“El homenaje para cualquier compositor, es oír sus canciones, así pueden conocer a Chava Flores”, precisó María Eugenia Flores Durand, hija del cantautor homenajeado esta noche de viernes 21 de agosto dentro del ‘Ciclo México a través de la Cultura’, en la Sala Carlos Monsiváis, donde se impartió la conferencia “Salvador Flores Rivera, ‘Chava Flores’”, para la que se preparó la proyección de segmentos de entrevista, apariciones cantando en Televisa, e interpretaciones en vivo del considerado cronista de la Ciudad de México. En voz de María Eugenia, segunda hija de ocho herederos de Chava Flores, la conferencia abordó anécdotas sobre la vida del compositor de temas como “¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?”, “Cachito de retrato”, “Calendario de amor”, “Dos horas de balazos”, “El gato viudo”, “Ha nacido un cuento”, “Ingrata pérjida”, “Llegaron los gorrones”, “Mi chorro de voz”, “Peso sobre peso”, y “Sábado Distrito Federal”, por mencionar algunas. 
“Yo no soy una conferencista, soy una defensora de la obra de mi papá, crecí con él, conviví como familia, y después lo tuve que estudiar. Para mí era como el papá que puede ser para cualquier hijo, pero cuando veo la repercusión que tiene como compositor, y aceptación en las universidades y la gente de la cultura, llegó el momento en que lo tuve que estudiar de otra forma. Me he dedicado a esto porque el trabajo de mi papá tiene mucha importancia en la cultura popular mexicana y cuando él falleció quedaron muchos pendientes, mi papá no es de los que grabó muchos discos, y esa obra no se podía quedar en un archivero, sino que tenía que darse a conocer a los jóvenes”, explicó a ZETA. Para Flores Durand, ‘Chava’, debe estar al alcance de todos: “Esa es mi labor, tratar de poner la obra de mi papá al alcance de todos a través de sus discos, libros. Me di cuenta que a mi papá lo estudian en la universidad, sus canciones son incluidas en libros de primaria y secundaria, incluso hay tesis mal informadas por las que me di a la tarea de publicar poemas que él escribió, porque son parte de su vida, como son las canciones. Esos relatos que canta, que él vivió, son auténticos, muy México, muy pueblo, Chava Flores es como cualquiera de nosotros. Los poemas son el Chava Flores romántico, que sufre”, puntualizó al semanario, previo al homenaje ofrecido esta noche en el Centro Cultural Tijuana. Con la inquietud de acercar la obra de Chava Flores a los jóvenes, María Eugenia enfatizó la importancia de dar a conocer la obra de su papá a las nuevas generaciones, obra que la que calificó y relató: “Mi papá escribió canciones urbanas y costumbristas como ‘Voy en el metro’, y ‘Sábado Distrito Federal’…, siempre con un humor positivo”. 
“La canción mexicana te puede hacer llorar, soñar, enamorarte, pero Chava Flores te hace reír aunque no cuenta chistes, él mismo lo dice, dice una verdad y nosotros nos reímos de lo que hacemos, nos dice cómo nos comportamos, tiene una capacidad de observación. Nosotros pasamos por la vida y no vemos lo que él vio, son cosas que ahí están. Son relatos auténticos”, dijo María Eugenia Flores Durand, quien precisó que la obra de su padre se puede clasificar por los albures, fiestas, costumbres, canciones urbanas y temas románticos. “Mi papá fue un personaje muy observador que tuvo la facilidad de sintetizar en tres minutos un evento, una fiesta de vecindad. Los mexicanos hacemos muchas cosas, nos divertimos, cantamos, albureamos, hay muchas cosas que son temas de las canciones de mi papá, como ‘La boda de vecindad’, ‘El cumpleaños de Escolapia’, y ‘Los quince años de Espergencia’”, explicó Flores Durand, quien apuntó que su padre nació en los barrios más antiguos de la capital mexicana, donde retrató con sus canciones un perfil del citadino y las características del mexicano Sus crónicas en verso fueron interpretadas por Pedro Infante, Germán Valdés “Tin Tan”, Arturo de la Mora, Sonia Infante, Rubén Schwartzman, Óscar Chávez, Luis Aguilar, Miguel Aceves Mejía, Tehua, José Alfredo Jiménez, Fernando Rosas, Amparo Ochoa, Rosita Quintana, Ángel Cervantes, y Víctor Iturbe “El Pirulí”, entre otros.
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