¡Ah, qué bonito llovió! Lluvia de verano que nos alcanzó a la frontera. Tormenta de trópico, casi jamás vista en Tijuana. Sorpresa nos tomó así tal torrencial. Corre, corre, guarda, cubre y el paraguas ¿dónde está? Ése fue el común denominador por más de dos horas en la precipitosa tormenta. Me empapé, circulé, en bicicleta. El agua me llegó hasta las rodillas. Pero feliz. Luego calorón, sofocado por la noche, humedad total. Pero se lavaron las calles, azoteas y se saciaron plantas y césped seco. ¡Bienvenida la tormenta tropical acá en el norte azteca! 19 de julio; nos sorprendió el temporal, insólito. Como reza una canción: “Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú”. Es vida llover. Tan natural. La madre naturaleza todavía nos quiere y sacia nuestras peticiones. Y la mano de Dios concede tal torrencial. Creo que es la primera vez que nos azota un remanente de un fenómeno de verano acá en el norte. ¿Se imaginan que nos azote al 100 por ciento? Ni lo mande Dios. Leopoldo Durán Ramírez Tijuana, B. C.
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