Una madre comía junto a su hijo de 10 años en un restaurante. Al pagar, deja propina y, en un descuido, el niño se mete un euro en la boca y se atraganta. En eso la madre empieza darle palmadas en la espalda, golpes y demás, pero el chamaco no escupe y entra en momentos de asfixia, a lo cual la mujer empieza a gritar pidiendo auxilio. En eso un señor que también comía allí, se levanta tranquilo, sin mediar palabra llega hasta el niño, le baja los pantalones y le aprieta los genitales con fuerza, dándole un tirón hacia abajo con bastante violencia. Ante el dolor inaguantable, el pobre chico expulsa la moneda. El hombre vuelve a su mesa con la misma parsimonia que había llegado. Al cabo de unos minutos, la madre se acerca para darle las gracias al señor y le pregunta: — ¿Usted es médico? “No. Soy Luis Videgaray”. Autor: Un economista mexicano, por supuesto.
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