelas, hecho que incluso le llevó al exilio en los Estados Unidos, apoyado por la organización Amnistía Internacional durante dos años, hasta haber librado los problemas legales que Sindicato y Gobierno le crearon para reprimirle su libertad de expresión. Justo también el 2 de noviembre cuando en México, se celebra el Día de Muertos, el mundo lo toma como el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, y nos toca en un país considerado como uno de los de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo. De acuerdo a la organización Artículo 19, durante el sexenio de Felipe Calderón se documentaron mil 92 agresiones contra periodistas y 54 fueron asesinados; y en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto, han registrado 656 agresiones contra periodistas, y 10 han sido asesinados. Mientras el CPJ (Comité para la Protección de los Periodistas) señala que México es el quinto país con más periodistas asesinados en el mundo, donde en la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y 17 han sido desaparecidos. El nivel de impunidad, de acuerdo al CPJ y a Artículo 19, en los casos de crímenes contra periodistas, ronda el 98 por ciento. Poner un alto a la impunidad en este sentido es pues, de extrema urgencia. Este 2 de noviembre de 2015 en la Ciudad de México la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que comanda el licenciado Luis Raúl González Pérez realizó la conmemoración del día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas; lo hizo en el espléndido Polyforum Siqueiros, y ZETA fue invitado en mi persona, a participar en el foro Libertad de Expresión en México. Siendo el propósito de la reunión poner un alto a la impunidad a los crímenes contra periodistas, la oportunidad fue para recordar nuestros casos. Nuestros muertos a quienes en esta oficina se recuerda esta semana con un altar de muertos, y de manera permanente con la adopción de sus compromisos, sus principios y su ética para continuar ejerciendo, con la venia de nuestros lectores y sociedad, la libertad de expresión. El caso de Héctor Félix Miranda, asesinado por dos escoltas de Jorge Hank Rhon –hoy los dos en libertad y de nueva cuenta trabajando para Hank– que permanece impune al no haber juzgado al autor intelectual del crimen, que siempre ha sido ubicado en calidad de sospechoso, precisamente, Hank Rhon. El atentado a Jesús Blancornelas en 1997 y donde arrebataron la vida a Luis Valero, en cuyo caso la Procuraduría General de Justicia de Baja California y la propia CNDH, concluyeron la participación de nueve sicarios del cártel Arellano Félix, de los cuales ninguno está en prisión por el atentado al periodista y los hermanos han sido extraditados o han fallecido. Y el sensibilísimo caso del asesinato del licenciado Francisco Javier Ortiz Franco en 2004 a manos de sicarios del mismo cártel y crimen por el que nadie, ninguna persona ha sido procesada, mucho menos encarcelada y sentenciada. Los casos de ZETA, como los del 98 por ciento de los periodistas asesinados, atacados o amenazados en México, permanecen en la impunidad, ante un Gobierno Federal, hoy administrado por Enrique Peña Nieto, que carece de compromiso para preservar la libre expresión y ejercer el Estado de Derecho para perseguir, procesar y sentenciar a los asesinos, de miles de mexicanos y de cientos de periodistas. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez hizo el mismo llamado a acabar con la impunidad, y presentó un programa de protección a periodistas llamado “Alerta 6” (en relación al Artículo 6 de la Constitución, que garantiza la libre expresión), que consiste en un sistema de apoyos, protección, supervisión y seguimiento para llevar tranquilidad y justicia a los periodistas en riesgo. Cualquier voz es importante cuando de hacer un llamado a la justicia se trata, especialmente cuando esa expresión se da un 2 de noviembre, Día de muertos.


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